Miquel y Nora, en la temporada 3 de ‘SKAM España’. (Fuente: Movistar+)
Uno de los aspectos por los que destaca SKAM España es por la manera naturalista y realista con la que retrata a sus adolescentes. Son chicas normales y corrientes con problemas mucho más habituales entre la gente de su edad de lo que parece, sólo que para ellas pueden ser todo el mundo. Desde el cyberbullying al descubrimiento de la propia orientación sexual al maltrato psicológico, que ha sido el tema de la tercera temporada, la serie ha querido afrontarlo con la mayor seriedad posible.
Para ello, el equipo de SKAM España cuenta con la asesoría de dos psicólogos acostumbrados a tratar con adolescentes, y que se involucraron en la serie desde que la productora Zeppelin empezó a desarrollarla para Movistar+. Inicialmente, organizaron diferentes sesiones para que los responsables de la serie conocieran mejor cómo son los chavales españoles de entre 16 y 19 años, pero la colaboración no se ha detenido ahí.
Como reconoce Begoña Álvarez, directora de la ficción, antes de cada temporada tienen por costumbre enviar a los actores al psicólogo durante el proceso de ensayos. “Esta serie me parece un lujo porque nos está permitiendo trabajar la dirección de actores de una manera muy distinta a como son otros proyectos”, explica, y añade que, para la entrega centrada en Nora, querían que el trabajo previo fuera todavía más importante: “La tercera es la que ha tenido un trabajo más exhaustivo con ellos (los psicólogos) porque han participado de las génesis de las tramas y del desarrollo de los guiones. Han leído los guiones y hemos repasado las líneas con ellos”.
La psicóloga Pilar Ortiz es una de las colaboradoras habituales de SKAM España. “Nos pareció muy interesante y un arma muy potente para dar mensajes alternativos muy constructivos”, apunta sobre su participación en la serie, una participación que no sólo se centra en ayudar a los guionistas a comprender emocional y psicológicamente a sus personajes, sino que permite que los actores puedan hacer mejor su trabajo. Álvarez da un ejemplo con una de las actrices en la primera temporada: “cuando estábamos en los primeros ensayos, con Celia Monedero nos costaba mucho encontrar el punto exacto de Viri; que no fuese una cabra loca sin más, que no fuese estridente, una aspirante a pija sin más. Intentamos dar dimensiones a los personajes”.
Al celebrar una reunión con el psicólogo Jesús López, la manera en la que él hablaba de Viri sirvió para que su intérprete encontrara la manera de acercarse a ella que, hasta entonces, se les había escapado, y el proceso ha sido muy útil en las siguientes temporadas. “Tanto para trabajar Irene Ferreiro, Cris, el proceso de descubrir y aceptar su bisexualidad como, imagínate, Tamara Ronchese, Joana, para hablar del TLP, o Alex Villazán, el actor que hace de Miquel… Hemos trabajado con los psicólogos y con él para ayudar a componer un personaje de una manera muy rica” afirma Álvarez: “Tenemos mucha suerte porque tenemos un proyecto en el que nos estamos permitiendo profundizar en cosas muy importantes y hacer un trabajo muy documentado y muy serio para que luego no se note, para que parezca que no está ahí”.
Nora y Viri. (Fuente: Movistar+)
Si la serie funciona, es porque ese trabajo está ahí, como señala Pilar Ortiz, y en para la tercera temporada se ha intensificado. El objetivo, como señala la psicóloga, era “expresar cómo se va construyendo todo este proceso relacional en el que se van construyendo ciertos patrones de comportamiento y ciertos patrones cognitivos a la hora de percibir la realidad y de manejarse en ella. No es algo que suceda de la noche a la mañana, que te encuentres en una relación tóxica, sino que te vas metiendo poco a poco en un baile que es un toma y daca en el que se van haciendo pequeñas concesiones, pequeñas renuncias que, en este caso, Nora va haciendo en cuanto a sus valores, sus principios, sus creencias, desde la parte de la ayuda, la comprensión y la empatía (con Miquel)”.
Que Nora iba a encontrarse en una relación posesiva y controladora era el tema de su temporada en la original noruega, pero el remake español, como es habitual, no quería repetir la misma historia y, sobre todo, no quería repetir al mismo personaje que ejercía ese control sobre la chica. “Nos parecía que, con la etiqueta que traía Alejandro sobre sus hombros del fuckboy castigador, chulazo, podíamos caer en contar un esquema en el que, por un lado, costase más trabajo creerte que Nora cae en esas redes sin darse cuenta que si lo que viene es un chico que fue tu crush de la infancia y que es aparentemente perfecto. Nos parecía mucho más interesante”, explica Álvarez.
