Las comedias que profundizan en la relación entre padres e hijos son uno de esos temas habituales que año tras año se repiten en televisión. Y no por ello son grises, es simplemente un tema que todos conocemos y que da pie a presentar una serie familiar. Sabemos de ejemplos a montones de títulos que han resultado ser un completo éxito y que soportan temporada tras temporada haciéndonos reír. Es el contexto cotidiano en el que cualquiera puede verse reflejado. Todos tenemos situaciones graciosas derivadas de nuestro trato diario.
En ese sentido, Single Parents no es una propuesta especialmente arriesgada; un grupo de padres solteros coincide en el colegio de sus hijos y su condición los hace acercarse unos a otros. Son cinco adultos y cinco niños actuando entre ellos, cada uno con un carácter marcado que posicione su rol en el grupo. Bajo esta premisa, su relación e intentar llevar una vida adulta y sana compaginando la crianza en solitario desencadenará situaciones cómicas.
Y dado que es una comedia con una premisa no muy arriesgada, deberíamos darle algo de cuerda. Es cierto que su presentación no es tronchante y que podría parecer algo ya visto antes, pero sus personajes (adultos y niños) son suficientemente alocados como para que pueda llegar a dar una dinámica entretenida. Todo dependerá de la personalidad que logre desarrollar y de lo bien engrasados que trabajen.
Lo cierto es que tras Single Parents se encuentran Elizabeth Meriwether y J. J. Philbin; a la primera la conocemos por ser la creadora de una de esas series con un piloto más bien anodino que ha acabado dando algunos capítulos muy buenos y unos personajes fantásticos. Hablo de New Girl, en la que las mujeres se pueden permitir ser frágiles y raritas, y a la vez coger la vida por los cuernos y reflejarnos a gran parte de una generación.
Y es un buen ejemplo de por qué se debe permitir que una comedia crezca y genere sus bromas internas. Visto desde fuera y sin cariño, sus protagonistas son unos infantilizados incapaces de conducirse a ellos mismos, pero cualquiera que haya seguido su recorrido de cerca sabe que hay mucho más. Que es graciosa, tierna y permite que los hombres tengan sentimientos, y miedos, y complejos, y que las mujeres sean mucho más que una modelo con la cabeza hueca.
No olvidemos que con Single Parents hablamos de una comedia de ABC, de carácter familiar y que tiene unos límites marcados bastante previsibles. Pero ¿puede convertirse en un buen título? Pues depende de muchas cosas, de que se consiga encontrar un balance entre la presencia adulta e infantil que resulte agradable, de que se exploten las particularidades de sus protagonistas sin llegar a ser estridentes, o incluso de que se consiga superar todo límite aceptable y acabe teniendo personajes icónicos. De entrada, no parece que vaya a ser uno de esos casos, y sus primeros capítulos de arranque son algo más bien tibio.
Pese a todo, no hablamos de algo malo, tiene actores que pueden dar juego. Brad Garrett ya nos ha demostrado poder hacer papeles particulares; en The Good Ones, de hecho, dejaba con ganas de verle más minutos y Leighton Meester tiene ante ella el reto de mostrar un registro completamente distinto y mucho más adulto que el que vimos en el largo recorrido de Gossip Girl. Y, en definitiva, hablamos de una serie que debe llevar a un lugar confortable y entretenido y su finalidad la cumple. Está por ver si logra ir más allá y despejar las dudas iniciales.
‘Single Parents’ se emite los martes en FOX Life, a las 22:10 h.
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