Jon Nieve se prepara para la gran batalla contra Ramsay Bolton (Fuente: HBO)
Sí, la cuenta atrás hasta la penúltima temporada de Juego de tronos ya ha empezado, y en Fuera de Series vamos a celebrarlo con un post diario en el que repasaremos diferentes aspectos de la serie. Así, la espera hasta el 17 de julio, cuando veremos los nuevos episodios en HBO España y Movistar+, será más llevadera.
Hasta que llegó el musical Hamilton, Juego de tronos era, de lejos, lo más referenciado en las series estadounidenses. Se pueden encontrar menciones a ella en comedias como Parks and recreation o en dramas legales como Suits, y es más fácil que algún personaje amenace a otro con un “los Lannister mandan recuerdos” que con un estándar “te voy a partir la cara”.
Juego de tronos no puede hacer referencias a sí misma, pero sí incluye guiños a otras obras que han influido a sus creadores o de las que son fans. Por ejemplo, David Benioff y D.B. Weiss adoran a Monty Python, así que es habitual encontrar pequeñas referencias a películas de ese grupo cómico inglés aquí y allá.
La más evidente y, al mismo tiempo, más oscura llegó en la cuarta temporada, en el tercer episodio. Daenerys llega ante las puertas de Meereen dispuesta a conquistarla, y el enfrentamiento acaba reducido a un combate entre Daario Naharis y el campeón de la ciudad que sus gobernantes elijan. Ese campeón insulta a Dany y Daario antes de la pelea y hasta orina en el suelo (en su dirección aproximada) para demostrar su desprecio, pero lo más divertido es que sus insultos provienen directamente de Los caballeros de la mesa cuadrada.
D.B. Weiss pidió al lingüista encargado de crear los idiomas de la serie que tradujera al valyrio la frase “tu madre fue un hámster y tu padre olía a bayas de saúco”, uno de los insultos que los soldados franceses le dicen al rey Arturo en la película. Además, en el piloto de Juego de tronos se utilizó el castillo de Doune, en Escocia, el mismo que los Monty Python emplearon en Los caballeros de la mesa cuadrada.
Una referencia un poco más de culto fue la que Miguel Sapochnik siguió para dirigir la batalla de los bastardos que centraba el noveno episodio de la sexta temporada.
Esa batalla tenía que ser la mayor y más brutal que la serie había intentado nunca, así que Sapochnik se inspiró en combates reales, como el de Aníbal contra las legiones romanas en Cannas, y en Ran, película de Akira Kurosawa que muestra una sangrienta y aparentemente caótica toma de un castillo, entre otras batallas.
Sapochnik también se encargó del último capítulo, Winds of winter, que arranca con un montaje paralelo entre el juicio a Margaery y Loras y lo que Cersei está preparando para hacerlo saltar todo por los aires. ¿La gran influencia para esa escena? El montaje paralelo de El padrino entre el bautismo del hijo de Michael y el asesinato de sus enemigos.
Ésta es la escena de Juego de tronos.
Benioff y Weiss hasta han tirado de sus estudios universitarios. Los dos se conocieron cursando sendos masters en literatura irlandesa en Dublín, con Benioff escribiendo su tesis sobre Samuel Beckett y Weiss, sobre James Joyce, así que no es de extrañar que, en la cuarta temporada, incluyeran un clarísimo homenaje a Esperando a Godot, la obra de teatro más conocida de Beckett.
Arya y el Perro se encuentran en un camino con un hombre moribundo. Éste estaba interpretado por un actor teatral veterano de las obras de Beckett, Barry McGovern, y los diálogos que intercambian los tres están muy inspirados en el dramaturgo irlandés.
Hombre: A lo mejor nada es peor que esto.
Arya: Nada no es mejor o peor que otra cosa. Nada es simplemente nada.