También añade que era preferible crear un personaje nuevo porque su intención desde el principio fue explorar todos los aspectos de una relación así: “como queríamos entrar hasta el barro y no quedarnos en esa zona un poco ambigua en la que se mueve a veces la original de ¿es una relación tóxica o es amorosa?, ese romanticismo mal entendido del castigador y la chica que, pese a todo, le salvará, como nos parecía más novedoso, pensamos que de la mano de Alejandro no íbamos a poder tenerlo. Y sobre todo que, una vez que metiésemos a Alejandro a desempeñar ese papel, era irrecuperable”.
Así entró en juego Miquel. “En un momento dado, el chaval tiene sus cualidades”, dice Ortiz: “Es un chaval que se preocupa por Nora, que la cuida, que le interesa que esté bien, pero fruto de su propia inseguridad se comporta de esta manera. Que no es justificable, pero sí explicable”.
Alex Villazán, como Miquel. (Fuente: Movistar+)
Ortiz elabora un poco más cómo es Miquel: “Dentro de los perfiles, en este caso, de hombres que pueden ejercer el maltrato hacia una mujer en una relación existe este de víctima, de un hombre que ha sido víctima de otra mujer que, en este caso, le engañó, y eso genera que Nora se conmueva y que trate de apoyarle y de ayudarle. Si a priori damos una visión de controlador, de manipulador, es más difícil que una muchacha como Nora, con esos principios, entre en esa tela de araña, sería mucho más complicado”.
Nora cae en la idea de que ella puede salvarlo, que puede ser la solución a sus problemas de celos patológicos, un arquetipo que suele aparecer a menudo en las historias de amor juveniles que se cuentan en la ficción. Los responsables de SKAM España querían desmontarlo. Pilar Ortiz cuenta que pretendían “cambiar también ese rol, que a veces aparece en las relaciones, de “pobrecito, ha sufrido mucho, yo tengo que salvarle”. Yo poseo las cualidades, los conocimientos, el tesón, la perseverancia para salvar a este chaval y, además, eso me va a reconfortar y me va a hacer sentirme super reforzada”.
Begoña Álvarez añade a eso que “creíamos que era importante que Nora, al final, acabase diciéndole a Miquel un mensaje que es importante y que intentamos que cale, que es “necesitas ayuda, y esa ayuda yo no te la puedo dar”. Creemos que esto avanzará cuando las chicas, de verdad, integremos que no somos las salvadoras de nadie y cuando ellos integren que, cuando algo no funciona bien en sus emociones, tienen que ponerle remedio y tienen que buscar especialistas, que los hay, que ayudan a gestionar esa cosa que no funciona”.
Ortiz ahonda más: “Es sacar a Nora del ejercicio de la culpabilización que le puede hacer Miquel. Yo quiero salir de esto, pero tú no me estás ayudando; por lo tanto, eres culpable también de mi propio malestar. Era un poco romper con ese patrón, que también forma parte del maltrato. Yo me victimizo y te manipulo para tú te culpabilices y hagas todo lo posible para que yo esté bien, que es hacer todas las concesiones que yo te pido”.
(Fuente: Movistar+)
La temporada quiere ofrecer consejos útiles y pistas a las que estar atento para chicos y chicas que puedan verse en una situación similar, algo que ha estado siempre entre los propósitos de SKAM España. Se muestra el cambio físico en Nora, que deja de maquillarse, por ejemplo, conforme Miquel la controla más, y también vemos cómo se aísla de sus amigas. Puede más la vergüenza de de no querer reconocer que se está en una relación tóxica. Sin embargo, es el apoyo de esas amigas y el espejo de la relación de Viri con Hugo lo que termina por decantar la situación.
“Nos parecía muy bonito que, en este grupo de cinco chicas, las aparentemente más alejadas, como son la que idealiza el amor romántico de que venga un príncipe y me salve frente a la feminista convencida, empiezan la temporada con esa pantalla partida en el capítulo 1, con vidas aparentemente distintas, y al final de la temporada, la vida las acaba colocando en el sitio contrario al que empezaron. Nos parecía que ese recorrido, ese espejo entre una y otra, era muy gráfico y muy representativo”, explica Begoña Álvarez.
‘SKAM España’ está disponible en su web oficial y en el servicio de VOD de Movistar+.
‘SKAM España’ estrenará el 9 de abril su temporada 4
Amira será la nueva protagonista de la serie, que acaba de terminar la tercerafueradeseries.com