(Fuente: IMDB)
Esta crítica se ha escrito tras ver la tercera temporada de ‘The Sinner’ y no contiene spoilers.
Lo reconozco, no he sido la mayor de las seguidoras de Harry Ambrose, el verdadero protagonista de esa serie donde una madre pelaba una pera y acto seguido se dedicaba a matar en frío a un desconocido. De eso hace ya más de dos años y The Sinner ha sabido reinventarse al convertirse en una serie antológica en la que cada temporada es independiente entre sí.
Pero lo ha hecho con un arco transversal centrado en Ambrose, al que poco a poco vamos comprendiendo mejor. Él es un poli sentimental que acaba demasiado implicado con sus casos; sencillamente, no sabe apartarse. Es algo que me sacó de mis casillas en un principio y que hasta me resultaba molesto, pero conforme pasan los años vemos de dónde viene ese comportamiento impulsivo que, a bote pronto, no suena muy razonable.
Es cierto, los casos en The Sinner son siempre muy locos, pero logran crear un entorno que atrapa por completo. Al menos así es el de este año. Jamie es un tipo que abre la puerta de su casa y descubre a una vieja amistad a quien había decidido no volver a ver jamás. Tras una cena improvisada, acaban en un camino privado donde tienen un accidente de coche y Jamie pierde a su viejo amigo. Obviamente, esto es solo el trampantojo tras el que se esconde una historia retorcida.
Y es que esta es una de esas series donde las historias nunca son lo que parecen y siempre encierran a gente que, con o sin razón, está fuera de sus cabales y en situaciones extremas. Ahora, además, ocurre mientras Ambrose está viéndose presionado para jubilarse. Es en la relación entre el policía y el protagonista del caso donde tenemos buena parte del jugo de la temporada; se establecen formas de comunicarse un tanto enfermizas en donde ambos se ven atraídos y atrapados conjuntamente.
Muy intenso todo; y un tanto agotador si no entras en la historia que se nos vende. Sin embargo, una vez aceptas la premisa, consigue engancharte completamente en un pulso de dos jóvenes contra la razón del ser, muy desubicados, carentes de razones por las que aprovechar la vida y un policía con necesidad de salvar a todo el mundo.
La tercera temporada de The Sinner funciona, su historia es potente y podría venir escrita de la mano de Victoria Schwab. Sabe ser algo más que más de lo mismo, aunque se sigue moviendo en las mismas reglas de juego que ya nos han atrapado tres veces.
Las tres temporadas de ‘The Sinner’ están disponibles en Netflix.