Una imagen de ‘Silvio (y los otros)’. (Fuente: Movistar+)
El año pasado, entre temporadas de The Young Pope, el director italiano Paolo Sorrentino estrenó Silvio (y los otros), una película en la que retrataba la figura de Silvio Berlusconi y todo lo que representa en la sociedad y la política de ese país a través de un empresario que pretendía acercarse a él para relanzar sus negocios. En Italia, la película fue todo un éxito, aunque en España pasó un poco más desapercibida. Sin embargo, para quienes se la perdieron en su momento, hay otra oportunidad de verla en un formato ligeramente diferente.
Porque Silvio (y los otros) se estrena en Movistar+ como si fuera una miniserie en dos episodios largos. No es un nuevo montaje de la película o una versión del director con metraje adicional; en realidad, en su país natal se exhibió en cines en dos partes que se estrenaron con dos semanas de diferencia, y se transforman en serie limitada para su emisión televisiva.
Es un experimento peculiar, pero no es nuevo. Ha habido más películas que se han transformado en miniseries al pasar a la pequeña pantalla, o que tienen montajes diferentes para su exhibición en cines o en televisión. Y no nos referimos a “películas de diez horas” troceadas en episodios, que es la sensación que podía dar, por ejemplo, la primera temporada de Top of the lake.
El mejor ejemplo de esto es Carlos, miniserie y película dirigidas por Olivier Assayas en 2010 sobre un famoso terrorista internacional que actuó durante los años 70, y que también era conocido como El Chacal. En cines se vio una versión de casi tres horas que reducía bastante la duración de su montaje completo, distribuido en tres episodios con una duración total de cinco horas y media.
En su momento, Carlos generó controversia en Francia porque Canal+ estrenó la miniserie el mismo día que la versión cinematográfica se proyectaba en el Festival de Cannes, que aún no había abrazado la presencia de ficciones televisivas como en los últimos años. El proyecto de Assayas estaba concebido en esta doble vertiente desde el principio, lo que no es tanto el caso de Todas las mujeres. Aquella sí que fue la primera serie de producción propia de TNT en España, en 2010. Eran seis episodios, dirigidos por Mariano Barroso, que no consiguieron generar la tracción buscada, así que se remontaron en una película que, paradojas de la vida, consiguió varias nominaciones a los Goya en 2013 (y que luego hasta ha tenido una tercera versión como obra de teatro).
El viaje inverso es, de todos modos, el más habitual. Cuando se estrenó la primera adaptación al cine de Los hombres que no amaban a las mujeres, la parte inaugural de la trilogía Millennium de Stieg Larsson, protagonizada por Noomi Rapace, no estaba planeado que la saga pudiera dar el salto de un medio a otro. Pero las dos continuaciones tuvieron tanto éxito, que se hicieron nuevos montajes con escenas extendidas para transformar toda Millennium en una miniserie televisiva.
Noomi Rapace, como Lisbeth Salander en ‘Millennium 2’.
El caso más particular, de todos modos, es el de Quentin Tarantino con Los odiosos ocho. Para el estreno de la película en Netflix en Estados Unidos, se añadieron más de 40 minutos de metraje extra y se dividió todo en cuatro capítulos de menos de una hora de duración cada uno. Ese remontaje alteraba ligeramente la estructura de la película y era un experimento formal del que, sin embargo, desconocemos si generó interés entre los suscriptores de la plataforma.
‘Silvio (y los otros)’ se estrena mañana, 7 de agosto, en Movistar Seriesmanía y estará disponible en VOD.
‘Los odiosos ocho’ de Tarantino se ha convertido en serie en Netflix
La versión extendida de la película ha aparecido dividida en capítulosfueradeseries.com