Imagen de la serie holandesa ‘Loving Ibiza’.
Entre las series producidas en Europa, parece haber una especie de subgénero que podríamos denominar “vacaciones en España”. Más en concreto, en las playas de la Comunidad Valenciana o en Baleares. Suelen ser comedias que siguen a grupos de británicos, o de alemanes, o de otras nacionalidades del centro y norte de Europa, que pasan el verano en Benidorm o Mallorca, siguiendo todas las peripecias que les ocurren allí.
España es un destino turístico muy popular por aquellos lares porque ofrece sol y playa y un modo de vida más relajado, y si en los informativos alemanes se incluyen las islas Baleares en los partes meteorológicos, tenían que crearse series que estuvieran ambientadas allí.
Es curioso, no obstante, que sea Benidorm el lugar preferido para acoger comedias más o menos gamberras. Hay hasta dos series que llevan el nombre de esa ciudad costera de Alicante, una belga y otra británica. La Benidorm de ITV es una sitcom que saca de sus chistes de los arquetipos no sólo del lugar, sino de los propios turistas ingleses, que se alojan todos en un hotel de playa. La belga no difiere demasiado en su planteamiento.
Las series que sitúan su acción en las Islas Baleares, por su parte, tienden a potenciar más el lado paradisíaco que los turistas ven en ellas. De hecho, en Alemania se emitió brevemente una serie cuyos protagonistas buscaban un futuro mejor en el archipiélago. Mallorca — Suche nach dem Paradies, o Mallorca, la búsqueda del paraíso, era su título.
Y hay una producción holandesa disponible en Netflix que vende una imagen similar de Ibiza. Loving Ibiza sigue a varios holandeses que viven allí, contando sus diferentes historias de amor. Primero fue una película, y acabó convertida en serie por el éxito de público que tuvo, pero no es especialmente destacable. Es un drama romántico ligero, y sí que saca provecho a veces a las localizaciones naturales de la isla, como si fuera un anuncio de alquiler de motos en Ibiza o promoción turística, sobre todo por ese estilo de vida relajado que muestra.
Con la excepción de Loving Ibiza, es raro que estas series lleguen a España. Se producen para el consumo local, para los espectadores que sueñan con irse de vacaciones buscando el sol o los que pueden verse reconocidos en las situaciones presentadas en sus capítulos.