Mercedes no tiene un buen día. (Fuente: Fox España)
Vis a vis siempre ha sabido cómo crear tensión y cómo imprimirle ritmo a sus secuencias. Escenas como el motín de Zulema en la primera temporada, a los sones de la Marcha Radetzky, lo dejan bien claro, y todo el último episodio de esta tercera entrega vuelve a ponerlo de manifiesto. El montaje intercalado de las tres subtramas del capítulo conforme se acercan a su punto álgido es una muestra de que todo el mundo en la serie sabe perfectamente lo que hace y sabe cómo darle emoción a cualquier tipo de escena.
Otra cosa es que esas subtramas tengan algún tipo de sentido, que es algo que también podemos pasar por alto porque son verosímiles dentro del universo de Vis a vis. Al fin y al cabo, Macarena se convirtió en la segunda temporada en Sydney Bristow sólo para vengarse del Sirio.
Sin embargo, lo que sí han puesto de manifiesto es que el desarrollo de personajes ha dado un paso atrás con el recorte de duración de los capítulos. Como ya hemos comentado otras veces, pasar de los 70 a los 50 minutos ha beneficiado enormemente a ese manejo de la tensión y al desarrollo de las tramas, pero por el camino se han perdido un poco esos momentos más relajados entre las presas que hicieron que los espectadores nos enamoráramos de ellas. Siguen ahí, porque no es que se hayan eliminado, pero han tenido menos peso.
Lo que sabemos de los monstruos, el último episodio de la tercera temporada ha optado por resolver la huida de Akame y la operación policial para detener a su hermano. Era la línea argumental que había dado estructura a la temporada, con la involucración accidental de Mercedes y el aprovechamiento que hace Zulema para utilizarla como su plan de fuga, así que tenía que llegar a su conclusión en el cierre de la entrega.
El enfrentamiento de Akame con su hermano y con la policía, la escapada de Zulema y el motín que Tere, Rizos y Sole monten para garantizar la fuga también de Saray confluyen en una secuencia trepidante y muy bien montada, pero que acaba recordando un poco a la primera temporada. Allí, Zulema y Saray también arrastraban a Maca a su plan de huida, y la policía también acababa deteniéndolas.
Es cierto que, esta vez, lo que deja ese plan frustrado es una nueva presa para el año que viene, es de suponer (Altagracia), y la rotura definitiva de la fuerte amistad entre Zulema y Saray. La primera no es capaz de perdonar a la segunda que la traicionara al contarle a Mercedes lo que había hecho con su hija, pero, ¿se atreverá Vis a vis a matar también a Saray? Porque está claro que Zulema es, ahora mismo, el único personaje imprescindible de la serie, sobre todo porque cada vez le fían más protagonismo.
Fuente: Fox España
También ha quedado claro con el último capítulo que los nuevos personajes no terminan de funcionar. Mercedes, por ejemplo, aún se mueve bajo la sombra de Macarena (hasta en su disparo aterrado a la pobre inspectora Rojas) y los ha habido que han sido vistos y no vistos, como Frutos, cuyo juego a dos bandas podría haber dado para mucho más.
Habrá cuarta temporada para que Goya, Pruden y las demás vayan perfilándose mejor, una cuarta temporada en la que se ha confirmado la vuelta de Maggie Civantos y en la que veremos si Zulema acaba volviendo a la órbita de Cruz del Norte o no. Necesita un antagonista que le haga de contrapeso, que no la deje volar tan libre como lo ha hecho en esta temporada. Akame no ha sido ese contrapeso. ¿Podrá serlo una Altagracia vestida de amarillo? ¿O es un rol que sólo puede asumir Maca?
Todas las críticas de la tercera temporada de ‘Vis a vis’
- Episodio 3×01: Bienvenidos a Cruz del Norte
- Episodio 3×02: Muy fácil o muy difícil
- Episodio 3×03: Un grano de arroz
- Episodio 3×04: La bandera en el muro
- Episodio 3×05: Alguien a quien le importes una mierda
- Episodio 3×06: Seis meses dan para mucho
- Episodio 3×07: Fuimos niñas