Buscar
Buscar

Dejémoslo claro: la diversidad no está metida con calzador

Escuchar programa

El beso que ha indignado a algunos espectadores de la serie de extraterrestres, ‘Roswell: New Mexico’. (Fuente: CW)

Siempre que se anuncian nominaciones a los premios, se hace un remake, o se comentan estrenos y se habla de un título en el que hay personajes que no están dentro del marco blanco y heteronormativo, nos solemos encontrar comentarios del tipo: “ya estamos otra vez con la corrección política”, ahora, todas las series tienen que meter a la fuerza a personajes gays (o negros)”

“Meter a la fuerza”. Para quien pronuncia estas quejas, cualquier personaje cuya apariencia física, orientación sexual o identidad de género sea diferente a la suya (que es la que siempre ha visto en la tele) está obligado a justificar su relevancia en una trama; como si debiera demostrar que tiene derecho a existir frente a sus ojos. Como si no existieran en la vida real. Lo que se está diciendo es que esos personajes (y la población a la que representan) no deberían estar allí, que ese no es su lugar.

La representación de minorías en la pantalla queda reducida en estos casos a la idea de que su presencia solo está justificada por la necesidad de cumplir una cuota. Bueno, sí, hay que empezar por algún sitio. Los estudios y las cadenas seguramente hicieron los primeros avances en diversidad por interés, para mantener una buena imagen de marca (y evitar ser señalados) y para atraer a perfiles de público desatendidos. Esto último fue lo que facilitó que, en los años 60 y 70, existieran series que hoy nos parecen revolucionarias para su momento, como That Girl o La chica de la tele: las mujeres jóvenes empezaban a salir al mercado laboral y los anunciantes querían decirles dónde podían gastar su dinero.

Pero una vez se produce ese pequeño cambio, por esa puerta entra la diversidad. Según el último estudio de la DGA (Directors Guild of America), un 43,5% de mujeres y personas de etnias distintas a la caucásica fueron contratados para dirigir su primer episodio de serie de televisión en la temporada 2017/18. Es un buen dato, y dialoga con un estudio reciente del Center for the Studio of Women in Television and Film que concluyó que, en series en las que hay al menos una mujer como creadora o productora ejecutiva, hay el doble de probabilidades de que se contraten directoras, y el triple de que se contraten guionistas y montadoras, que en series con un equipo coordinado exclusivamente por varones. ¡Sorpresa!

Aunque los logros en materia de diversidad en las series sean siempre un motivo para celebrar, algunas personas siguen percibiendo la inclusión como intrusión; ¿por qué parece tan fácil empatizar con asesinos en serie y tan difícil ver un beso como un beso? Sigo sin entenderlo.

Cuando la visibilidad LGBT de las series se encuentra en “fanvideos” de YouTube
Por el día del Orgullo, recordamos muchas tramas homosexuales de series que llegan a su público gracias a la plataforma…fueradeseries.com

valentina

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pulse el enlace para más información. ACEPTAR

Aviso de cookies