Buscar
Buscar

Crítica: ‘Una conspiración sueca’ es una serie perfecta para amantes de las teorías conspiranoides

(Fuente: Filmin)

Esta crítica ha sido escrita después de ver la temporada completa de ‘Una conspiración sueca’ y no contiene spoilers.

El 28 de febrero de 1986 el Primer Ministro de Suecia, Olof Palme, salió del cine Grand de Estocolmo con su esposa, Lisbeth. Tras pasar por delante de la iglesia Adolf Fredik, cruzaron la calle caminando hacia el sur por Sveavägen, junto a la tienda de pintura Dekorima. Un hombre apareció de la nada, puso su mano sobre el hombro de Olof y efectuó el disparo que cambiaría a Suecia para siempre. Un segundo disparo no alcanzó a Olof, pero rozó la espalda de Lisbeth Palme. El asesino huyó de la escena perseguido por un testigo hasta que desapareció en la oscuridad y nunca más fue visto. Esta es, al menos, la versión oficial, y si eres de los que te la crees puede que seas la persona más tonta de la Tierra. De esta forma arranca la serie de Filmin, Una conspiración sueca (We Got This en su versión internacional), una comedia negra de carácter conspiranoico, con investigaciones enrevesadas y misterios sin resolver que va a gustar mucho a los amantes de la nave del misterio y a aquellos que busquen una serie entretenida con buenos momentos de humor.

Basada en especulaciones reales, la serie sigue a George English, interpretado por Schiaffino Musarra, quien además es el creador y guionista de la serie junto a Santiago Gil y Patrik Englund. Su personaje es un americano residente en Suecia cuya vida está a punto de irse al garete: profesionalmente está acabado, nadie le quiere contratar por no dignarse a hablar sueco, le debe una gran cantidad de coronas al fisco y su familia cree que es un caso perdido. Sin embargo, las casualidades de la vida le van a llevar hasta la investigación del asesinato del Primer Ministro sueco y la recompensa de 50 millones de coronas que ve como su salvación.

A partir de aquí, y a lo largo de los seis episodios que componen Una conspiración sueca, el camino de George se va a cruzar con el de otros paladines de la investigación, periodistas en búsqueda de la verdadera historia, grupos secretos que mueven los hilos de la acción, asesinos con problemas de aceptación y autoestima, la policía y el Grupo Palme (el departamento especial encargado de la investigación del asesinato). Y humor, bastante humor, resultando una temporada llena de situaciones cómicas perfecta para verse en un fin de semana.

(Fuente: Filmin)

Además del mencionado protagonista, en esta aventura de investigación y espionaje de marca blanca tenemos a un grupo variopinto de personajes compuesto por la bibliotecaria que guarda más secretos de los que cuenta, el escritor no reconocido y perfeccionista que tiene toda una tesis desarrollada sobre el asesinato y el periodista, amigo personal de George English, que busca su hueco dentro del nuevo mundo de la información digital a través de historias con chicha y la grabación de podcasts. Por su parte, los antagonistas son los típicos malos, muy malos, veteranos de muchas batallas que parecen sacados de una historia de la Alemania de la Guerra Fría. Sin olvidarnos de ese asesino a sueldo que escucha mensajes de autoayuda que va de más a menos en la historia.

Si bien es cierto que el ritmo visual y narrativo de Una conspiración sueca es ágil y se presta a un visionado ameno, hacia la mitad de la temporada se enrevesa un poco con tanta vuelta de historias y hace que ese ritmo decaiga un poco. No obstante, sabe remontar el anticlímax que sufre entre los episodios 4 y 5 para dejar un cierre coherente y abierto, con posibilidad de recuperar la serie para una nueva temporada.

Y pese a ser una serie centrada en una historia real a la que se ficciona bastante, Schiaffino Musarra tiene tiempo de meter ligeramente algunas críticas hacia el sistema educativo y sanitario. Estas trazas de comentario social asoman en la manera de enseñar, a base de memorizar y nada de práctica o pensamiento crítico, cuando muchos estudiantes ni siquiera habían oído hablar de Palme y George les abre la mente. Por no decir cómo la pérdida de un familiar y su tratamiento hacen que una familia se endeude hasta llegar a la bancarrota por pagar los seguros médicos. Asimismo, la serie muestra -mediante pinceladas de brocha gorda- la problemática que la digitalización ha traído a muchos medios y, por extensión, la que algunos de sus periodistas más veteranos han tenido que sufrir con la reconversión de la información hacia el nuevo periodismo de redes sociales y clickbait.

Por lo pronto, desconocemos si habrá segunda temporada de Una conspiración sueca, lo que sí sabemos es que la investigación y el misterioso asesinato del Primer Ministro sueco, Olof Palme, han sido resueltos. ¿O será otra tapadera que George English tendrá que descubrir?

‘Una conspiración sueca’ está disponible en Filmin.

Further reading

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pulse el enlace para más información. ACEPTAR

Aviso de cookies