Marta Hazas y Javier Veiga, en la premiere de ‘Pequeñas coincidencias’ en Madrid. (Fuente: Amazon)
La primera serie original de Amazon Prime Video en España es una colaboración con Atresmedia Studios que quiere reivindicar el género de la comedia romántica. Se trata de Pequeñas coincidencias, serie creada por Javier Veiga, y protagonizada por él y Marta Hazas, en la que Veiga interpreta a un soltero empedernido y Hazas, a una mujer que acaba de dejarlo con su novio y que, aunque no se conocen, ambos albergan el deseo de ser padres.
Redes sociales, la presión de la vida moderna en la decisión de formar una familia, los diferentes caracteres de los dos protagonistas y el aroma de las rom-com de los años 90 impregnan una serie que Veiga y Hazas pusieron en pie siendo los productores y rodando primero un capítulo piloto de presentación para las cadenas, una maniobra muy poco habitual en España.
Así es como recalaron en Atresmedia Studios y, de allí, a Amazon Prime Video, que estrena la comedia hoy en primicia. Más adelante podrá verse en Antena 3, aunque no se han dado a conocer estimaciones de fechas. Javier Veiga y Marta Hazas hablaron con Fuera de Series, en la presentación del proyecto, sobre las influencias a la hora de crearlo, el estado actual de la comedia en España y por qué quisieron lanzarse a la piscina de la producción.
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Javier Veiga: Yo soy hijo de autónomos y siempre me ha gustado contar las cosas en primera persona, estar en toda la parte del proceso de un producto. En este caso, implicarte realmente hasta el final en todo es la mejor manera de cuidar los productos y es una cuestión directamente de necesidad: si tú quieres tirar del carro, la mejor manera es estar dentro del carro. Queríamos estar en la producción por necesidad, por querer contar esto en primera persona en todos los sentidos. No es una cuestión económica, es una cuestión de que queremos que salga y para ello vamos a tirar con todo lo que tengamos, y si hay que producir, pues hay que producir.
Marta Hazas: Yo también vengo de familia de autónomos, y quería construir esto con Javi porque me parece una manera bonita de crecer en la profesión, de poder decir que tenemos esto que contar y queremos decirlo a nuestra manera. La única manera de hacer las cosas como uno quiere es siendo su propio jefe y rodearse luego de buenos apoyos. En ese sentido, era un riesgo que quería tomar.
¿Os dio un poco de vértigo producir el piloto y luego pensar “si esto ahora no lo quiere nadie, ¿qué hacemos con este piloto”?
J.V.: Comérnoslo (risas). Era parte del riesgo. Nosotros teníamos claro que queríamos montar una productora, ya habíamos producido teatro antes, y el riesgo había que tomarlo. Pero creo que, en el fondo, no es nada distinto de quien monta un bar y, si no entra gente, tiene que cerrarlo. Tal cual se lo dije a Marta, esto es un riesgo que toma cualquier empresario. Lo que pasa es que la ficción parece una cosa más rara, más intangible, como si no fuese algo tan normal como cualquier emprendedor que emprende algo y, si le va mal, cierra.
M.H.: De hecho, para crecer en nuestra profesión, la gente se paga cursos, y ya te aseguro que hacerte un piloto por tus propios medios, aprendes lo que no está escrito, a todos niveles. Entonces, me dije “mira, como experiencia vital, en vez de gastármelo en un coche”…
J.V.: Hubiese sido un curso bastante caro, también te lo digo (risas).
‘Pequeñas coincidencias’ es una comedia romántica y, además, tiene el tono de las que se hacían en el cine de toda la vida, incluso las que en los 90 protagonizaban Meg Ryan y Tom Hanks. ¿Ese tono es buscado o salió así?
J.V.: No intentábamos copiar nada ni imitar nada pero, al final, copias lo que está en tu cabeza. Yo soy un gran fan de las películas de Richard Curtis, es un maestro de la comedia romántica, y siempre me han gustado. Es verdad que, hoy en día, él las haría distintas, pero supongo que eso, sin querer imitar Love Actually, me encanta Love Actually y supongo que algo de eso hay aquí. Por otro lado, en otra parte muy distinta, me encantan las comedias de Judd Apatow, que es otro tono muy distinto, y algo de eso habrá aquí, pero no porque yo haya querido copiarlo, sino porque lo habré copiado sin querer, o me habrá influido sin querer. Y, al final, yo hago las cosas que a mí me gustaría ver. Supongo que de ahí tiene referencias. Es verdad que es una comedia romántica clásica en lo formal y tiene ese recuerdo, ese glamour. De hecho, no queríamos escapar de él, sino al contrario, queríamos jugar a ese rollo de la pareja.
Fuente: Onza Entertainment/Amazon
M.H.: Y el empaque, que veas una serie bonita con una parte técnica importante. Y luego hay algo que es que, cada vez que ponen una comedia romántica, que ponen Pretty Woman en la tele, es que la ves, caes. Y yo, como actriz, estaba “me encantaría hacer una comedia romántica de esas, tipo Dirty Dancing, Pretty Woman”. Pues ya me la hago yo. O lío a Javi (risas).
