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David Simon, el comentarista social de HBO

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David Simon, fotografiado en Baltimore.

La PBS de HBO. David Simon se ha autodefinido en numerosas ocasiones de esa manera para explicar por qué la cadena de cable básico, que ahora tiene un exitazo monumental entre manos con Juego de Tronos, sigue confiando en él para hacer series que los críticos suelen adorar, pero que nadie ve, ni siquiera los votantes de los Emmy. Toda su carrera se ha centrado ahí. La producción audiovisual de Simon es toda en televisión, y toda en HBO, y si esa asociación se rompiera alguna vez, sí que marcaría el fin de una era.

Ha estado a punto de romperse en varias ocasiones, pero todavía se mantiene. El último producto salido de ella es The Deuce, la serie sobre la creación del porno como industria multimillonaria en el Nueva York degradado de los años 70 que está emitiéndose actualmente en HBO. En ella se aprecian unas cuantas de las características comunes a casi todas las obras de Simon, como son un gran cuidado por el detalle, un interés muy periodístico por ser lo más fieles posibles a la realidad y un seguimiento del componente socioeconómico detrás de todo.

Esas características vienen directamente de la formación de Simon como reportero en el Baltimore Sun, en los 90. Vivió la última gran era de la prensa diaria, antes de que corporaciones de todo tipo compraran las cabeceras y el interés de los ejecutivos pasara a estar en cómo tener historias que puedan volverse virales.

‘The Deuce’ explora la economía del porno
La nueva serie de David Simon para HBO no tiene prisa en contar su historiafueradeseries.com

Los orígenes en Baltimore

Simon, oriundo de Washington, trabajó como periodista entre 1982 y 1995, sobre todo en la sección de sucesos. Su experiencia ahí cristalizó en dos libros, The Corner, sobre un año pasado en un barrio pobre arrasado por las drogas, y Homicidio, para el que Simon estuvo también un año siguiendo a los detectives de Homicidios del turno de noche mientras investigaban los diferentes casos que iban pasando por sus mesas. Unos cuantos de ellos nunca se resolvían y, en los demás, los inspectores tenían que vérselas con gente que mentía automáticamente, aunque no tuvieran nada que ver, porque desconfiaban de la policía.

Homicidio fue la puerta de entrada de Simon en televisión. Ganó un premio Edgar en 1992 y fue muy bien recibido, y sus editores decidieron que podía haber una película interesante ahí. Fue el director y productor Barry Levinson, oriundo precisamente de Baltimore, quien más se interesó y llevó el proyecto a NBC, donde se transformó en la serie Homicidio.

El reparto inicial de ‘Homicidio’. ¿A cuántos actores conseguís reconocer?

El showrunner, Tom Fontana, pidió a Simon que escribiera el guión del primer episodio de la segunda temporada (que hizo junto a su amigo de la universidad David Mills), y el antiguo reportero acabó trabajando como productor en la serie a partir de la cuarta entrega. La serie acabó en 1999 y, casi enseguida, Simon pasó a crear su primer proyecto para HBO, una miniserie de seis episodios basada en su libro The Corner.

Ahí empiezan también a aparecer algunos de los colaboradores más habituales de Simon. Escribió el libro con el ex policía Ed Burns, y Mills fue su colaborador en la miniserie, que es una de las pocas veces en las que Simon ha tenido éxito en los Emmy. The Corner ganó tres en 2000, incluido el de mejor miniserie, y marcó el inicio de la colaboración de Simon con HBO.

‘The Wire’, la obra magna

La primera serie que el guionista creó fue, también, la que se considera su mejor obra y una de las mejores series de la historia, The Wire. Tomando como punto de partida la investigación del trapicheo de droga en las esquinas del oeste de Baltimore, y la violencia asociada a él, la serie va contando en paralelo el trabajo de los policías y de los gangsters que participan todos en “el juego”. Pero va mucho más allá.

La detención del clan de Avon Barksdale es sólo el punto de origen de una exploración mucho más amplia de Baltimore como un espejo de toda la sociedad urbana estadounidense. Con cada una de sus cinco temporadas, la serie se centra en un aspecto diferente (las esquinas, el puerto, la política municipal, el sistema educativo y la prensa) y traza la imagen de un sistema socioeconómico injusto y contra el que nunca se puede ganar.

The Wire, estrenada en 2003, siempre se emitió a la sombra de Los Soprano, que era la serie con más audiencia, mejores críticas y que se llevaba los premios. HBO, de hecho, estuvo a punto de cancelar la serie en la tercera temporada, que fue también el momento en el que los críticos comenzaron a darse cuenta de que la cadena tenía otra joya escondida a la que, hasta ese momento, habían prestado poca atención.

Su cuarta temporada, protagonizada por cuatro chavales de instituto, está considerada una de las mejores que se han hecho nunca, pero The Wire es una serie que sus espectadores han descubierto a posteriori, bien en DVD o bien a través de servicios de VOD. Hasta que terminó, en 2008, muy poca gente sabía de su existencia.

De Irak a Nueva Orleans

Un fotograma de ‘Treme’. (Fuente: HBO)

The Wire colocó a David Simon en la posición de ser uno de los creadores más respetados del medio televisivo. Pasó a formar parte de la trinidad de los David que cambiaron la televisión en HBO (los otros son David Chase –Los Soprano– y David Milch –Deadwood-), y siguió interesándose por asuntos que nunca iban a convertirlo en un guionista de éxitos masivos.

Después de The Wire, por ejemplo, Simon adaptó un libro sobre un periodista de Rolling Stone empotrado con una división de marines durante la invasión de Irak de 2003, Generation Kill, en la que lo que más destacaba era el minucioso retrato de los soldados (y el clima de caos generalizado de dicha invasión), y luego pasó a fijarse en los esfuerzos de reconstrucción de Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina. en 2005.

Ahí había multitud de asuntos que podían tratarse, desde la corrupción en los estamentos policiales a la especulación inmobiliaria con la reconstrucción a la dejadez institucional a la hora de ayudar a los barrios pobres a volver a ponerse en pie, todos entrelazados con las ganas de sus habitantes de devolver su ciudad al esplendor de antes, a recuperar sus tradiciones musicales y culinarias, a resistir los intentos por ignorarlos y subestimarlos.

Treme es una serie aún más minoritaria que The Wire, un fresco de una ciudad durante cierto periodo de tiempo (desde un mes después del huracán hasta la victoria de Obama en las elecciones de 2008) que funcionaba más como una mirada interna al espíritu de resistencia de Nueva Orleans.

Aguantó en antena cuatro temporadas, aunque la última fue bastante más corta que las demás, y por un momento pareció que sería la última serie que David Simon haría en HBO cuando terminó, en 2013.

La última etapa

Sin embargo, parece complicado que algún otro lugar pueda ser un buen encaje para las ficciones de Simon, razón por la que, en 2015, estrenó allí otra miniserie, Show me a hero, sobre una crisis de viviendas sociales en los 80 en Yonkers (Nueva York) que sacó a relucir el componente racista con el que se habían construido muchas de ellas.

Tuvo cierta repercusión porque su protagonista era Oscar Isaac al principio del ascenso a la cima que culminó en Star Wars. El despertar de la Fuerza, y fue el aperitivo de la serie que acaba de estrenar, The Deuce.

Poster de ‘The Deuce’.

El retrato de todos los personajes involucrados en la puesta en pie del porno como una industria que ha acabado colándose por todas partes sigue los mandatos habituales de las series de Simon, y ha conseguido atraer a dos nombres conocidos como James Franco y Maggie Gyllenhaal.

marina

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