Esta crítica se ha escrito tras ver el final de la cuarta temporada de ‘The Good Doctor’ y contiene spoilers.
Siempre encasillamos a The Good Doctor en la categoría de series confortables porque tiene cierto aire de bondad y buenas intenciones que nos arropan y reconcilian con la especie humana. Pero, pese a eso, la cuarta temporada ha demostrado saber ser cruel con casi todos: hemos sufrido como nunca y Shaun y Lea nos han llevado por un recorrido de pena inmensa con el que es difícil no empatizar. Incluso los que no somos especialmente partidarios de Lea, tenemos que reconocer que la trama que los ha tenido concentrados ha sido dura y con muy poca felicidad.
Es lo que toca. La vida a veces nos da unas respuestas horribles que hay que aprender a sobrellevar y, por mucho que queramos a nuestro entorno, hay días en que nos sentimos solos, incomprendidos y abandonados de la mano de todo el mundo. Lo bueno que tiene The Good Doctor es que en esencia habla de gente buena queriendo mejorar el mundo y eso, al final, da un balance positivo. Tras tanta pena, acaba asomando algo que es fruto del trabajo de los personajes. La doctora Lim está en camino de poner solución a su problema, Shaun aprende a estar ahí para su pareja, Lea ve en su relación un puente por el que superar su situación y Alex y Morgan por fin se ven entre tanto pique. La serie de David Shore acaba con buenas noticias y eso es de agradecer.
Hasta la marcha de Claire es algo positivo. A la gente que queremos le deseamos que las cosas le vayan bien, aunque suponga alejarles de nosotros: Claire ha encontrado algo que va a llenarle como el St. Bonaventure no podía, y eso es maravilloso. Aunque suponga que no veremos más a Antonia Thomas (la actriz tras el papel), su personaje se ha despedido por una buena puerta y ha participado en ese cierre satisfactorio que nos daba la tranquilidad que no hemos tenido durante esta temporada.
En general, todos los personajes han avanzado en estos meses. Shaun y Lea se han enfrentado a algo que debían poner sobre la mesa en algún momento y es un tema que no está cerrado. Si algo hemos aprendido es que no basta con tomar una decisión para que las cosas encajen; saben que quieren hijo, los dos juntos, saben que se quieren sin pensar que es algo temporal y saben que ahora están donde deberían. Pero no olvidemos el TEA. A veces no basta con buenas intenciones y la crianza va a tener una complicación añadida. No hoy, pero quién sabe si mañana.
El mensaje que nos transmiten, de todos modos, es positivo. Tú haz las cosas bien, ponle lo mejor que tengas, no siempre todo irá rodado pero a peor irá y, en cambio, te pondrás a favor muchas cosas. Hasta el doctor Andrews ha acabado por mostrar su lado bueno. Son un equipo, un poco blandito, un poco extremo en cuanto a su bondad y quizás demasiado romantizado, pero nos sirve de cabo para no perder la fe.
‘The Good Doctor’ se ha emitido en AXN.