Ben Platt interpreta al ambicioso protagonista de ‘The Politician’. (Fuente: Netflix)
Esta crítica se ha escrito tras ver la primera temporada de ‘The Politician’ y no contiene spoilers.
Ryan Murphy por fin desembarca en Netflix. Lo hará esta misma semana, el viernes 27 de septiembre, con The Politician, una serie cocreada junto a Brad Falchuk e Ian Brennan que, en realidad, vendió a la plataforma todavía desde Fox21 Television Studios, antes de firmar su acuerdo de exclusividad millonario. Nos trae esta vez un producto desenfadado, que no frívolo, movido por las intrigas políticas, los objetivos vitales convertidos en convicciones y la importancia de la empatía.
Al frente de la historia está Ben Platt, un joven actor que viene de triunfar en Broadway y que aquí encarna a Payton Hobart, un adolescente que está convencido de que llegará a ser presidente de los Estados Unidos y, para ello, ha trazado un minucioso plan para tener un currículum intachable. El siguiente paso: ser elegido como el representante de los estudiantes de su instituto. Entonces, empieza la campaña.
Con estos mimbres y un elenco de secundarios de lujo (que combina a grandes glorias como Jessica Lange y Gwyneth Paltrow con jóvenes promesas como Zoey Deutch y Laura Dreyfuss), Murphy compone una serie con un tono que no es si no la sublimación de su personalidad televisiva. Más cercana a Glee y Scream Queens que a Feud, sí, pero subiendo varios peldaños en ambición y profundidad.
Esto son buenas noticias para quienes estamos ya rendidos a los pies de este excelente creador, que vuelve a dar en la diana, pero malas para quienes no soportan cuando se pone extravagante: la van a odiar. Porque The Politician es pura sátira, sin pecar de histrionismos, pero no es plato para cualquiera y puede hacer difícil conectar con las emociones de los personajes.
Lo que plantea es trasladar a un instituto los juegos de poder y estrategias de la política, haciendo que en un entorno donde lo que se juegan es tan poco destaque cómo de ladinos pueden ser los candidatos (mentiras, manipulación, populismo…) con tal de conseguir sus objetivos. Pero claro, habrá quien ese instituto, con alumnos claramente adultos, le parezca tan irreal que no entre en el juego.
El otro punto peliagudo de la serie es que, como le pasa a algunas series de Ryan Murphy, tiene irregularidades. Por ejemplo, tras un quinto episodio brillante, los dos siguientes te hacen preguntarte si creías saber hacia dónde se dirigía la historia, pero luego cierra todo con un lazo perfecto.
No es una serie que recomendaría a cualquiera, pero sé que quien entre en su propuesta la va a gozar. Yo lo he hecho. Y no puedo quitarme la cabeza ese River de Joni Mitchell que el protagonista canta en el primer episodio. ¿Para cuándo la segunda temporada, Ryan?
La primera temporada de ‘The Politician’ se estrena el 27 de septiembre en Netflix.