Esta crítica se ha escrito tras ver tres capítulos de ‘¿Por qué sois así?’ y no contiene spoilers.
Con grandes ejemplos de series juveniles recientes en los que fijarse —como son Sex Education, Con amor, Victor o Genera+ion—, la propuesta de ¿Por qué sois así? no consigue ni destacar sobre el resto de ficciones similares ni marcar su propio camino. Esta serie australiana, que llegó a nuestro país el pasado el 16 de abril a través de Netflix, es otro título destinado a retratar los años de adolescencia, pero no aporta nada nuevo y tampoco logra su cometido de servir como espejo para gente joven. Quizá porque, entre otras cosas, apenas cuenta nada sobre sus personajes.
¿Por qué sois así? nos presenta a Penny (Naomi Higgins), Mia (Olivia Junkeer) y Austin (Wil King), tres adolescentes que viven esta etapa mientras intentan hacer frente a las incertidumbres de la adultez emergente. Son muy diferentes y cada uno tiene unos problemas a los que enfrentarse, pero juntos se apoyan y luchan por conseguir hacerse un hueco en la vida adulta. Sin embargo, el problema que tiene ¿Por qué sois así? es que los personajes están tratados de tal forma que ni siquiera les coges un poco de aprecio. No profundiza en ellos, sino que se queda en la superficie mostrándonos uno o dos aspectos de su vida, mientras añade frases propias de la generación Z. Como si con eso bastara.
Lo que parecía en un principio un potente trío protagonista, cada uno con su historia, cuando comienzas a ver la serie se reduce prácticamente a una sola trama por personaje. Penny intenta por todos los medios que en su trabajo sean más inclusivos, Mia prueba distintos trabajos hasta encontrar uno que le guste y (sí, vamos a abrir el melón) Austin solamente es gay. El personaje del chico es el peor parado de esta serie, porque durante los tres primeros capítulos no sabemos nada de él, salvo su orientación sexual: no hay prácticamente ni un diálogo en el que aparezca este personaje en el que no se deje claro. No nos muestran sus aspiraciones ni motivaciones y lo único que hacen es recalcar continuamente su orientación y todo gira en torno a eso. ¿No hemos aprendido nada?
Además del tratamiento de los personajes, el otro principal problema que tiene ¿Por qué sois así? es el enfoque de las tramas. Por ejemplo, en el segundo capítulo hay una sobre una copa menstrual y, en lugar de representar esta situación de tal forma que muchas chicas adolescentes puedan sentirse identificadas, recurren a un tono tan burlesco, intentando que sea gracioso, que consiguen justamente lo contrario (con esa sucesión de imágenes tan desagradables y caricaturizadas en las que Austin intenta quitarle la copa a Mia). Que sí, que es ficción y que la ficción no tiene por qué representar fielmente la realidad, pero es que el problema no solo es aquí, sino que en muchas otras situaciones la ficción recurre a un tipo de humor que más que hacer gracia da vergüenza ajena.
La serie tiene una estética bonita, pero no es suficiente con eso, al igual que no basta con hacer una serie en la que los adolescentes se puedan ver representados o identificados, sino que tienes que cuidar a tus personajes para que el espectador también los cuide y los quiera. Desde luego en ¿Por qué sois así? no pasa, pero, afortunadamente, tenemos otros buenos representantes de la generación Z en pantalla.
‘¿Por qué sois así?’ está disponible en Netflix.