La nueva faceta política de Tommy Shelby en la temporada 5 de ‘Peaky Blinders’. (Fuente: IMDB)
Esta crítica se ha escrito después de ver los cinco primeros episodios de la temporada 5 de ‘Peaky Blinders’ y no contiene spoilers.
Además del entretenido giro de guion que traía de vuelta a Arthur, el final de la cuarta temporada de Peaky Blinders despidió a Alfie Solomon y nos dejó a un Tommy Shelby recién elegido miembro de la Cámara de los Comunes, un lugar desde el que se comprometía a proporcionar información sobre el partido comunista a Winston Churchill.
Este nuevo peldaño en la escala de poder del clan Shelby prometía conflictos mucho más ambiciosos pues, aunque el mundo de la política puede ser tan corrupto como el criminal, también pone en juego cosas mucho más importantes, un juego en el que cada decisión que parece personal tiene implicaciones y consecuencias que pueden cambiar el curso de la historia. Y ya sabemos a qué nos referimos con la historia de Europa en la década de los 30.
Con la mirada fija en el comentario que hará la serie sobre el ascenso del fascismo (con un discurso que dialoga con nuestro presente de forma tan orgánica que da miedo), la nueva entrega de Peaky Blinders decide hacer una elipsis de los dos primeros años de Tommy Shelby como político para retomar la historia de la familia unas horas antes del Crack del 29, otro de los momentos decisivos del período histórico en el que se desarrolla la quinta temporada y que, además de afectar la economía global, también toca de forma directa a los Shelby, cuyos negocios en Estados Unidos están siendo controlados por Michael.
Sam Claflin da vida a Oswald Mosley en la nueva temporada. (Fuente: IMDB)
El primer episodio, que tiene mucho de doméstico, aunque Tommy sea incapaz de conectar con su esposa y sus hijos (y con un gran guiño a la escena de la playa del final de la temporada anterior), funciona bien como presentación a todo lo que se desarrollará posteriormente. Introduce nuevos personajes, como el de Oswald Mosley (una figura real de la que os hablaremos en un próximo artículo), y nuevos retos, porque por mucho que los Shelby intenten hacer las cosas diferentes, o al menos algunas dentro del marco de la legalidad, la noción fatalista de que no pueden escapar a su destino está siempre presente.
Da igual el poder al que tienen acceso, la gente con la que puedan codearse, que Tommy sea capaz de trabajar para su distrito desde el Parlamento, que gran parte de la fortuna de la familia ahora provenga de algunas empresas legales o que la sociedad siempre esté hablando de los cambios que trae la modernidad, al final del día, su pasado siempre los define y la gente con la que pretenden hablar de igual a igual los mira con desprecio. Eso no impide que Tommy siempre intente hacer las cosas bien y con la mejor de las intenciones, pero tampoco evita que, por la misma razón, todos se vean abocados a cometer una y otra vez los mismos errores, cada vez con mayores repercusiones.
Estrategias políticas, la llegada del opio, pactos con una nueva banda criminal irlandesa, un espectáculo de ballet, la maldición Shelby que arrasa con todo lo que toca y alucinaciones son algunas de las cosas que veremos en esta quinta temporada, en la que Tommy y su familia lucharán por mantener en el aire un espectáculo de malabares en el que con cada paso dado deben sumar una nueva pelota sin que se caiga ninguna.
Y mientras tanto, Tommy evitará tener un solo momento de pausa, porque sabe que, de hacerlo, sucumbiría a los estragos de su síndrome de estrés postraumático sobre el que, por otra parte, cada vez tiene menos control. Si me lo permitís, me retiraré a mis aposentos para ver el último episodio de la temporada, porque sé que, como siempre, va a ser un gran espectáculo.
La quinta temporada de ‘Peaky Blinders’ está disponible en Netflix.
‘Peaky Blinders’: política y fascismo en la temporada 5 de los Shelby
El esperado regreso de la serie está previsto para primaverafueradeseries.com
