(Fuente: Apple TV+)
Esta crítica se ha escrito después de ver la primera temporada de ‘The Morning Show’. No contiene spoilers.
El arte de un primer episodio perfecto está al alcance de muy pocos y, aunque visto a posteriori, hoy nadie diría que el arranque de Breaking Bad es menos que ejemplar, en el momento de su estreno la crítica no pensó lo mismo. Un caso más reciente es el de Succession, si tuviéramos que guiarnos por las primeras críticas, nos habríamos perdido la serie más entretenida de este año. Algo similar ha pasado con The Morning Show.
La serie llegó a Apple TV+ como si fuera una catástrofe. Cuando vimos sus tres primeros episodios descubrimos que estaba lejos de ser una serie perfecta, pero que tenía mucho potencial y las malas críticas eran un poco exageradas. A pesar de que la cantidad de estrenos a los que tenemos que estar atentos nos obliga a ser cada vez más selectivos, en ocasiones hay que tener paciencia porque no existe una fórmula mágica que garantice que una serie funcione. A veces hay suerte y todos los elementos encajan a la primera, pero hay otras que necesitan un poco de tiempo para engrasar sus mecanismos; en el caso de The Morning Show nuestra paciencia tuvo recompensa.
Esta temporada ha tenido altibajos. Tuvo una primera mitad dubitativa en la que presentó muchos personajes y muchas tramas que no tuvo tiempo de desarrollar y en la que su bailoteo de tonos fue un poco caótico: a veces parecía que quería ser muy solemne, muy The Newsroom, en otras coqueteaba alegremente con el culebrón loco marca Shondaland, y en el resto se quedaba en medio, en unas aguas turbias en las que no apetecía entrar.
En esa primera mitad parecía que la única historia que nos querían contar era la lucha de Alex y Bradley en contra de un destino que parecía escrito sobre mármol, que decía que estaban obligadas a vivir un feud como el de Joan Crawford y Bette Davis, cuando desde el principio podían ser amigas o aliadas. Y durante varios episodios dio la impresión de que el personaje de Mitch era un añadido de última hora, que la serie no sabía qué hacer con él y que simpatizaba con su victimismo más de lo que nos gustaba.
(Fuente: Apple TV+)
A partir del sexto episodio la serie dio un salto de calidad notable. En ese momento, nosotros ya nos habíamos acostumbrado a los cambios de tono y a personajes que, como el de Cory, rozan la caricatura pero terminan por conquistarnos. The Morning Show nos parecía entretenida y, en mi caso, era suficiente. No le pedía más. Entonces, llegó el octavo episodio, en el que nos mostraron cómo era la vida en el programa cuando estaba Mitch, solo dos años antes. Un puñetazo en el estómago por lo que es capaz de contarnos sobre nosotros mismos.
Lonely at The Top, ese episodio que fue el punto de inflexión de la serie (dirigido por la gran Michelle MacLaren, a quienes muchos recordaréis, precisamente, por haber dirigido varios episodios de Breaking Bad) recolocó todas las fichas del tablero hasta formar uno nuevo. Después de verlo, todo lo lo anterior tenía una lectura diferente y puso en marcha (y sin freno) todo lo que vino después.
The Morning Show no se convirtió a partir de ese episodio en una serie nueva, algunos fallos siguen estando allí, pero demostró que estaba interesada en contarnos algo para lo que primero necesitó allanar el camino. En estos tiempos no es fácil conseguir que el espectador tenga paciencia si una serie no consigue convencerlo desde el inicio, pero hay historias que necesitan tiempo para que las piezas encajen como estaba previsto y que todo tenga sentido.
La ventaja que tenemos en la época del streaming es que podemos recuperar las series en cualquier momento, porque en cuanto cambie la corriente de opinión seguro que nos vamos a enterar. Si es vuestro caso, solo añadiré que la estructura de la primera temporada de The Morning Show ha demostrado ser un acierto, que el octavo episodio es uno de los mejores del año, y que el último es adrenalínico, emotivo y muy satisfactorio. Esta serie de Apple TV+ ha resultado ser, contra todo pronóstico, una de las sorpresas del año.
(Fuente: Apple TV+)
‘The Morning Show’ está disponible en Apple TV+.