En la región de Trentino-Alto Adigio, al norte de Italia, había un pueblo llamado Curon. Pero la construcción de un lago artificial para su uso hidroléctrico hizo desaparecer a esta localidad bajo el agua; el pueblo se construyó de nuevo a poca distancia, a orilla del lago, y del anterior solo quedó el campanario, erguido sobre la superficie. El lugar, que empezó a tener sus propias leyendas negras, acoge ahora la nueva serie de terror de Netflix.
Se dice que, algunas noches, las campanas de la antigua iglesia de Curon suenan, aunque se quitaron en 1950. Es parte de la leyenda del pueblo, que toma prestada la serie para su trama. En ese lugar pasan cosas raras, que los protagonistas están a punto de vivir en sus propias carnes. Ellos son Mauro (Federico Russo) y Daria (Margherita Morchio), dos adolescentes que se mudan allí con su madre Anna (Valeria Bilello), que era de la zona, pero al poco de llegar esta desaparece. Será entonces cuando los hermanos tengan que buscarla y empiecen a descubrir la oscuridad que esconde el pueblo y sus habitantes.
La ficción, que se estrena en Netflix mañana, 10 de junio, se presenta en su tráiler como un cóctel de elementos clásicos del género del terror, con su sangre, personajes turbios, rincones espeluznantes y hasta algún monstruo con cuernos. Entre sus creadores figura Ezio Abbate, guionista de Suburra, es el creador, junto a Ivano Fachin, Giovanni Galassi y Tommaso Matano.
La primera temporada de ‘Curon’ se estrena el 10 de junio en Netflix.
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