Está crítica se ha escrito tras ver la primera temporada completa de Vikingos: Valhalla y contiene spoilers
Puedes pensar que ese «estás tardando» del titular, significa que estás tardando en verla (que si no la has visto ya te digo que no comprendo los motivos que puedes tener) pero, realmente, su significado es que está tardando en regresar.
OCHO capítulos, 8, VIII. ¿A qué estamos jugando? ¿Qué hacemos los fans de la serie con ese último grito desgarrador y sólo 8 capítulos?
Vikingos. Valhalla, al igual que su predecesora, nos muestra un mundo tan contrapuesto al actual en muchos aspectos, que da gloria verlos, se nos hacen cortos y necesitamos más de todos y cada uno de los personajes.
Tras la matanza vikinga por parte de los ingleses, el príncipe Harald Sigurdsson que no tiene aún muy claro si es pagano o cristiano, (en una de estas esperemos se decida), junto a King Canute y el recién llegado desde Groenlandia Leif Eriksson deciden tomarse la justicia por su mano y destruir a todo aquel que diga bollocks.
Allá que emprenden una aventura justiciera cada uno por sus motivos personales. Leif por salvar a su hermana tras matar a un cristiano que la violó, King Canute que quiere conquistar cada vez más territorio y así decide casarse con la reina inglesa, ya que el marido de ella acaba de irse a los cielos y no hay que perder tiempo. Lo que más me gusta son los divorcios: no son necesarios. Te puedes casar sin avisar y allí la antigua esposa creyéndose que aún manda. Maravilloso.
Para colmo de males aparece por palacio la ex-mujer y el padre de Canute, el súper suegro, que considera que su hijo no le llega a la altura y que puede timar a la nueva reina. Este personaje va a dar más lata que el hijo: vamos avisando.
Por su parte, Harald tiene un hermano cristianísimo y entre ellos se traicionan continuamente: uno por el trono y la religión y el otro por amor, la venganza, la justicia y la religión dudosa. De locos.
El muchachillo que se queda como rey en Inglaterra menos mal que muere porque el pobre chaval estaba muerto antes de empezar la serie. Tenía cara de morir. Es ese tipo de personaje con cara de poca suerte.
La reina y nueva mujer de King Canute, es una belleza absoluta, estratega y que da miedito lo que se le pase por la cabeza. A ella no le engañan a su nuevo y flamante marido sí.
Por su parte, Leif es un personaje que nos deja marcados. La historia real de este señor es la siguiente: Leif fue el segundo de los hijos del explorador noruego Erik El Rojo que en 985 fundó el primer asentamiento vikingo en Groenlandia. Pero su padre no es nada comparado con este muchacho. Él fue el que descubrió América, bastante antes que Colón.
Apodado El afortunado (c. 970-c. 1020), fue un explorador vikingo considerado como uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte. La Cámara Legislativa de Wisconsin aprobó un proyecto de ley para hacer del 9 de octubre el «Día de Leif Erikson» en el estado. En 1964, el Congreso de los Estados Unidos autorizó y pidió al presidente que proclamara el 9 de octubre de cada año como «Día de Leif Erikson». Yo voto a favor. No lo conocí, pero este personaje reservado y de ira profunda me recuerda demasiado a Ragnar y ya soy fan absoluta.
Entre todo este entramado de guerras, matanzas y luchas por doquier, tenemos a la elegida: The Last. La hermanísima de Leif se ha convertido en la gran luchadora vikinga, algo que todos esperábamos, porque necesitábamos otra Lagertha en nuestras vidas. Se la conoce como la elegida y nos va a durar tiempo según la profecía. Su destino: salvar Kattegat.
Con ansia de sangre elige a Harald como su nuevo amor y lo tiene prendado (de ahí la cuestión de fe de él), pero yo estoy muy enfadada con esta señora. Veamos: si este señor, que de nariz para abajo es Matthew McConaughey y los ojos son de Jamie Dornan (50 sombras de Grey), te dice que te quiere marcando más tablas que las de los 10 Mandamientos, no le digas: ¿crees que esto es una buena idea? Ahí sacaba yo mi alma vikinga y le soltaba cuatro frescas por muy bien que sepa pelear.
Ahora bien, yo no pienso sufrir sola queridos. Vikingos Valhalla me ha dejado con el alma en un puño, desgarrada y con ganas de más pero con lo que más he sufrido, además de sus escasos episodios, es viendo la foto de lo que era antes ese Harald con el que ahora soñamos.
Este es el ejemplo de que tiempos pasados no siempre fueron mejores, aunque la serie sea de lo más adictiva que hemos visto en mucho tiempo.
VIkingos: Valhalla está disponible en Netflix