Netflix se ha convertido en la casa de referencia para las series documentales de true crime, y tiene todo el sentido del mundo. La opción de visionado en maratón se presta para engancharse a este tipo de producciones que ofrecen giros en cada episodio, además, se basan en historias reales que no son conocidas fuera de Estados Unidos, por lo cual siempre juegan con el factor sorpresa al llegar a su catálogo global.
El último true crime de Netflix es Evil Genius (Un golpe maestro en España), que llega con el sello de producción de los hermanos Duplass, responsables del éxito Wild Wild Country. En Un golpe maestro, la historia se centra en un caso conocido como Pizza bomber que ocurrió en 2003 en un pueblo de Pensilvania. Todo empieza con un repartidor de pizza que entró en un banco con un collar explosivo fijado en su cuello, alegando que era un rehén y que el atraco formaba parte de una extensa lista de pruebas que debía realizar en un plazo de tiempo limitado para poder liberarse de la bomba.
A partir de ahí, van a apareciendo una serie de personajes variopintos que giran alrededor de la figura de Marjorie Diehl-Armstrong, la mujer a quien el documental dedica la mayor parte de su atención, y durante cuatro episodios se van revelando detalles y conexiones rocambolescos que desembocan en una confesión de un tercero que se produce en la última parte. El estilo del documental es el de investigación y cuenta con imágenes de archivo de telediarios, de interrogatorios policiales, la colaboración de los investigadores del caso y conversaciones grabadas con algunas de las personas involucradas.
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Análisis del true crime de Netflix sobre el asesinato de una monja y los abusos sexuales a menores en una escuela…fueradeseries.com(Fuente: Netflix)
Pero, al final, queda la sensación de que estamos ante una oportunidad desaprovechada. Según los créditos, Un golpe maestro está escrito y dirigido por Barbara Schroeder, pero es Trey Borzillieri, el codirector, quien asume un protagonismo en la historia que reduce el documental a la confirmación de una conclusión a la que ya había llegado a nivel personal y no a la búsqueda de respuestas. Ahí es dónde la propuesta pierde fuerza.
Quizá un punto de vista diferente o una mirada menos parcializada desde el principio habría permitido hacer otras lecturas o explorar con más profundidad alguno de los varios e interesantes temas sociales que salpican Un golpe maestro.
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Si aún estáis obsesionados con Sheela, os recomendamos ‘Flint Town’, ‘Wormwood’ y ‘The Confession Tapes’fueradeseries.com
Las notas de Fuera de Series:
En Fuera de Series puntuamos nuestros análisis en una triple escala de 1 a 5, inspirada en la que usa Little White Lies, en función de lo deseosos que estábamos de ver la serie (“Antes”), lo que nos ha parecido viéndola (“Durante”) y las ganas de ver más y de comentarla con más gente tras hacerlo (“Después”)
Antes: 4
Suelo engancharme fácilmente a este tipo de documentales y este venía con el cartelito -de los productores de ‘Wild Wild Country’-.
Durante: 3
El protagonismo del realizador y su voz en off resultan innecesarios, artificiales y muy parcializados.
Después: 3
No todos pueden ser Sarah Koenig (Serial).
‘Un golpe maestro’ está disponible en Netflix.