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Héctor Lozano: “‘Merlí’ es una serie gay, pero ‘hetero-friendly’”

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El creador charló con nosotros en el rodaje en la Universidad de Barcelona. (Fuente: Movistar+/Daniel Carmona)

Su serie tiene éxito en lugares a los que él ni sabía que se había distribuido. Después de un año oxigenándose, Héctor Lozano volvió a escribir Merlí, pero no como siempre. Esta vez, el guionista estaba firmando un spin-off, Merlí: Sapere Aude, para Movistar+. Dice que no lo hizo antes porque nadie se lo había pedido. Parece mentira que la industria tardara tanto en darse cuenta de que una historia derivada del éxito intercontinental de TV3 era una apuesta segura.

El guionista maneja un artilugio poderoso, querido en España y venerado en Argentina, pero también complicado. La serie original, un constante alegato en defensa del espíritu crítico y de la vida plena y libre, generaba cierta fricción cuando ahondaba en las correrías de Merlí, el lujurioso profesor que le daba nombre. Su figura, hipermasculinizada y condescendiente, era a veces la antítesis de la deconstrucción a la que invitaban el resto de elementos. “Pero es que ese es un contraste muy guapo”, replica el guionista. “Para mí, al menos”.

Hace ya tiempo que la repercusión de Merlí se escapó de las manos de su creador. Tras la emisión de las temporadas originales en TV3, por ejemplo, crecieron las matrículas en Filosofía en la Universidad de Barcelona (donde el pasado verano se rodó la primera temporada de este spin-off). Por eso, en la privacidad de una esquina de uno de los pantanosos claustros de la UB, en pleno rodaje, quisimos arrear el caballo desbocado de vuelta a su dueño y que nos explicara cómo pueden convivir Merlí y lo queer en un mismo universo.

“Los personajes tienen arcos, aprenden cosas y algunas veces, al menos a Merlí, alguien les tiene que poner en su sitio. Creo que estaba jugado así, y así me gustó hacerlo. El del primer episodio no es el mismo Merlí que el del capítulo 40”, aclara el guionista. El papel de docente carismático lo cubrirá en la nueva serie María Pujalte, que interpretará a la catedrática María Bolaño. El hecho de que la nueva gran profesora sea una mujer, insiste Lozano, no tiene nada que ver con un desagravio de las merlinadas ni con la corrección política: “No sé qué decirte, me salió así”.

De Merlí a Pol Rubio

La evolución del personaje de Francesc Orella, heterazo voraz al principio y más deconstruido hacia la última de las tres temporadas que tuvo la serie madre, era además una rampa de lanzamiento para la otra estrella del reparto. Pol Rubio, el personaje de Carlos Cuevas (protagonista del spin-off), compartía con su mentor esa coraza de bravuconería tabernaria, pero se escindió hacia una sexualidad más compleja y menos hegemónica. Esa, según comenta Lozano, será otra de las vetas a explotar por la nueva serie.

“Bueno, es que Merlí es una serie más gay que hetero. Es una serie hetero-friendly. Por el tono, no solo porque salgan gays. Por el tono y porque se nota que hay un gay detrás [ríe]. El tema de la libertad sexual siempre fue superimportante en esta serie, y aquí continúa. Y además con el protagonista, que todavía le da más visibilidad”. Parece que el alma de la serie se mantendrá intacta de cara al spin-off, más allá de cambios en lo económico (“TV3 té el pressupost que té”) y en los escenarios, con una Barcelona más reconocible, “bonita y fea a la vez, que es lo que es”.

La relación de Pol y Bruno sigue bajo los focos. (Fuente: Movistar+/DanielCarmona)

La ‘nouvelle vague’ como referente

Menna Fité, que dirigirá los episodios, dio un apunte muy relevante al respecto. Al preguntársele por sus referentes de cara a realizar esta temporada, el director señaló a la nouvelle vague francesa, una entelequia mucho más revolucionaria en lo tonal y temático que en lo formal. La luminosidad (física y emocional), el canto a la vida y a la libertad, la ruptura de tabúes y el momentum imparable de la juventud trazan un puente entre la serie de Lozano y los nuevos cines europeos. Si Merlí sublimaba algo de entre todos sus temas, eso era la juventud como cualidad última.

“De todas formas, el target de Merlí era mucho mayor. Joder, no la vio solo la gente de 20 años”, rechista Lozano. “Me he encontrado a gente de 60 o 70 que la seguían. Es una serie que trata de adultos a todos, así que la puede ver todo el mundo”. Es innegable, sin embargo, que la serie original sintonizaba muy bien con los jóvenes. “Sí claro, por identificación y tal, pero…”. Completo su silencio con un sureño “Y ya de ahí p’arriba”, que reproduce y suscribe, divertido, en su socarrón acento catalán. “Pero no era una serie para adolescentes; y esta, menos”.

Creo que Merlí: Sapere Aude es mejor serie que Merlí en muchos aspectos, y eso no significa que la otra no me guste”. Insiste en que también incluya lo siguiente, como un padre preocupado por que el primero de sus retoños pudiera sentir celos del menor: “Merlí me encanta, pero esta tiene un tono que me atrapa más; y creo que el espectador, que también habrá madurado un poco, lo agradecerá. Y coincido con mucha gente del equipo [Veranda TV, el mismo que se encargó de ejecutar para TV3 las tres temporadas de la hermana mayor]. No sé, es una serie más intensa. Creo que yo también he aprendido un poco”.

‘Merlí: Sapere Aude’ se estrena el 5 de diciembre en Movistar+.

La importancia de una mentora mujer en ‘Merlí: Sapere Aude’
La figura del filósofo de la serie original era tan descaradamente masculina que la nueva profesora será un soplo de…fueradeseries.com

antonio

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