¿Y por qué no iban a poder saltarle los dientes a Leonor? (Fuente: Movistar+)
En Movistar+ saben hacer cumplir la disciplina de partido. Cuando les llegó la historia que luego se convertiría en Nasdrovia, su nueva serie original con Leonor Watling y Hugo Silva, parecía lógico que las cosas siguieran el curso marcado por su encarnación anterior, la novela en la que se basa la ficción. En El hombre que odiaba a Paulo Coelho, de Sergio Sarria, es el personaje masculino de la pareja protagonista el que lleva la voz cantante. Todo normal. Pero una vez comenzaron a gestarse los guiones, la plataforma hizo la pregunta que daría la vuelta a la tortilla: “¿Y por qué no lo hace una chica?”
Asumir como lo común que los protagonistas de las narraciones sean hombres, explican Susana Herreras y Rafael Taboada, responsables de ficción original de Movistar+, es un efecto de la inercia. “Es un tema que sale siempre cuando hablas con guionistas”, explica Herreras. “Se tiene la percepción de que un personaje masculino es para todo el mundo y un personaje femenino es para chicas. Estamos intentando ser muy conscientes para que estas cosas no pasen”.
Lo mismo podría haber ocurrido con Nasdrovia de seguir a rajatabla la versión de la novela. El protagonista del libro, Julián, parte de una matizada posición de poder respecto a su contrapartida femenina, Edurne, y muestra una mirada condescendiente que le lleva, por ejemplo, a husmear entre los discos distinguidos que tiene la chica con la que se acaba de acostar hasta encontrar ese álbum pop que la delate como una impostora, al contrario que él, connoiseur de la buena música. Este retrato caricaturesco era una opción de personaje válida, pero no lo que Movistar+ andaba buscando. “Hubo conversaciones sobre que en Nasdrovia iba a haber una pelea brutal en la que saltan dientes, y que no podíamos hacer eso con Leonor”, confiesa Herreras. “Y siempre decíamos ¿y por qué no? Tiene muchísima gracia”.
Taboada aclara que esta política de hacerse preguntas viene como anillo al dedo a las pretensiones de Movistar+: “Para nosotros es fundamental el punto de vista de los creadores. Si no queremos tener un solo punto de vista, tenemos que abrirnos. Y lo hacemos con plena consciencia del beneficio que nos reporta el tener diferentes voces contando historias en diferentes géneros”. Algunos de estos profesionales, sin embargo, no terminaron de entender la dinámica. “Como les decíamos a los creadores que nos pasaba esto, volvían con series sobre la primera mujer que estudió medicina en no sé dónde”, lamenta Herreras. “Queremos que nos cuenten historias universales donde las chicas sean protagonistas”
Los productores no tienen la percepción de que el grueso de la ficción de Movistar+ sea demasiado masculino, pese a que series como Los espabilados o Antidisturbios, más próxima, cuenten con una o ninguna mujer entre sus numerosos protagonistas. “La protagonista”, puntualiza Taboada, refiriéndose al grupo de policías de la serie de Sorogoyen, que capitanea una agente. Herreras explica que “hay más chicos porque esa es la realidad de los antidisturbios, pero en SKAM o Vida perfecta hay más chicas”. Taboada completa: “Parte de nuestra responsabilidad, y lo que nos puede ayudar a marcar la diferencia, es incluir no solo mujeres protagonistas sino personas de diferentes religiones, niveles socioeconómicos, razas… y que eso nos acerque poco a poco a un punto en el que haya tanta diversidad que sea una norma”.
Premio CIMA a la igualdad
Otra pata fundamental del plan por la igualdad de la plataforma es la presencia de mujeres tras las cámaras, y no solo frente a ellas. Como tótem de ese ideal del equipo técnico diverso, la tercera temporada de SKAM España recogió hace unos días el III Premio CIMA TV FesTVal de Vitoria a la Igualdad 2020, que galardona la dirección de Begoña Álvarez Rojas y los guiones coordinados por Estíbaliz Burgaleta como garantes de valores feministas.
Aunque es una crítica algo raída, todavía pesa que los primeros pasos de Movistar+ se apoyasen en el prestigio de grandes nombres del audiovisual, una estrategia poco proclive a hacer saltar voces desconocidas con talento para la narración. Herreras cree que la plataforma se ha enmendado por el camino: “Leticia Dolera ahí hizo un trabajo increíble en Vida Perfecta. Compartió su hueco como directora con otras chicas a las que, hasta ese momento, nadie se había atrevido a dar una oportunidad. Ahí estaba, por ejemplo, Ginesta [Guindal, que desde su participación en Vida perfecta ha estado en El vecino, de Netflix, y Drama, de Playz]. Luego nos la han quitado de las manos. Dar hueco a gente joven, no solo a mujeres, nos gusta mucho y cada vez lo vamos a hacer más”.
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Movistar+ factura con la perspectiva suficiente un pastiche irresistible del que tiran Leonor Watling y Hugo Silvafueradeseries.com