Esta crítica se ha escrito tras ver el primer episodio de ‘The New Nurses’ y no contiene spoilers.
Innovar en los dramas médicos está cada vez más complicado. Hay series ambientadas en hospitales de campaña, en turnos de noche, en centros que quieren recuperar la gloria que una vez tuvieron, en servicios cuyos jefes quizás no sean del todo trigo limpio… Hasta se ha probado con dramas hospitalarios de época. De The Knick a la alemana Charité hay bastante margen para que se cuelen cosas como The New Nurses, una ficción danesa que llega hoy a Sundance TV.
El punto de partida, al menos, es original. A principios de los 50, Dinamarca se dio cuenta de que que, por culpa de la Segunda Guerra Mundial, tenía escasez de enfermeras, así que permitió que, por primera vez, entraran hombres en las escuelas de enfermería. El primer episodio sigue a varios de ellos que comienzan sus estudios en un hospital donde los tratan como un experimento. Nadie cree que vayan a aguantar ni que los pacientes quieran que los cuiden enfermeros, en lugar de las mujeres que, tradicionalmente, han desempeñado esa labor.
Ahí está uno de los primeros conflictos que presenta la serie, la pelea contra los roles de género establecidos por la sociedad. Y, de paso, contra los que marca también la clase social. El protagonista, Erik, es un joven sin recursos que entra en la escuela porque no tiene otro sitio donde ir, contrastando con algunas de las chicas, que se llevan hasta un tocadiscos a su habitación.
Erik lo tiene todo en contra: las reticencias de los tutores, los prejuicios de sus compañeros y, de paso, también la manera en la que se entendía la medicina en la época. El paciente era paradójicamente el eslabón menos importante de toda la cadena; para los médicos no era más que un informe de síntomas.
(Fuente: Carsten Andersen)
The New Nurses toca todos estos temas (incluyendo la costumbre de que las mujeres solo trabajaban mientras estaban solteras), y lo hace con un tono muy amable que, seguramente, esté detrás del gran éxito del que disfruta en Dinamarca, donde está renovada hasta la cuarta temporada. Ahí recuerda en ocasiones a Call the midwife; aquellas matronas de BBC también se veían a veces en situaciones muy complicadas (trabajaban, al fin y al cabo, en el empobrecido West End londinense de los 50), pero eran las relaciones entre ellas lo que más contaba para la serie.
Aquí ocurre lo mismo. Entre los alumnos de la escuela de enfermería se forjan relaciones de amistad, de amor, se apoyan unos a otros o intentan hacer de menos a los que creen que pueden impedir su oportunidad de lograr un buen trabajo. En ese aspecto, no es demasiado diferente de, digamos, Anatomía de Grey. La época marca las diferencias, no solo en la manera en la que se practicaba la medicina sino, también, en que el recuerdo de la guerra aún está muy presente para algunos de ellos.
Pero no es una ficción que busque ser rompedora. Quiere contar historias humanas a partir de un hecho histórico ciertamente curioso, y ahí resulta de lo más eficiente.
‘The New Nurses’ se estrena esta noche, a las 22:30 h., en Sundace TV.
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Hablamos con Patricia Silva, que las eligefueradeseries.com