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‘Félix’ se acuerda de ‘La caja 507’

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Leonardo Sbaraglia, en un capítulo de ‘Félix’. (Fuente: Lucía Faraig/Movistar+)

El punto de partida de Félix, la serie que Cesc Gay ha escrito y dirigido para Movistar+, puede ser la búsqueda de una mujer que su protagonista conoció brevemente, pero de la que está enamorado. Sin embargo, lo que se acaba contando de fondo es una historia bastante más compleja, un entramado de corrupción y crimen organizado que le viene muy grande a Félix, y que él ni se imagina cuando empieza la serie.

Cesc Gay ha reconocido la influencia de algunas películas de Alfred Hitchcock en la creación de Félix, que se presenta con un tono derivado de la personalidad inocente y romántica de su personaje principal, pero en uno de sus capítulos hay un guiño que la sitúa en la línea de otras series y películas españolas que han tratado la corrupción política: La caja 507.

La referencia pop: ‘La caja 507’ en ‘Félix’

En un episodio hacia el final de la serie, Félix tiene que ir a un banco a buscar una caja de seguridad, numerada con el 507. Sería demasiada coincidencia que ese número no fuera un homenaje a la película que Enrique Urbizu estrenó en 2002, pero Gay asegura que lo es.

Para rodar esa escena necesitaban un decorado de la cámara de una entidad bancaria donde se guardan las cajas de seguridad, ya que en una real no se permite grabar. Gay se enteró que en Tarragona existía ese decorado, construido específicamente para La caja 507, y decidieron no tocar nada de él. Hasta se quedaron con esa misma caja de seguridad construida para la película. “Fue una casualidad, pero así también hacíamos un homenaje a la película de Enrique”, cuenta el director.

La caja 507 contaba la historia del director de una sucursal de un banco en la Costa del Sol que un día se queda encerrado en la cámara de seguridad mientras unos atracadores roban todas las cajas. Esperando a que vayan a sacarlo de allí, el hombre mira dentro de una de ellas, la número 507, y descubre que el incendio forestal en el que murió su hija no fue accidental.

Antonio Resines y José Coronado eran los protagonistas de esta película que desvelaba un entramado de corrupción urbanística a gran escala y que ganó dos premios Goya en 2003.

marina

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