Sherilyn Fenn recupera el baile de Audrey. (Fuente: Movistar+)
Esta crítica contiene spoilers de la parte 16 de ‘Twin Peaks: The Return’.
Agente Cooper, bienvenido de nuevo a Twin Peaks. Le echábamos de menos. Lo que no quiere decir que Dougie Jones no fuera entrañable, porque lo era. Pero ya hacía falta que Dale Cooper tomara las riendas del asunto, más cuando sólo quedan dos episodios, que se verán en emisión doble el próximo domingo.
Y lo hace desde el momento en el que despierta del coma, listo para continuar su investigación en los asuntos de la Logia Negra y para detener a su doble malvado. El modo en el que empieza a dar órdenes nada más despertarse e interactúa con Bushnell, con los hermanos Mitchum y con Janey E , nos devuelve a ese Cooper eficiente, con gran entusiasmo y decencia. Un Cooper que seguía estando ahí, debajo de Dougie, con el que ha experimentado una especie de simbiosis que se mantiene cuando vuelve en sí.
Su historia no llega a mucho más (aunque sí parece que va a “fabricar” otro Dougie para que se quede con Janey E y Sonny Jim), pero es uno de los retornos que más esperábamos en esta nueva temporada de Twin Peaks. Además, nos ha permitido descubrir que esas bolitas doradas, los restos de las tulpas que vuelven a la Habitación Roja, son las semillas a partir de las que se crean los doppelgängers.
Sí, Janey E, Dale Cooper ha vuelto. (Fuente: Movistar+)
Las vemos de nuevo en acción con la revelación de que Diane era otra tulpa creada por Cooper/BOB. ¿En qué momento? Sabemos que la violó en aquella noche de la que no quería hablar y que la llevó a la tienda de los leñadores. Y que luego ha estado trabajando para él hasta que no puede soportarlo más. También da la sensación de que este Cooper malvado la fuerza a autodestruirse, siguiendo con su plan de limpieza de cabos sueltos que están cumpliendo los personajes de Tim Roth y Jennifer Jason Leigh, que en paz descansen. Hasta Richard Horne cae presa de las precauciones de Cooper/BOB para que los agentes de la Logia Blanca no lo atrapen.
Ha habido cierta confusión sobre esa despedida del villano hacia Richard, “adiós, mi hijo”. Aunque parece que algo pasó entre Cooper y Audrey, probablemente cuando ella estaba todavía en coma o poco después, las pistas no son claras. Menos después de que Audrey logre escapar de la ilusión de Billy, Charlie y ese Roadhouse que descubrimos que es una extensión de la Habitación Roja. Se confirman, así, las sospechas de que estaba “suspendida” en algún lugar paralelo, pero ahora queda descubrir cuál es.
El baile de Audrey, de todos modos, es uno de los puntos álgidos del capítulo: la luz púrpura que baña al resto de clientes del bar, que se balancean siguiendo la música; Audrey bailando como si no hubiera nada más en el mundo que ese momento y esa música… y la pelea que la saca finalmente de su limbo.
¿Dónde está la verdadera Diane? (Fuente: Movistar+)
Los regresos de Cooper y Audrey marcan el principio del final. Los dos Coop van hacia Twin Peaks, y aunque allí quedan bastantes cabos sueltos por resolver, el enfrentamiento entre ellos ya no puede evitarse. ¿Qué papel jugará la versión de Puño de Hierro de esta serie? ¿Y Sarah Palmer? ¿La chica sin ojos en los calabozos?
Eso sí, merece una mención aparte la escena de la muerte de los personajes de Roth y Jason Leigh, tiroteados por un vecino de Dougie armado con una semiautomática. “¿Qué clase de vecindario es éste?”, se preguntan los hermanos Michum.