Richard Madden y Keeley Hawes son los protagonistas de ‘Bodyguard’. (Fuente: BBC)
La mayor audiencia de cualquier programa en el Reino Unido este año, con la excepción del Mundial de fútbol de Rusia. Ése es el titular que acompaña a Bodyguard, la serie de seis episodios que BBC 1 ha estado emitiendo durante este mes de septiembre y que ha acabado convertida en la obsesión nacional. Su último episodio tuvo 10,4 millones de espectadores, con un espectacular 47,9% de cuota de pantalla en su momento más seguido, y sólo ha sido superado este año por la boda entre el príncipe Harry y Meghan Markle.
Su primer capítulo ya superó entonces los 7 millones de espectadores, que acabaron siendo diez con los visionados en diferido durante la semana siguiente a su emisión, y eso ya convirtió a la serie en el mejor estreno de drama de BBC en esta década. Y su audiencia no ha dejado crecer semana a semana, algo que no se veía en el Reino Unido desde la primera temporada de Downton Abbey, emitida en ITV en 2011.
El creador de Bodyguard, Jed Mercurio, ya había tenido bastante éxito con Line of duty, su policiaco sobre agentes de Anticorrupción (Asuntos Internos en las ficciones estadounidenses) que, en sus últimas dos entregas, había crecido hasta alcanzar los 7,5 millones de espectadores en el final de su cuarta temporada. Sin embargo, lo que ha logrado con el thriller protagonizado por Richard Madden y Keeley Hawes va mucho más allá.
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De qué va ‘Bodyguard’
David Budd es un ex soldado, veterano de Afganistán, al que se le asigna la protección de la secretaria de Interior del gobierno británico, Julia Montague, que despliega una línea muy dura de actuación contra el terrorismo integrista. Al mismo tiempo, a Budd se le encarga espiarla, ya que hay quien no se fía del todo de las intenciones de Montague. Y, además, hay una posible conspiración terrorista que podría tenerla a ella como objetivo.
La complicada relación entre Budd y Montague y las revelaciones en la trama han obsesionado a los británicos como se ve pocas veces en estos tiempos de los maratones y las plataformas de streaming. Cada uno de sus seis capítulos ha sido diseccionado y comentado hasta la saciedad (incluida una escena en la que Richard Madden aparece desnudo) y que haya acabado convertida en un fenómeno ha tenido algo que ver, seguramente, en que Netflix se haya quedado con sus derechos de distribución internacional. Se estrenará a finales de octubre.
