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Netflix no ha inventado el ‘binge watching’

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Fotograma del episodio ‘One Moore Episode’ de ‘Portlandia’. (Fuente: IFC)

Los más jóvenes quizá no sabrán de qué estoy hablando, pero en el siglo pasado era una práctica habitual automatizar la grabación de los programas de televisión en unas cintas magnéticas llamadas VHS que tenían el tamaño aproximado de una libreta. Por aquel entonces, también existió un formato llamado Betamax, pero eso no nos importa hoy.

Aquello se conoce hoy como la era analógica. En esas cintas, los seres humanos podíamos almacenar un número limitado de horas de grabación de programas de televisión que no podíamos ver en directo, por horarios laborales, estudiantiles o porque no habíamos hecho los deberes. Cuando llegaba el finde, podíamos ver todo lo que se había grabado durante la semana, un programa después de otro.

Unos años después surgieron y desaparecieron otros formatos de los que podréis haber escuchado alguna referencia en películas sobre viajes el tiempo, en las que un personaje del futuro le dice al del pasado que invierta o no en acciones de esas empresas, dependiendo de si le cae mal o peor.

Fotograma del episodio ‘Blink’ de ‘Doctor Who’ (Fuente: BBC)

En los años 90, y más extendido y asequible a principios de los 2000, empezó a hacerse popular la venta de temporadas enteras en DVD de una serie, cuyos 22 episodios cabían en seis discos. Ocupaba menos espacio que las cintas VHS, se veía mejor y las fundas eran más bonitas.

Fue en la época de los DVD cuando yo empecé a hacer lo que hoy conocemos como binge watching: el acto de ver un episodio detrás de otro parando casi sólo para ir al baño, y sólo después de haber puesto a prueba los límites de nuestra vejiga. Hoy en día, eso ha dejado de ser una limitación para muchos, porque se llevan consigo el episodio en la tableta para que les haga compañía.

Y de extremos va todo esto, porque binge es un atracón y el término implica compulsión: algo que no podemos controlar. La Fundeu recomienda que en lugar de binge watching, en castellano usemos las expresiones atracón o maratón de series. La definición gráfica sería esta:

O esta:

Como maratón tiene reminiscencias a ejercicio físico, el que hacemos viendo series sería así:

Liz Lemon para explicarlo todo en la vida.

El origen de la expresión ‘binge watching’

Binge como verbo se usó originalmente para referirse al acto de beber en exceso a finales del siglo XIX, pero luego uso se extendió a los excesos con la comida (1930), las drogas (1980) las compras (1990)… En este artículo explican que las primeras referencias de uso de la expresión para referirse a un atracón televisivo de las que se tiene constancia fue en un foro de fans de Expediente X, en el que un usuario decía que se había enganchado tarde a la serie y quería verla desde el principio, por lo que preguntaba si alguien la tenía grabada en cintas y se las podía prestar para verla con dos amigos y darse un super atracón:

“I’ve just become hooked on the X-Files, so I’m a little behind… Does anyone by ANY chance have tapes of this show back to season 1 they’d be willing to lend me so I can effectively catch up? I’d be more than happy to travel out to wherever to get them and then bring them back (actually there are three of us who all got hooked at the same time, so I’d predict that there’d be some MASSIVE binge watching right away! :-)”.
 — Bob Donahue, ne.general, Feb. 9, 1996

En el mismo artículo dicen que a mediados de la primera década de los 2000 el término ya se había generalizado entre la prensa especializada y era usual encontrarlo en las reseñas de packs de series en DVD. En 2012 Portlandia habló del tema en uno de sus episodios más míticos.

Este episodio de ‘Portlandia se emitió el 13 de enero de 2012.

El 1 de febrero de 2013 Netflix estrenó con gran expectación House of Cards, su primera serie de producción propia, y lo hizo poniendo todos los episodios de la primera temporada a disposición de los usuarios de la plataforma ese mismo día. A partir de ese momento, Netflix acuñó el término binge watching como propio, para describir una nueva forma de consumir televisión: la de sus usuarios.

