Buscar
Buscar

Crítica: ‘The Americans’ se despide rompiéndonos el corazón

Matthew Rhys y Keri Russell, en el último episodio de ‘The Americans’. (Fuente: FX)

“ — Si viviéramos 200 años seguiríamos siendo humanos, seguiríamos cometiendo los mismos errores. — Eres una pesimista, Ivanova. — Soy rusa, doctor. Comprendemos estas cosas”.

Este diálogo de Babylon 5 es muy característico de uno de los personajes más queridos por los fans de esa serie, la comandante Ivanova. Exigente y resolutiva, nunca le sorprendía que algo saliera mal en la estación espacial. Lo achacaba siempre a su educación rusa. Joel Fields y Joe Weisberg, los showrunners de The Americans, no son rusos, pero parecen haber querido imbuirse de la melancolía y de la tragedia emocional de su literatura para construir su último episodio.

Es un capítulo final que deja muchos asuntos en el aire, en el que no hay un rastro de cadáveres, ni tiroteos, ni persecuciones espectaculares. La acción es bastante escasa. Pero sí deja tras de sí un rastro de corazones rotos, de traiciones y de incertidumbre ante el futuro. Los disparos llegan en forma de palabras y, para el espectador, de canciones, pues será imposible volver a escuchar With or without you, de U2, de la misma manera.

Y no es que Elizabeth y Philip Jennings no acaben recibiendo un castigo por sus crímenes, porque no es así. La diferencia es que el castigo no implica la cárcel o la muerte; regresan a Rusia vivos, pero perdiéndolo todo.

El momento de la verdad entre los Jennings y Stan.

Para conservar la vida deben “matar” a quienes han sido en las últimas décadas. Philip y Elizabeth mueren figuradamente en cuanto Stan se enfrenta a ellos en ese parking. La verdad y los reproches hacen más daño que las balas, y es digno de mención que la escena dure unos diez minutos, que sólo esté construida, en esencia, con cuatro personas hablando, y que sea de lo más tenso que la serie ha logrado nunca, y que se ha visto esta temporada en televisión.

La sensación de Stan de saberse traicionado y, al mismo tiempo, de tener razón en sus sospechas se contrasta con el alivio de Philip por dejar de mentir y su necesidad de apelar a la humanidad de Stan, a esa amistad que sí ha sido real para ambos para que los deje escapar ilesos. Es cierto que Philip y Elizabeth cuentan medias verdades tanto para buscar una salida como para seguir presentando ante Paige una fachada demasiado idílica de su trabajo, pero los sentimientos que describen no son falsos, nunca lo han sido. Por eso todavía es más doloroso todo lo que ocurre.

El momento en el que Philip le pide a Stan que cuide de Henry es uno de los muchos golpes emocionales del episodio, episodio en el que la conspiración para derrocar a Gorbachov y las maniobras para hacer descarrilar el acuerdo START (que da su título al capítulo) pasan a un segundo plano. Nunca han sido lo más importante de The Americans. Su centro estaba en el matrimonio Jennings, y eso se ha mantenido en el final.

¿Qué habría hecho Paige en Rusia, realmente?

Los dos lo sacrificaron todo inicialmente para infiltrarse en Estados Unidos, y vuelven a darlo todo para volver a una Rusia en la que son tan forasteros como lo eran al llegar por primera vez a Washington. Tienen que abandonar a Henry en su inconsciente vida americana y pierden a Paige porque, realmente, le ha llegado el momento de tomar sus propias decisiones. Empieza a entrenarse como espía casi porque su madre la empuja a ello, pero nunca termina de confiar completamente. Por eso, su imagen sola en el andén, mientras sus padres entran en Canadá montados en un tren que no va a detenerse de nuevo, es mucho más brutal que si Stan les hubiera disparado en el garaje.

Crítica: ‘The Americans’ empieza su final con los Jennings entre la espada y la pared
Philip y Elizabeth están en la situación más delicada en la que se han visto nuncafueradeseries.com

Dice mucho de la serie que esta intensidad emocional, más la preocupación constante por el bienestar de unos personajes que desde el principio de la sexta temporada parecía que no iban a sobrevivir, convierta al episodio en un cierre muy destacable sin que, en realidad, pase gran cosa en cuanto a trama. Sí, Stan confirma sus sospechas, pero eso ocurre a mitad del capítulo. Los últimos veinte minutos muestran simplemente un viaje que, sin embargo, está tan cargado de emociones, que acaba siendo mucho más efectivo que si el final hubiera dado todas las respuestas.

Porque, por ejemplo, nos quedamos con la duda de si Renee es una espía soviética o no. Philip se lo deja caer a Stan más para evitarle futuras traiciones que para terminar de hundirlo, pero no está seguro de si es así, y nosotros tampoco. La mirada de Laurie Holden a la casa de los Jennings tomada por el FBI podría indicar que es otra ilegal del KGB. ¿O no lo es?

Stan va de disgusto en disgusto.

Es irrelevante, en realidad. Lo que importaba era comprobar cómo podrían huir los Jennings de las garras del FBI y de sus identidades falsas. Pero llevan más de veinte años viviendo con ellas. Y si sus hijos eran una parte muy importante de dichas identidades y de ellos, y se quedan atrás, ¿quiénes son ahora? Ese “nos acostumbraremos” que Elizabeth dice en ruso parece más una muestra de resignación que una rayo de esperanza.

Las notas de Fuera de Series:

En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”)

Antes: 4

He sido una gran defensora de ‘The Americans’ desde su primera temporada. Su milagrosa supervivencia en FX a unas audiencias muy bajas ha sido siempre de las cosas que me hacían más felices de la televisión estadounidense.

Durante: 4

La sexta y última temporada nos dio muchas cosas que en la quinta se quedaron un poco cojas. El retrato de Elizabeth, sobre todo, ha sido impresionante.

Después: 5

El final ha sido muy coherente con como ha sido siempre la serie y ha optado por lo que se le da mejor. Entre esas cosas figuran largas escenas sin diálogo y montajes musicales que recuperan canciones tan utilizadas, que casi han perdido sin sentido. Aquí, ‘Brothers in arms’, de Dire Straits, y el gran éxito de U2 aportan el extra emocional que hacía falta.

Fox Life está emitiendo aún en dual los últimos episodios de ‘The Americans’, los domingos a las 23:50.

Further reading

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pulse el enlace para más información. ACEPTAR

Aviso de cookies