Michelle Yeoh y Sonequa Martin-Green, en el segundo episodio de ‘Star Trek: Discovery’. (Fuente: Netflix)
Cuando Star Trek: Espacio Profundo 9 estaba en emisión, algunos de sus guionistas protestaban porque querían llevar a la serie por territorios un poco más oscuros y éticamente grises de lo que era habitual en las series de la saga. Aquel spin-off, ambientado en una estación espacial y con un capitán en su centro, Benjamin Sisko, un poco más complicado de lo habitual, se atrevió a enfrentar a sus personajes con dilemas éticos que no tenían sencillas soluciones y los metió en guerras que requerían respuestas menos claras de lo habitual e, inicialmente, eso marcó a Espacio Profundo 9 como demasiado diferente de sus hermanas trekkies.
No ha sido hasta algún tiempo después de que terminara cuando el fandom ha empezado a reconocer sus hallazgos, considerando en ocasiones que es la mejor de las nuevas series de Star Trek, junto con La nueva generación, y cuando se la ha situado como el estándar con el que se va a medir Star Trek: Discovery, la nueva y esperadísima encarnación televisiva del universo de Gene Roddenberry.
En realidad, el estándar no sólo está en esa serie. Está también en la reimaginación de Battlestar Galactica, puesta en pie por veteranos de Espacio Profundo 9 como el propio Ron Moore, y en la nueva trilogía de películas de Star Trek lanzada por J.J. Abrams en 2009. La expectación era enorme antes de su estreno, y no sólo por los continuos retrasos en su producción. Uno de sus responsables era Bryan Fuller, antiguo guionista de Star Trek: Voyager y uno de los nombres que más fans congrega a su alrededor, su protagonista iba a ser, por primera vez, una mujer negra (Sonequa Martin-Green, cara conocida gracias a The Walking Dead) y no se estaban escatimando gastos para que la serie se convirtiera en la punta de lanza del servicio de streaming CBS All Access. Hubo unas cuantas complicaciones por el camino, pero parece que la espera ha merecido la pena.
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El despegue de ‘Star Trek: Discovery’
La serie empieza con un episodio doble (disponible en Netflix) que funciona como un prólogo a la historia de la temporada en sí. Encontramos a la protagonista, la comandante Michael Burnham, sirviendo a bordo de la USS Shenzhou y bajo el mando de la capitán Georgiou (Michelle Yeoh). Burnham es la única humana que se ha formado en el Centro de Aprendizaje Vulcaniano y, por tanto, combina el análisis lógico con las emociones de su especie.
Al menos, está aprendiendo todavía a combinar ambas facetas. Burnham es una curiosa mezcla entre Kirk y Spock, capaz de actuar más impulsivamente y, al mismo tiempo, de afrontar una situación de riesgo de una manera más cerebral. En ese aspecto, Sonequa Martin-Green demuestra estar más que lista para dar el paso hacia convertirse en el centro de la serie. Su Sasha de The Walking Dead nunca tuvo un rumbo demasiado definido, y en los dos primeros episodios de Star Trek: Discovery deja ver desde el principio cómo su educación vulcaniana rige su comportamiento, aunque haya ocasiones en las que se vea superada por sus emociones.
Burnham toma decisiones que representan la idea sobre la que va a construir la serie, que puede resumirse en algo que le decían a Jack Ryan en Peligro inminente: el mundo no es en blanco y negro, sino que existen infinitos matices del gris. El contacto con esos klingon que quieren devolver la grandeza a su imperio va a poner a prueba todo lo que Burnham creía que sabía.
Los nuevos klingon de la serie. (Fuente: Netflix)
Es mejor no desvelar demasiado de lo que ocurre en esos dos primeros capítulos, El saludo vulcano y Batalla en las estrellas binarias. Quienes hayan visto la serie original de Star Trek igual encuentran algunas reminiscencias de Balance of terror, uno de los episodios más celebrados de su historia, y lo que no se puede negar es la influencia estilística de las nuevas películas.
Se dice que cada episodio de Star Trek: Discovery ha costado ocho millones de dólares (lo que la situaría en la liga de series como Juego de Tronos, que es más cara) y todo ese dinero se aprecia claramente en pantalla. Los efectos especiales lucen a gran nivel y los decorados son muy destacados, sobre todo los de la nave klingon. Es cierto que a las escenas con ellos les falta algo más de chispa y de tensión (sobre todo cuando el paralelismo entre T’Kuvma y ciertos líderes mundiales actuales es tan evidente), y que los dos episodios son más preámbulo que otra cosa, presentando una historia más o menos cerrada, pero son un arranque más que prometedor.
Todo lo que sabemos sobre ‘Star Trek: Discovery’
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Notas al margen
- La música de Star Trek: Discovery corre a cargo de Jeff Russo, más conocido últimamente por la banda sonora de Fargo. En los títulos de crédito une el tema principal de la serie original con el de la película de 1979, compuesto por Jerry Goldsmith, que sirvió después como sintonía de La nueva generación.
- Hay un par de nombres en el primer episodio que son de viejos colaboradores del director Guillermo del Toro. Son el actor Doug Jones, experto en criaturas fantásticas, que interpreta a Saru, y el director de fotografía Guillermo Navarro. Navarro también dirigió en su momento algunos episodios de Hannibal, la anterior serie de Bryan Fuller.
- El look de la serie se acerca al de las películas de J.J. Abrams con esos destellos de luz que aparecen de repente en algunos planos, y que fueron objeto de bastantes bromas en su momento. Hay otro nexo de unión entre serie y películas, y es la presencia de Alex Kurtzman.
- Ya que hemos mencionado Balance of terror, en aquel episodio, el contacto se producía con los romulanos, y el dilema que Kirk tenía que resolver era bastante similar.
- ‘Star Trek: Discovery’ se va a unir a nuestra parrilla de recaps semanales, así que seguimos leyéndonos la semana que viene. Larga y próspera vida.
‘Star Trek: Discovery’ está disponible los lunes en Netflix España.