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El servicio de streaming también se ha convertido en un referente de la publicidad con sus mensajes provocadoresfueradeseries.com

Netflix no era la única plataforma de video bajo demanda en la que podían verse temporadas completas en ese momento, pero sí fue la primera en subir todos los episodios de sus series de estreno el mismo día. Ahora lo hacen todas, y cuando ocurre, decimos que lo han hecho ‘a lo Netflix’. En estrategias de marketing va varios metros por delante del resto.

A partir de ese momento se empezó a utilizar el término de forma generalizada. En 2013 casi todos los medios de Estados Unidos emitieron algún segmento hablando sobre esa nueva forma de ver televisión, desde la CNN a los programas de la mañana, como este de Ellen.

Y en todos los medios en lengua española también encontraréis algún artículo, incluso de fechas más recientes. Una vez instaurado en el lenguaje coloquial y aceptado como parte de la cultura popular, empezaron a salir estudios: los que dicen que los atracones de series son malos para la salud, como acto sedentario resulta igualmente perjudicial hacer un maratón de documentales históricos; ensayos que advierten que van en contra de la integridad del producto tal y como fue creado; y también hay quienes defienden que hacer binge watching es buena herramienta contra el estrés para los estudiantes, y mucho más sano que salir de fiesta.

La popularización del concepto ‘atracón seriéfilo’ ha conseguido incluso que quedarte sola en casa un viernes por la noche viendo la tele ya no sea un plan de tristes. Ahora decimos tranquilamente que vemos muchas series porque no tenemos vida social y seguramente nuestro interlocutor dirá “qué suerte, ojalá tuviera más tiempo para ver todo lo que tengo acumulado”. Para que luego digan que la televisión no condiciona nuestra forma de pensar.

Netflix ha vuelto a usar sus herramientas de marketing esta semana para decirnos que hay un modelo de consumo más avanzado que el binge watching: el binge race.

Binge race tiene traducción coloquial más sencilla que la literal: del tirón o de una sentada, y la hemos usado toda la vida. No vamos a negar que Netflix sabe jugar muy bien sus cartas con estrategias como esta, con la que consiguen que todos hablemos de la plataforma y sus series. En la nota de prensa decían cuáles eran las series cuyas temporadas completas habían visto los usuarios en 24 horas el día de su estreno en 20 países. Ver los cuatro episodios largos del regreso de Las Chicas Gilmore o temporadas de trece episodios de 20 minutos, si tenemos tiempo, no requiere un gran esfuerzo. Un aplauso, eso sí para los usuarios de Países Bajos que lo hicieron con House of Cards.

Algunos dicen que viendo un episodio detrás de otro no tenemos tiempo de procesarlos (digerirlos) bien y nos perdemos cosas; otros son capaces (si pueden alejarse de las redes sociales) de guardarse los episodios que se van emitiendo semana a semana y sentarse a verlos en maratón cuando esté la temporada completa. Netflix dice que los usuarios que ven las nuevas temporadas en 24 horas son super fans.

Podemos ver temporadas completas de una sentada, en un fin de semana o en pocos días; de series nuevas o clásicas; la maravilla de todo esto es que tenemos la libertad de hacerlo a nuestro ritmo, de acuerdo a las ganas y al tiempo que nos dejen los compromisos de la vida adulta. No hace falta que Netflix diga que somos fans o super fans, ni esos comentarios que corren por Twitter que dicen que si te acabas muy rápido una serie es por presión social o para sacar pecho por haberlo hecho.

En mi caso, si tengo los episodios, y tiempo, sentarme a ver uno detrás de otro siempre ha sido una forma de vida; no algo de lo que vanagloriarme, ni avergonzarme, lo he hecho y lo sigo haciendo por dos razones muy simples: porque quiero y porque puedo.

Amy Poehler en el Weekend Update de ‘SNL’. (Este es seguramente el gif que más he usado en la vida).Al Reino Unido le gustan los maratones de series; ¿va España por el mismo camino?
El “binge-watching” es un hábito de consumo consolidado entre los espectadoresfueradeseries.com

valentina

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