Rodaje de ‘Hit’, próxima serie de Televisión Española. (Fuente: TVE)
Más de 300 rodajes han sido parados en España por la situación de la COVID-19, de los cuales un 13% corresponde a series de televisión, pero el sector audiovisual ya piensa en volver al trabajo para minimizar las pérdidas económicas. Para ello será necesario mantener la seguridad para los trabajadores, ya sean miembros del equipo técnico o artístico, y nadie sabe con seguridad cuando se podrá retomar la actividad ni cuáles serán los requisitos para que eso suceda. Desde Fundación Secuoya han querido proponer un protocolo de seguridad que recoge algunas propuestas para esa “nueva normalidad” que podría llegar en semanas o meses, algunas de ellas más fáciles de implementar que otras.
La mayor parte de las medidas sugeridas (que pueden consultarse aquí) son muy similares a las que se propondrían para cualquier otra actividad industrial, desde higiene personal y precaución hasta la desinfección de lugares de rodaje y puestos de trabajo (con dispensadores de geles hidroalcohólicos a mano), pasando por la reducción del número de personas que se concentran en los espacios físicos, la entrada y salida escalonada o el control de temperatura de los trabajadores que entran y salen al set de rodaje.
El mantenimiento de la distancia social, dentro de lo posible, es otra de las claves, aunque resulta un requerimiento tan ideal como complicado de llevar a cabo en una actividad con un desarrollo tan complejo, caótico y cambiante como es un rodaje. Cuando no se pueda mantener la distancia, se sugiere el uso de las mascarillas FFP2. Y, por supuesto, se insta a potenciar el teletrabajo en las fases de preproducción y posproducción, así como en cualquier tarea para la que sea posible.
Convertir el set en una especie de burbuja
Las medidas más específicas para el sector -y también las más costosas y difíciles de aplicar- son las que tienen que ver con el trabajo en el propio set de rodaje. Se propone el uso de EPIs (mascarillas FPP2, cubrecalzados y buzos) para todo el equipo, así como la realización de test rápidos para todos una semana antes del rodaje y PCRs dos días antes a quienes hayan dado negativo en ese primer test.
Implantar estas medias entre el equipo técnico parece viable, pero lo concerniente al equipo artístico (especialmente actores) resulta más complejo. “Por la propia lógica de cada producción, sí o sí, habrá escenas que requieran contacto físico. Lo que nosotros establecemos son las medidas adecuadas para poder llevar la trazabilidad de que entre las personas que va a haber contacto físico no hay ningún positivo y poner los medios de prevención adecuados para que no se produzca ningún positivo”, comenta Antonio Ramos, responsable de RR.HH. de Grupo Secuoya.
Se propone también que el equipo artístico quede totalmente aislado durante el tiempo que dure el rodaje, poniéndose como ejemplo que el director se encierre en su hotel tras cada jornada de grabación hasta que deba salir para siguiente, minimizando así las situaciones de posible contagio. “Al personal artístico no solo hay que proporcionarles mascarillas FPP2 para el rodaje, sino también para el exterior en toda la etapa que dure la grabación y así evitar que bajo ninguna circunstancia estas personas se vayan a ver contagiadas”, dice Ramos.
Y lo mismo para los actores para quienes, además, se propone que se realicen test rápidos una vez por semana, aparte de los mencionados antes de la semana previa al rodaje. Por otra parte, se sugiere que se busquen actores de reemplazo para los papeles secundarios para sustituir a quienes den positivo.
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