Justicia Encapuchada no era como se contaba. (Fuente: HBO)
Que Cheyenne Jackson, uno de los habituales de American Horror Story, sea Justicia Encapuchada en American Hero Story, la ficción dentro de la ficción de Watchmen, es una de las muchas genialidades del episodio 1×06. Porque si esa parodia de las series de superhéroes parecía simplemente un chiste interno para Lindelof y su equipo, ahora han demostrado que tenía un propósito: explicar cómo de diferente puede ser lo sucedido respecto a lo que se cuenta y, de paso, sacarse de la chistera una forma de lo más original de reinventar el universo de Moore y Gibbons.
Durante los cinco episodios anteriores nos estuvimos preguntando quién era William Reeves, el abuelo de Angela, y qué secretos escondía, y hoy tocaba desenredar esa madeja. Sabíamos que era aquel niño de Tulsa del primer capítulo, pero lo que probablemente nadie vio venir es que su historia estaría tan entroncada con la del cómic, convirtiéndole en uno de los Minutemen originales que, además, todos pensaban que era blanco. Porque sí, uno de los peros que siempre se le ha puesto al cómic es la falta de representación de diversidad, así que ahí la serie echa sal en las heridas con retrospectiva. No podía ser de otra forma si la trama central va sobre el supremacismo.
Y si el cine de superhéroes actual está fascinado por las historias de orígenes, la de Justicia Encapuchada no puede ser más potente. Ese niño de los disturbios de Tulsa se convierte en policía para luchar contra el crimen y cambiar el mundo, pero se niega a ver que le mueve la rabia (el tema de la black anger es clave en los discursos sobre racismo) y ante un sistema corrompido, decide tomarse la justicia por su mano. Justo lo que el héroe cinematográfico que le inspiraba de pequeño evitaba hacer. Tras cobrarse su venganza, y apartarse de su lado más bondadoso, queda solo. Entre medias, muchos matices: desde su implicación sexual con Capitán Metrópolis a cómo se esboza que a este le interesa más el dinero y las fama que la justicia.
Pero en este episodio no solo importa el qué, también el cómo es especialmente apabullante. El uso del flashback se sofistica a través de la invención de las pastillas de nostalgia: sirven tanto para justificar el propio flashback, como para darle toda esa información a Angela -y más que dársela, hacérsela sentir- y para recordarnos que el mundo de Watchmen es distópico respecto al nuestro. Y la dirección apuesta por el blanco y negro con una clara intención semántica: no solo es un recuerdo, sino que habla de la diferencia cromática de la piel de los implicados, empezando por ese héroe que para serlo debe fingir ser del color opuesto.
En la narración, finalmente, descubrimos cómo el anciano William pudo matar a Crawford y, además, dejamos a Angela despertando de su sueño nostálgico con Lady Trieu a los pies de su cama. En nuestro salón, los ojos como platos y la boca abierta, antes de empezar a aplaudir. Quien no haya puesto Watchmen en su lista de lo mejor del año, que la rompa tras ver este capítulo.
Todas las críticas de ‘Watchmen’
- Crítica: ‘Watchmen’ 1×01 — ‘It’s summer and we’re running out of ice’
- Crítica: ‘Watchmen’ 1×02 — ‘Martial Feats of Comanche Horsemanship’
- Crítica: ‘Watchmen’ 1×03 — ‘She was killed by space junk’
- Crítica: ‘Watchmen’ 1×04 — ‘If you don’t like my story, write your own’
- Crítica: ‘Watchmen’ 1×05 — ‘Little Fear of Lightning’
‘Watchmen’ está disponible todos los lunes en HBO España.
George Michael es la clave de Looking Glass en ‘Watchmen’
Su icónica canción ‘Careless Whisper’ aparece en el quinto episodio con dos versiones distintasfueradeseries.com