María Mera es la guardia civil Rosa Vargas, protagonista de la serie. (Fuente: CTV)
La pasada primavera, Netflix estrenaba un top 10 de las series más vistas en el Reino Unido que era un primer paso hacia esa mayor transparencia con los visionados de los contenidos en su plataforma que sus ejecutivos llevaban tiempo preconizando, más allá de los datos ofrecidos en sus asambleas de accionistas. Aquel top 10 inaugural mostraba las series y películas más vistas en las islas británicas durante el mes de abril y, en realidad, se dividía a su vez en varias listas diferentes que separaban series, películas, documentales y series en idiomas que no fueran el inglés. Y ahí, en la séptima posición, aparecía Bitter daisies, título internacional de O sabor das margaridas.
Traducida al castellano como El sabor de las margaritas, era la primera ficción en gallego que entraba en el catálogo de Netflix y, además, un ejemplo de esa segunda vida que unas cuantas producciones de canales autonómicos están encontrando en el gigante del streaming. El acuerdo preferencial de TV3 con la compañía ha facilitado que estrenos suyos como Si no te hubiese conocido (Si no t’hagués conegut) o Las del hockey lleguen a un mercado mucho más amplio, y thrillers como La víctima número 8 o la propia El sabor de las margaritas pueden verse también más allá de ETB y Telemadrid y TVG, respectivamente.
El caso de la serie gallega, no obstante, es un poco distinto, precisamente, porque ninguna otra ficción en ese idioma había entrado en Netflix hasta ese momento. Y el éxito pilló a sus responsables un poco desprevenidos aunque, como señala Alberto Domínguez Ojea, uno de sus productores ejecutivos, esperaban que en países con presencia de emigración gallega tuviera buena acogida. “Nosotros mirábamos de reojo a Latinoamérica, la verdad”, explica en conversación telefónica: “Netflix no comparte ningún dato, así que estábamos mirando a través de redes cómo se comportaba y cómo la seguía la gente. Nos esperábamos, de cierta manera, que viajase bien en Latinoamérica, Chile, Argentina, por la población gallega que hay por allí”.
La sorpresa de verdad fue encontrarse en ese top 10 de las series en lengua no inglesa más vistas en el Reino Unido: “No son los ingleses ni los americanos muy tendentes a ver algo en idioma que no es suyo. Entonces, saber que ven la tuya, que encima es en gallego, que es un idioma que no creo que supieran lo que estaban escuchando, pues nos dio una alegría enorme”.
Además, poco después de que se publicara el listado, los responsables de El sabor de las margaritas recibían la noticia de que había sido renovada por una segunda temporada, algo en lo que, tal vez, tuvo cierto peso esa segunda vida encontrada en Netflix. Los nuevos episodios comenzaron su rodaje esta misma semana, con la teniente Rosa Vargas afrontando un nuevo caso que, en esta ocasión, la llevará de las zonas rurales de Galicia a Santiago de Compostela.
“Queríamos hacer una segunda temporada más fuerte, más potente, seguir un poco con la temática y desarrollar más al personaje principal”, señala Domínguez Ojea. Los seis episodios que tendrá estarán escritos por Ghaleb Jaber Martínez, Eligio Montero y Raquel Arias, y el productor puntualiza que ya tenían una idea de lo que querían narrar en la segunda temporada cuando presentaron a TVG la primera: “Estaba más o menos decidido hacia dónde íbamos a ir, porque cuando presentábamos la primera temporada nos pidieron una segunda. Queríamos hacer algo más dinámico, más urbano, queríamos meter un poco más de tramas y queríamos desarrollar más al personaje principal”.
En la primera temporada, la teniente Vargas investigaba un caso de una desaparición que destapaba una trama de prostitución y secretos que empozoñaban la vida de un pueblo teóricamente tranquilo, y la segunda mantendrá las señas de identidad que le granjearon todo un público nuevo fuera de Galicia. Porque aunque su éxito internacional fuera inesperado, Alberto Domínguez Ojea sí cree que se ha dado un cúmulo de factores que ha contribuido a que los suscriptores de Netflix le dieran una oportunidad.
Imagen del rodaje de la segunda temporada. (Fuente: CTV)
Dichos factores son su género, el ritmo al que se cuenta la trama y la relevancia que han adquirido en los últimos tiempos las series españolas. El productor puntualiza que el noir “es un género en sí que viaja muy bien”, como prueban todos los salidos de Escandinavia. En cuanto al tempo, explica que “creo que 70 minutos, que es algo muy poco convencional, nosotros lo hemos llevado relativamente bien. Presentamos la trama de forma pausada. Esto nos da los toques de cine negro”. Y luego está el “efecto llamada” de las ficciones españolas que están triunfando en Netflix, especialmente en Latinoamérica.
En sus propias palabras, “me dijeron una vez que, a raíz de Velvet, empezaron en Sudamérica a querer más series en castellano, porque antes no les gustaba el acento castellano. Tenían una asociación negativa. En el momento en el que una serie rompe y demuestra que de ese sitio salen cosas de calidad, la gente ya lo está escuchando, lo percibe de otra manera”. El éxito de una es, de algún modo, el éxito de todas.
‘El sabor de las margaritas’ está disponible en Netflix. Su segunda temporada se estrenará en TVG a lo largo de 2020 y podrá verse después en la plataforma de streaming.
Crítica: ‘El sabor de las margaritas’, una de “galego noir”
Crítica: ‘El sabor de las margaritas’, una de “galego noir”fueradeseries.com