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Crítica: ‘Vis a vis’ (T4) se abona al más es más

Najwa Nimri, como Zulema. (Fuente: FOX)

La imprevisibilidad, y la voluntad por llevar líneas argumentales hasta sus últimas consecuencias, han sido siempre dos de las principales características de Vis a vis. Al pasar a FOX, con episodios de 50 minutos, la serie potenció más dichas cualidades y se entregó a quemar trama como si fueran a cancelarla a la semana siguiente, y esa velocidad se mantiene en el arranque de la cuarta entrega, que tiene la ardua tarea de recolocar todas las piezas y presentar la nueva situación en Cruz del Norte.

Porque otra característica de la serie es colocarse en cada final de temporada en situaciones que parecen imposibles de resolver, lo que los guionistas anglosajones suelen describir como “escribirse en una esquina”; la fuga frustrada de Zulema, Altagracia y Saray es una de esas esquinas sin escapatoria aparente. El disparo en el coche es una imagen potente para cerrar una entrega, ¿pero cómo vuelve uno de ahí?

Pues yéndose, literalmente, por las nubes. El riesgo de que Maca esté desaparecida de la serie (porque Maggie Civantos no puede clonarse para aparecer al mismo tiempo aquí y en Las chicas del cable) es que Zulema no tiene un contrapunto, un anclaje con la realidad de la serie. Es un personaje que puede ir a extremos tan alocados como su intento de huida en pleno vuelo transoceánico (con guiño realmente divertido a The Walking Dead de paso), algo que amenaza constantemente con decantar Vis a vis hacia una parodia de sí misma. Hasta que regresamos a Cruz del Norte, o la Oz española.

Adriana Paz, como Altagracia. (Fuente: FOX)

El nivel de oscuridad apunta a volverse aún más intenso con la revelación de que un Sandoval totalmente psicópata es ahora el director de la cárcel y que, además, no tiene ninguna cortapisa. Puede hacer lo que quiera. Su reinado del terror se inicia con la pobre concejala descuartizada por perros en el pasillo de la galería. Lo que pueda maquinar a partir de ahí da pavor.

La muerte de Mercedes, la entrada de Altagracia como la presa más odiada del módulo o que a las chinas se las mencione, pero no veamos nada de ellas, son algunos de los elementos que maneja este primer episodio para cerrar flecos sueltos de la tercera entrega y preparar el camino de la cuarta. No es como si los anteriores ocho capítulos no hubieran ocurrido, pero Vis a vis se reinicia de alguna manera. O con esa promesa nos deja el capítulo cuando Sandoval ejecuta su primera venganza.

Incluso en esa realidad aumentada de Cruz del Norte, toda la parte del avión da la sensación de querer ir a por un “más es más” que no acaba de venir a cuento. Sí, Zulema es peligrosa y capaz de lo que sea con tal de escapar. Esa maniobra antes de aterrizar quizás es un poco excesiva.

Por el contrario, la situación en la cárcel sí apunta a cosas interesantes. La olla a presión va a ser más fuerte con Sandoval apretando las tuercas, y cuando Zulema vuelva, si el trailer de la temporada es indicativo de algo, es que es posible que vaya a enfrentarse a la situación más complicada en la que se haya visto nunca.

Este primer episodio es sólo eso, un primer capítulo. Está impulsado por esa voluntad de no quedarse quieta nunca de Vis a vis, de sorprender constantemente al espectador y de colocar a sus personajes ante situaciones límite para ver cómo reaccionan. Ahí es donde la serie puede sacar petróleo, en unos personajes que se quedaron un poco abandonados, en favor de la trama, en la tercera.

La cuarta temporada de ‘Vis a vis’ se emite los lunes, a las 22:00 horas, en FOX.

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