(Fuente: Netflix)
Esta crítica se ha escrito tras haber visto la cuarta y última temporada de ‘Unbreakable Kimmy Schmidt. Puede contener spoilers.
Si a finales de 2014, Bob Greenwalt, entonces presidente de NBC, hubiese decidido programar Unbreakable Kimmy Schmidt los viernes o como descarte de verano, en lugar de vender la serie a Netflix, lo más probable es que no hubiese sido renovada por una segunda temporada
Con 30 Rock, Tina Fey y Robert Carlock dominaron las nominaciones a los premios mientras estuvieron en antena, pero la de Kimmy Schmidt era una propuesta más compleja. En cuanto al tipo de humor, ritmo y el uso de referencias a la cultura popular, la serie protagonizada por Ellie Kemper se parece a su antecesora, no así en la naturaleza de su premisa y los temas en los que se sustenta, los cuales, eran muy arriesgados para una cadena generalista en aquel momento.
Con ese movimiento empresarial ganaron todos; también nosotros, porque hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la serie y sus personajes durante cuatro temporadas y, especialmente, porque hemos podido ser testigos del viaje de Kimmy y de su merecido final feliz.
Esta segunda parte de la temporada final de Unbreakable Kimmy Schmidt no ha sido perfecta y resintió una perdida de ritmo en su noveno episodio. Es posible que haya intentado hablar de muchas cosas, hacer muchas referencias, y que el episodio final sea un poco apresurado, pero hasta el último momento se mantuvo fiel a su esencia, con personajes extremos, tramas surrealistas, mucho absurdo y una cantidad de gags a los que es imposible seguirle el ritmo.
También mucha verdad y mucho corazón, porque a pesar del tono optimista, esa loca paleta de colores y la eterna sonrisa de Kimmy, que puede iluminar el planeta entero, la serie nunca olvidó que estaba contando la historia de una superviviente. Y ese ha sido su mayor logro.
‘Puedes ponerte en posición fetal y morir, o puedes levantarte y decir: “Somos diferentes. Somos los fuertes y no podéis rompernos”’.
-Kimmy a Titus al final del primer episodio.
A través de sus temporadas, Unbreakable Kimmy Schmidt dejó claro que era muy consciente de la horrible situación que había vivido su protagonista y de las secuelas que habían dejado en ella; se vuelve a comentar, por ejemplo, en el noveno episodio de esta última temporada cuando Titus le pregunta a Kimmy si alguna vez había imaginado como habría sido su vida si no le hubiera pasado lo que le pasó: “No, no tiene sentido. Me han pasado cosas horribles, y me habría gustado que nunca hubieran ocurrido, pero tengo que creer que yo no pude haber hecho nada para cambiarlo, porque si no me volvería loca”, fue la respuesta de Kimmy.
Ha sido muy importante que la serie no ignorara su trauma, sino que mostrara su lucha por recuperarse, por retomar el control sobre su vida y para demostrar que, a pesar de todo, no iba a dejar que lo que le pasó la definiera, ni que la hiciera cambiar su forma de ver el mundo.
“Miss Schmidt, sus libros me hacen sentir seguro”.
-El niño que nos hizo llorar al final de la serie.
Y así fue hasta el último momento. Kimmy se mantuvo fiel a sus principios, a su idea de que era posible ser una buena persona a pesar de las circunstancias. Kimmy Schmidt es una heroína. The Legend of Greemulax se convirtió en un éxito, y no había mejor final para Kimmy, porque ayudó a construir un mundo mejor. Female are strong as hell.
‘Unbreakable Kimmy Schmidt’ está disponible en Netflix.
Crítica: La 4ª temporada de ‘Unbreakable Kimmy Schmidt’ tiene uno de los episodios del año
El nivel de esta primera mitad nos hace pensar que la serie se despedirá con su mejor entregafueradeseries.com