Rossie O’Donell y Frankie Shaw en el primer episodio de la temporada 2 de ‘SMILF’. (Fuente:IMDB)
Cuando se estrenó a finales de 2017, SMILF conquistó a crítica y público. La serie creada, protagonizada y producida por Frankie Shaw, nos sorprendió por su mirada sobre la vida de una joven madre que negociaba con sus responsabilidades, y lidiaba con sus traumas, mientras intentaba sobrevivir como miembro de la clase baja y vivir como una mujer de su edad.
SMILF se convirtió desde su estreno en una de las series más interesantes a nivel formal del panorama actual, situándose al mismo nivel de otras propuestas de autor como Atlanta o Fleabag, razón por la que esperábamos su segunda temporada con expectación; el trailer oficial aumentó nuestras ganas de volver a ver sus aventuras.
El inicio de la temporada 2 de SMILF confirma que Frankie Shaw tiene talento, visión creativa, una mirada muy personal y voz propia. El regreso empieza con imágenes de un sueño que es interpretado por un personaje como: “es tu propia sombra, cosas que quieres esconder pero tienes que enfrentarte a ellas”.
(Fuente: IMDB)
Conocemos el bagaje del personaje de Bridgette y entendemos el mensaje, pero es una imagen curiosa la de ese caballo negro, y lo que representa, porque es inevitable relacionarlo con el “elefante en la habitación” que no podemos ignorar al hablar de esta serie: las acusaciones por mala gestión y conductas inapropiadas en el set de rodaje del que Frankie Shaw es showrunner. El título del episodio casi podemos asumirlo como una declaración de intenciones: Sh*t Man, I’ve Literally Failed (todos los títulos de esta temporada son acrónimos de SMILF).
The Hollywood Reporter se hizo eco hace unas semanas de las quejas formales que habían presentado varios actores y guionistas de la serie ante Showtime y ABC Studios, y también de las varias denuncias anónimas recibidas en las líneas telefónicas que suelen destinar empresas como Disney o Netflix para estos efectos, en las que se describía el ambiente de rodaje como caótico
El caso más destacado es el de la actriz Samara Weaving, Nelson en la serie, que se marchó de SMILF al considerar que se había violado su contrato cuando se encendieron los monitores fuera del espacio en el que se estaban rodando dos escenas sexuales, a las que había accedido con la condición de que se rodaran a puerta cerrada. Varios guionistas también presentaron quejas por discriminación ante sus sindicatos porque los habían separado por grupos étnicos, orientación sexual y género para desarrollar las tramas.
Frankie Shaw subiendo por el camino más difícil en el 2×01 de ‘SMILF’. (Fuente: IMDB)
Los responsables de la cadena y el estudio han anunciado que están realizando las investigaciones necesarias y Frankie Shaw ha asumido estos errores y los atribuye a su falta de experiencia, añadiendo que le duele descubrir que hay personas que se han sentido incómodas en un espacio que quería que fuera seguro.
Es una lástima que la gestión le haya quedado grande a Shaw; ojalá pueda subsanar todos los errores cometidos, compensar a las personas que se han visto afectadas, rodearse de colaboradores en los que pueda confiar y conseguir el ambiente de rodaje al que aspira, para que nosotros podamos disfrutar de su serie y ella pueda sentirse orgullosa de su trabajo, porque lo que vemos en pantalla sigue siendo maravilloso.
Los nuevos episodios de ‘SMILF’ se estrenan los lunes en Movistar Series.
Crítica: ‘SMILF’ llega dispuesta a robarnos el corazón
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