J.V.: Una comedia romántica puede ser muchas cosas, puede ser más cómica, menos cómica, más canalla, menos canalla… Pero lo que tiene que haber es que tienes que querer que los protas se junten. Esto es lo que define cualquier comedia romántica. Tienes que crear esa pareja y generar eso en el espectador. Esa expectativa tiene que estar.
Últimamente hay también muchas comedias que giran alrededor de la paternidad, bien porque sus protagonistas tienen hijos, y su vida es un desastre, o porque quieren tenerlos, pero no saben cómo o no encuentran la oportunidad. ¿Por qué creéis que se ha puesto tan de moda este tema?
J.V.: Porque antes no existía. Antes, la gente tenía hijos y ya está. (En la generación de) mis padres, todo el mundo tenía hijos, no existía la duda, no se preguntaba a otro “oye, ¿tú vas a tener hijos?” No existía ni la pregunta.
M.H.: La pregunta que existía era “¿pasa algo?” si la gente no los tenía.
J.V.: O cuántos vas a tener, como mucho, era cuántos. Ahora mismo, se ha convertido en una duda, es un tema nuevo. Esta duda ha llegado a nuestra generación, qué hacemos con esto, y escribimos de ello porque no sabemos qué hacer con esto.
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La comedia, creada por Javier Veiga, iniciará su rodaje durante el veranofueradeseries.com
M.H.: ¿Sabes lo que pasa? Creo que la comedia es algo que, sobre el papel, es muy difícil de leer porque es muy difícil encontrar el tono. Tú llegas con un papel a un despacho y la persona que lo esté leyendo, depende de cómo esté, lo lee de una manera u otra, y hay cosas que son difíciles de explicar. Por eso también fue la decisión de hacer el piloto, porque Javi tenía una idea muy clara del tono que le quería dar a la serie. Igual se ha evolucionado menos porque la figura del showrunner también es más novedosa; antes, la gente que tomaba las decisiones sobre qué proyectos se llevaban a cabo no estaban tan implicados en los contenidos, igual eran otro tipo de decisiones.
Al ir cobrando, en España, cada vez más importancia la figura del showrunner, alguien que está controlando un producto como es la comedia, que es muy difícil de hacer porque todos lloramos por lo mismo, pero cada uno se ríe de una cosa, creo que tener una cabeza pensante, alguien que aglutine todo eso y cree un producto desde un punto de vista hace que sean productos con empaque que vayan mejorando y vayan solucionando ese tema.
J.V.: Creo que ha llegado más tarde, también, al mundo de las comedias porque hay miedo a cambiar. En las comedias, lo que funciona es esto, y se tenía muy claro lo que funcionaba en comedia, que era verdad y funcionaba muy bien. Hay series que siguen funcionando muy bien, fíjate en La que se avecina, que lleva veinte años en antena y la gente sigue viéndola hasta 65 veces, con lo cual, es un producto innegable. ¿Por qué vas a cambiar un producto que funciona tan bien?
Fuente: Onza Entertainment/Amazon
Ahora se están haciendo otro tipo de series que también pueden llegar a funcionar, pero todavía no está demostrado que funcionen, con lo que hay que ver si funcionan o no o si realmente no hay público para otro tipo de comedia. Se han estrenado, de repente, muchos tipos de comedia distintos; Arde Madrid es una comedia distinta, o Capítulo 0, Mira lo que has hecho o Vergüenza. Son series que se van probando, y menos Arde Madrid, que sí parece que ha sido un éxito, todavía es pronto para verlo. Falta eso, que haya productos que cambien cosas. También parecía que el thriller en España no funcionaba, y viene La casa de papel y se convierte en un hito mundial. Las cosas cambian despacio y encuentran su público o no.
De todo este proceso que habéis vivido con la serie, desde montar el piloto hasta hacerla para Amazon, ¿con qué os quedáis de todo?
M.H.: Genera mucho mono, genera mucha adrenalina y ya no puedes parar. Te pica una vez el gusanillo de esto y ya sólo quieres (pensar) “ahora qué hacemos, qué es lo siguiente”.
J.V.: Para mí, ha habido momentos de mucha emoción. De hecho, hubo un día en la que rodamos en la Escuela de Arte Dramático, en la que yo estudié, e hicimos un aeropuerto, porque hay un hall enorme. Y hubo un momento en el que entré allí e hice un viaje a mis 20 años mientras veía a 200 personas trabajando, figuración, y fue un momento de emoción, de pensar “la que he liado”. Eso engancha mucho, poder contar historias y que algo que tú piensas en tu cabeza y todo este proceso, hasta llegar a esos 200 que había allí, de repente se me saltaban las lágrimas.
M.H.: Rodamos en Cibeles, en la fuente de Cibeles, y también tuve ese momento de salirte de ti misma y verte cuando llegas a Madrid, a la Escuela de Arte Dramático, y decir “todo este lío lo hemos montado y se ha materializado”. De pronto, te da vértigo.
‘Pequeñas coincidencias’ se estrena hoy en Amazon Prime Video.