Sarah Paulson protagoniza ‘Ratched’. (Fuente: Netflix)
Esta crítica se ha escrito tras ver la primera temporada completa de ‘Ratched’. No contiene spoilers.
Uno de los comentarios que más vamos a oír respecto a Ratched es que parece una temporada de American Horror Story que ha decidido independizarse. Y, sí, en espíritu podemos convenir que lo es, aunque no naciese como tal. La serie creada por el debutante Evan Romansky y desarrollada por Ryan Murphy y su harén de colaboradores conjuga prácticamente los mismos elementos de la asentada franquicia de terror, pero, sencillamente, esta historia está concebida para durar más de una temporada.
En esta ocasión, el centro es la enfermera Mildred Ratched de Alguien voló sobre el nido del cuco y su historia de orígenes. La pregunta es, obviamente, cómo llegó a ser el monstruo que conocimos en la película (y en el libro previo) y el reto consiste en darle suficientes aristas a un personaje que conocimos como malo sin concesiones y que aquí bascula entre heroína y antiheroína. Como no podía ser de otra forma, todo gira en torno al lucimiento de un Sarah Paulson que no desaprovecha la oportunidad; es imposible no empatizar con ella aunque represente a una sádica perversa y eso juega muy a favor de obra.
Como iremos descubriendo a lo largo de la temporada -atentos a la portentosa secuencia de los títeres-, Mildred Ratched es alguien frágil y dañado, pero también una mujer sin escrúpulos que hará lo que sea para lograr sus fines. Cara y cruz de un personaje que cambia de careta según las circunstancias (y esto no generará pocas críticas sobre si su trayectoria es errática) o con quién se enfrente. A su alrededor, un elenco en estado de gracia entre el que destaca Judy Davis por encima de todo, pero también Cynthia Nixon, Amanda Plummer, Jon Jon Briones y una Sharon Stone dispuestísima a jugar, además de Sophie Okonedo con un personaje que llega tarde, pero aporta mucho.
En la fórmula de Ratched, que como decíamos antes es esencialmente la misma que la de American Horror Story (especifico: que la de las temporadas buenas de American Horror Story), se combinan pasajes terroríficos con una trama casi detectivesca, historias laterales de personajes que entran y salen, pasados oscuros, situaciones adversas y cierta crítica social (aquí, el escaso reconocimiento de las mujeres que lucharon en la guerra). Pero en esta ocasión, todo va teñido de una estética vintage, con colores llamativos que resaltan ante una atmósfera tétrica y absorbente. Por supuesto, pocas dudas quedan de que el cine negro y Alfred Hitchcock (y más concretamente Vértigo) son la máxima inspiración de la serie, que no intenta disimularlo ni por un instante.
Ratched no es una serie especialmente rompedora ni que vaya a pillar a nadie con el pie cambiado; sigue una línea continuista respecto a otros trabajos de Ryan Murphy, pero ofrece todo lo que se propone. Es entretenida, ostentosa, bella, atractiva y, como es marca de la casa, está bien rodada y bien interpretada. Y sí, nos deja con ganas de otra temporada.
‘Ratched’ está disponible en Netflix.