Desde hace unas semanas, True Detective vuelve a ocupar cierto espacio en la actualidad informativa televisiva. La serie de HBO emitió su segunda temporada hace ya dos años, recibiendo una acogida crítica bastante menos entusiasta que la que levantó la primera, y su futuro en la cadena no estaba demasiado claro. Sin embargo, HBO afirmó, a principios de este 2017, que estaban dispuestos a retomarla, aunque no daban fechas concretas.
Desde entonces, han ido surgiendo noticias y rumores sobre los nombres que podrían estar detrás de esa potencial tercera temporada de True Detective. El último en conocerse es el de Mahershala Ali, ganador del Oscar a mejor secundario por Moonlight, al que se vio recientemente como uno de los villanos de Luke Cage, y que suena como protagonista de la nueva entrega, pero no hay confirmación oficial de ese fichaje.
En el verano de 2016, Casey Bloys, jefe de programación de HBO, afirmaba que la cadena quería continuar con True Detective y que Nic Pizzolatto, su creador, también estaba dispuesto a ello, pero que había algunas limitaciones: “no creo que Nic tenga un enfoque y está trabajando en otros proyectos. Estamos abiertos a que otra persona la escriba y que Nic lo supervise. Es una franquicia valiosa, no está muerta. Simplemente, no tenemos aún un enfoque para una tercera temporada”.
Unos meses más tarde, en marzo de este año, Entertainment Weekly informaba que David Milch, creador de Deadwood y Policías de Nueva York, entraba en el proyecto para trabajar con Pizzolatto, y que éste había escrito ya un par de guiones de esa nueva temporada, pero como ocurre con los rumores sobre el fichaje de Ali, no hay confirmación oficial de HBO al respecto.
Lo que sí está claro es que nadie tiene prisa por traer de vuelta True Detective y que prefieren trabajar bien la historia, lo que puede ayudarles a evitar una nueva decepción como la de la segunda temporada.
Después del fenómeno que fue la primera, en la que Matthew McConaughey y Woody Harrelson investigaban el asesinato de una joven con tintes rituales en los pantanos de Louisiana, la historia más directa de la segunda, que enfrentaba a un mafioso y a un policía corrupto en California, dejó a fans y críticos algo fríos.
La primera temporada mezclaba con acierto la exploración de las complicadas personalidades de los dos detectives, la inspiración en un escándalo real de pedofilia y cultos satánicos ocurrido en Louisiana y el terror cósmico de Lovecraft, y sirvió para relanzar la carrera de McConaughey (que ganaría poco después un Oscar por Dallas Buyers Club) y convirtió a Nic Pizzolatto en la next big thing más brillante de la televisión estadounidense.
Sin embargo, las prisas por estrenar la segunda temporada, que trataría una historia completamente diferente con otro reparto, derivaron en una entrega que nunca terminó de encontrar su camino. Su historia de corruptelas políticas en California estaba más vista y sus tres detectives, más el mafioso protagonista, no alcanzaron las mismas cotas que Rust Cohle y Martin Hart. Apenas se salvaba el personaje que interpretaba Rachel McAddams, que peleaba duramente por no caer en el cliché de la policía a la que un trauma del pasado empuja a una personalidad un tanto oscura.
True Detective, no obstante, es una propiedad popular para HBO, por lo que no es extraño que la cadena quiera recuperarla en algún momento. Pizzolatto se ganó cierta reputación de creador un tanto complicado, sobre todo en la segunda temporada, pero su nombre es importante para la imagen de la serie, y Milch, el guionista que colaborará con él, es probablemente el creador complicado definitivo en HBO.
De momento, el desarrollo de la tercera entrega de la serie parece estar en marcha, pero falta un comunicado oficial de la cadena que dé más datos. Da la sensación de que nadie quiere apresurarse y emitir algo que no esté preparado para alcanzar el estándar marcado por la primera temporada.