Rodaje en el País Vasco de ‘La línea invisible’, serie para Movistar+. (Fuente: Lisbeth Salas/Movistar+)
El 3 de mayo del año pasado, la banda terrorista ETA anunciaba en un comunicado oficial su disolución definitiva. En 2011 había declarado el cese de la violencia, un año después de matar a un gendarme francés y más de treinta desde el asesinato de su primer objetivo militar, el inspector jefe de la Brigada Social de la Policía Melitón Manzanas. En todo ese tiempo, el cine español se ha acercado en varias ocasiones a las actividades de la banda y al conflicto vasco, pero la televisión no había sido tan atrevida. Hasta ahora, cuando han coincidido varias series que hablan sobre el asunto de manera más o menos directa.
En los alrededores de San Sebastián e Irún se están rodando Patria, para HBO España, y La línea invisible, para Movistar+, cada una abordando una época distinta de la actividad de ETA, y las dos llegan después de que Antena 3 emitiera el pasado otoño Presunto culpable, una ficción de misterio que se desarrollaba sobre el fondo de dos familias vascas que habían estado enfrentadas porque una se movía en los círculos abertzales y la otra era propietaria de una importante empresa de la región.
Uno de sus guionistas, Javier Holgado, señalaba entonces que era “novedoso en un prime time” tener una serie que contaba la desaparición de una joven en la que resultaba importante la sombra de ETA. No era su tema principal, pero sí que tenía relevancia en la trama. Teniendo en cuenta la manera en la que Telecinco se había quitado de encima en 2016 la miniserie El padre de Caín, sobre un guardia civil del cuartel de Intxaurrondo en los 80, era algo realmente destacable.
Susi Sánchez y Elvira Mínguez, en ‘Presunto culpable’. (Fuente: Atresmedia)
También hay que recordar que, en 2012, TVE decidió no emitir la miniserie El precio de la libertad, sobre el ex etarra y político socialista Mario Oniandia, y guardarla en el cajón en la misma época en la que retiró la segunda temporada de 14 de abril. La República. Los acercamientos que había habido al terrorismo eran tímidos y siempre llegaban envueltos en polémica. Pero, probablemente, el paso del tiempo y la menor actividad de la banda en los años previos a su disolución han llevado a que la ficción televisiva le pierda el miedo a adentrarse en lo que Mariano Barroso, director de La línea invisible, define como “la tragedia de un pueblo que no termina de encontrarse a sí mismo”.
Su miniserie se remonta a la primera mitad de los 60, cuando un grupo de jóvenes de diferentes procedencias sociales, pero con inquietudes muy parecidas fundan el germen de lo que después sería ETA como una manera de luchar contra la represión franquista. “No es una serie que pretenda documentar lo que ocurrió, es una ficción que cuenta una versión de lo que ocurrió”, explica Barroso, que añade que tienen presente que “aquí tenemos el hándicap, que espero que sea una ventaja, de que es todo muy reciente, muy cercano”.
El sueño idealista de una revolución se rompe, para muchos de esos jóvenes, con el asesinato fortuito de un guardia civil durante un control rutinario de tráfico, en 1967. Allí se traspasa la línea invisible de utilizar la violencia como un medio aceptable para conseguir un fin. Las dudas morales, lo que esa situación acarrea para las relaciones entre unos personajes muy jóvenes es lo que se quiere retratar con la miniserie, que está realizando buena parte del mismo equipo que hizo El día de mañana.
Y mientras La línea invisible se remonta a los inicios, Patria trata las consecuencias que tenían las acciones de ETA en su época de mayor apogeo. La historia se centra en dos familias que se encuentran en los lados opuestos del terrorismo y, a través de ellas, se traza un retrato de cómo se fracturó la sociedad vasca durante treinta años. “Cómo puede llegar a viciar la convivencia a todos los niveles: el personal, el familiar, el social, el laboral… Cómo cuando la violencia se enquista en una sociedad, hasta que eso no se sana, está afectándolo todo”, afirmaba Félix Viscarret, uno de los directores de la serie, en una entrevista para Vertele.
Eneko Sagardoy, Loreto Mauleón, Jon Olivares y Mikel Laskurain son parte del reparto de ‘Patria’. (Fuente: HBO España)
Viscarret apuntaba también otro aspecto al que contribuyen estas series, que es el hecho de que se pueda generar una conversación sobre un tema que resultaba muy controvertido: “como en todo proceso terapéutico, algo de lo que se puede hablar abiertamente ya está un paso más cerca de ser sanado. No quiere decir que no quede recorrido, unos estarán más o menos de acuerdo con lo que dice el relato, pero el hecho de que exista ese relato ya es un paso adelante”.
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