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Crítica: ‘Vis a vis’ 3×03 — ‘Un grano de arroz’

Saray tiene su momento al final del episodio. (Fuente: FOX)

Ellen Page se hizo conocida en 2005 con Hard Candy, una película en la que interpretaba a una adolescente que seducía a un hombre bastante más mayor que ella para poder vengarse de él, ya que había abusado de una amiga suya. La cinta era un juego psicológico en la que ella lo torturaba haciéndole creer que iba a cortarle el pene, mientras él sostenía todo el rato que no había hecho nada. La furia del personaje de Ellen Page estaba presente todo el rato, aunque rara vez adoptaba un cariz tan violento como la de Saray contra el doctor Sandoval cuando es consciente de lo que le hizo en la celda de aislamiento.

Era uno de los flecos que aún quedaban sueltos de la segunda temporada, la violación de Saray. Ella sabe que algo le pasó allí, pero no lo tiene muy claro, y prefiere creer que el bebé del que está embarazada es del marido que su familia le ha buscado. Pero él es estéril y la deshonra es enorme. Así que Saray decide tomarse la justicia por su mano, una justicia con la que Altagracia está más que de acuerdo. Y es probable que esa secuencia (que puede ser que en Antena 3 no hubieran logrado incluir) vaya a dividir al público por lo gráfico de su violencia.

Pero Cruz del Norte no destaca, precisamente, por su placidez. A Altagracia sólo le impide volver a torturar a las presas darse cuenta de que Unai era básicamente otro violador en serie que se aprovechaba de su posición de poder (ahí tenemos, probablemente, la razón de que la banda de Akame lo asesinara), una posición de poder alentada por la inacción de sus compañeros. Frutos se excusa diciendo que las cosas siempre han sido así. Lo raro es que las chinas no estén conspirando para liquidar a todos los guardias en un motín a gran escala.

Luis Callejo, como Frutos. (Fuente: FOX).

De hecho, lo que vamos aprendiendo del funcionamiento de la cárcel justifica el afán justiciero de Saray. Los guardias no tienen ningún interés en garantizar la integridad física de las reclusas y, de hecho, ya se encargan ellos de utilizarlas como meros objetos si les apetece. El cinismo de Frutos (que detiene a Altagracia en su mini Guantánamo en el patio pero dejaba a Unai hacer lo que viniera en gana) da la clave de por qué Cruz del Norte es más brutal, y no es porque Akame imponga su voluntad.

Lo que se lleva allí es el “yo no he visto nada”. Aunque no puedas apartar la mirada, como ocurre cuando a Anabel la castigan a comerse a su paloma mensajera por atreverse a vender droga sin el consentimiento de Akame. Es el momento que Zulema esperaba para enfrentarse directamente a ella (aunque eso quiere decir que vuelva a mirar de frente a la lavadora mortal) y ejecutar su propia venganza. Nadie más que ella puede atentar contra la vida de Macarena, pero no es tan indestructible como cree.

También Anabel se creía intocable y también busca la manera de volver a sentir ese subidón de saberse temida, de saber que tiene el control. Está sola, pero sigue teniendo contactos fuera y ansía recuperar el poder en la sombra que le arrebató Maca. También se cree más lista de lo que es y subestima a las chinas, aunque da la sensación de que éstas pueden estar, a su vez, dando por supuesto que su poder en la cárcel es intocable.

Rizos, la de los grandes gestos románticos inútiles. (Fuente: FOX).

En medio de toda esa violencia, Mercedes accede a un régimen abierto cuyos problemas no han hecho más que insinuarse y Rizos monta un operativo de fuga a gran escala sólo para poder despedirse de Maca en el hospital. Es un gran gesto romántico que, como la gran mayoría de ellos, es inútil y no va a tener consecuencias buenas para ella, pero no le importa. No está claro si busca impresionar a Nerea, la policía que trabaja con Castillo, o si se deja llevar por un impulso que la somete a la voluntad de Anabel, que es quien realmente tiene la capacidad para organizarlo todo. O si es una combinación de las dos cosas, pero es la trama ligera del capítulo.

Este Un grano de arroz desvela que ninguna de las presas tiene nada que perder. Saray ya no tiene familia fuera; Anabel no disfruta del control que es su razón de vivir; Zulema no tiene ese objetivo vital que era jugar a la venganza con Maca; Altagracia ha perdido el consuelo de ser especial para otra persona; Rizos lamenta la pérdida de la mujer que amaba, aunque ella ya no la correspondiera; hasta a Mercedes se le está escapando parte del cariño de su hija. La banda de Akame, por el contrario, lo tiene todo.

Todas las críticas de la tercera temporada de ‘Vis a vis’

La tercera temporada de ‘Vis a vis’ se emite los lunes, a las 22:20, en Fox.

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