Freema Agyeman, Ben Daniels, Bill Paterson, Harriet Walter, Bradley Walsh y Jaime Bamber, protagonistas originales de ‘Law & Order UK’
Uno de los pilares de la televisión británica son las series de policías. Sólo en lo que queda de esta semana, en las principales cadenas en abierto se verán títulos como Testigo mudo, Father Brown, Crimen en el paraíso o Vera, todas series policiacas en las que forenses, curas detectives (creados por G.K. Chesterton), policías de islas tropicales o mujeres detectives de cierta edad resuelven un crimen diferente en cada episodio.
Si se estrena un título nuevo de este género, lo más habitual es que esté protagonizado por un inspector encargado cada semana de investigar un asesinato. Así lleva emitiéndose desde 1998 Midsomer Murders, por ejemplo. Y así se entiende que, en 2009, la cadena ITV se animara a producir un remake en el Reino Unido de la venerable Ley y orden, que entonces todavía estaba en emisión y que a punto de estrenar un spin-off ambientado en Los Ángeles.
Law & order UK es el título que recibió esa versión británica, aunque en España se emitió en AXN como Londres: Distrito Criminal, y con ese título pueden encontrarse también sus cuatro primeras temporadas en Amazon Prime Video. Eso sí, no hay que confundirse con una película de 2013, protagonizada por Gabriel Byrne, cuyo título español también fue ése.
Lo más curioso es encontrarse ahora con todos los nombres involucrados en el proyecto en sus primeras temporadas, empezando por su showrunner, Chris Chibnall. Chibnall es el nuevo productor ejecutivo de Doctor Who, responsable de que el Doctor vaya a ser, por primera vez, una mujer, y cuando pasó a encargarse del remake de Ley y orden venía, precisamente, de Torchwood, spin-off de la serie de ciencia ficción.
Chibnall tenía a su disposición guiones de episodios de las primeras temporadas de la serie estadounidense para trasladar a Londres, y eso fue lo que hizo. Se adaptaron los casos al sistema judicial británico y a las particularidades sociales y del trabajo policial de la capital inglesa. En Londres: Distrito Criminal siempre veíamos, por ejemplo, a los inspectores encender la grabadora al empezar los interrogatorios y tiraban constantemente de los miles de cámaras instalados por las calles durante la época de los atentados del IRA para buscar sospechosos.
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Peter Davison (izquierda) se incorporó como nuevo jefe de los fiscales en la quinta temporada.
Todo el reparto estaba compuesto por nombres muy conocidos en el Reino Unido, y alguno de ellos dieron luego el salto a proyectos que los han hecho famosos también fuera de sus fronteras. Bradley Walsh, por ejemplo, había tenido como trampolín el veterano culebrón Coronation Street, y Chibnall se lo ha llevado a Doctor Who como uno de los acompañantes de Trece. Jaime Bamber venía de Battlestar Galactica, mientras Harriet Walter es una reputada actriz de teatro y televisión.
En el lado del orden, Ben Daniels puede ser muy conocido ahora por la serie de El exorcista, pero es sobre todo un intérprete teatral muy bien considerado. También Bill Paterson, quien daba vida a su jefe, es otro veterano de la escena y al audiovisual británico, mientras Freema Agyeman se había hecho famosa como la acompañante de Doctor Who en la tercera temporada. Ahora se la puede ver en Sense8.
La conexión con la TARDIS de Londres: Distrito Criminal no se acabaría ahí. Uno de los rasgos definitorios de la franquicia es el cambio en el reparto principal sin que se resienta al conjunto, así que, en la quinta temporada, Peter Davison entró a sustituir a Bill Paterson al frente de los fiscales. Davison había sido el Quinto Doctor en los 80.
Bradley Walsh fue el único actor que se quedó toda la serie.
Londres: Distrito Criminal no es la serie de policías más innovadora del mundo. Para empezar, sus episodios adaptan los guiones de la Ley y orden original. También mantiene la querencia de esa franquicia por rodar en la calle, lo que le da un toque distintivo al moverse por Londres, y lo que sí consigue es construir dinámicas muy entretenidas entre sus personajes, sobre todo en su pareja de policías, y en la relación que tienen con el personaje de Agyeman.
Ahí es donde se encuentra el truco para acercarse a la serie. Las temporadas son cortas, de 6–7 episodios, y casi siempre buscan que los casos no se cierren limpiamente. Siempre quedan secuelas de algún tipo en los personajes, ya sean emocionales o incluso físicas, en casos más extremos. Y acaba transmitiendo bastante bien el espíritu de la Ley y orden original, sin malvados psicópatas ni grandes cerebros del crimen, y con unos policías y fiscales que sólo intentan hacer bien su trabajo.
Las cuatro primeras temporadas de ‘Londres: Distrito Criminal’ están disponibles en Amazon Prime Video.