(Fuente: Mike Yarish/Netflix)
Padres forzosos fue de esas comedias que marcó una década. Amable, divertida y muy para todos los públicos, vio sus años de gloria en los noventa y nos regaló a las gemelas Olsen, aunque por aquellos entonces algunos aún creíamos que eran un solo bebé. Hace tres años, Netflix nos sorprendía con su spin-off, se llamaría Madres forzosas y estaría protagonizado por los antiguos niños. Esta vez, eso sí, sin Ashley y Mary-Kate, pero con un montón de referencias a ellas. Contra todo pronóstico (o porque sus adoradores abrazamos el título con todos sus defectos), hoy se anuncia el lanzamiento de la temporada 5. Y que va a ser la última.
La premisa no es muy arriesgada, D. J. Tanner-Fuller enviuda prematuramente quedándose sola con sus tres hijos, Jackson, Max y Tommy Jr. La reacción de su entorno no podía ser otra que apoyarla y ayudarla. Para ello D. J. volverá a la casa de su (nuestra) infancia, donde vivirá con su hermana Stephanie; soltera, juerguista, ligona y la versión actualizada del tío Jesse. Además, Kimmy Gibbler seguirá a su lado, bien cerquita y madurando como sólo ella podría hacerlo; Kimmy es… bueno, una Gibbler que ahora tiene una hija adolescente llamada Ramona y un ex-marido de lo más presente.
Por si esto fuera poco viaje al pasado, eso sí, esta vez con mujeres, los antiguos protagonistas confirmaron su colaboración. Raro es el capítulo en el que alguno de ellos no vuelve para hacer una visita y recuperar viejos chascarrillos. Así pues, este regreso cuenta con la complicidad de Danny Tanner, Jesse Katsopolis, Joey Gladstone y Becky Donaldson-Katsopolis.
El anuncio de la quinta y última temporada ha llegado con un vídeo promocional en el que, de nuevo, sus viejos y nuevos protagonistas nos mandan un saludo y una advertencia: lo mejor se lo han guardado para el final. Eso sí, tendremos que esperar hasta otoño de 2019 para poder verlos una última vez en la vieja casa de San Francisco.