Imagen del final del piloto de ‘Mujeres Desesperadas’ (Fuente: ABC)
¿Cuántos episodios hay que darle de margen a una nueva serie antes de descartarla? Esta es una pregunta recurrente en los círculos seriéfilos. Algunos dirán que al menos dos; otros, que la cifra ideal es tres, y hay quienes abogan por la paciencia, aduciendo que con cinco episodios le daremos tiempo a encontrar el tono.
El argumento de la búsqueda del tono es válido. Desde que se rueda un piloto (si es el definitivo) hasta que una serie recibe luz verde por parte de la cadena y retoma la producción pueden pasar muchos meses. Es en el día a día en el set de rodaje cuando los actores empiezan a sentirse más cómodos con sus personajes y surgen dinámicas entre ellos que no estaban escritas sobre el papel.
En las comedias, además, hace falta mucho rodaje para que encuentren su propia personalidad y el tono de humor que las caracterice. Muchas de las que hoy consideramos nuestras favoritas no se parecen en nada a sus primeros episodios, o a su primera temporada. Parks and Recreation es el ejemplo perfecto: si no hubiésemos tenido paciencia para seguir, a pesar de sus primeros episodios, o para darle una segunda oportunidad en su regreso, nos la habríamos perdido.
Upfronts 2017: todos los pilotos que han encargado las cadenas
Premisas y quiénes están detrás de los 66 pilotos de esta temporada (actualizado conforme se aprueban o rechazan)fueradeseries.com
Qué casillas debe marcar un buen piloto
El primer episodio de una serie de televisión funciona como carta de presentación y como argumento de venta: no sólo debe mostrarnos cómo es su universo, debe ser lo suficientemente atractivo para que decidamos volver a entrar en él las siguientes semanas. Las funciones de un buen piloto son:
- Introducirnos en el universo de la serie: De qué va y cuáles son su premisa y el tema del qué quiere hablar.
- Presentar a sus personajes: Quiénes son, cómo son, cómo se relacionan entre ellos y hacer que nos interesen.
- Establecer qué podemos esperar: Cómo será la serie (estructura, tono, atmósfera y estilo narrativo)
- Y dejarnos con ganas de ver más: Una vez presentada la premisa, debe haber un punto de giro que rompa con lo establecido para plantar el que será el conflicto de la serie y sus personajes.
No es tarea sencilla materializar de forma eficaz todos estos puntos, hacerlo de manera atractiva y sin caer en lo expositivo (lo que llamamos coloquialmente pilotitis). Pero tampoco es imposible.
Si buscáis listas en Internet, encontraréis como ejemplos de mejores pilotos de la historia de la televisión los de Mad Men, The Shield, Los Soprano, The Walking Dead o Breaking Bad. Lo son, pero son series de cable y, sin restarles ningún mérito, juegan con ventaja al tener flexibilidad para romper convenciones y dirigirse a un público que, en principio, es menos generalista.
Como ejemplos de networks, siempre se destaca el de Lost, una serie high concept. Yo añadiría otros ejemplos, como los pilotos de Veronica Mars, Anatomía de Grey o el que vamos a comentar hoy.
Análisis del piloto de ‘Mujeres Desesperadas’
El primer episodio de la serie creada por Marc Cherry empieza con Mary Alice Young contándonos un día en su vida en Wisteria Lane. Asumimos que será la protagonista de la historia, pero cuando llevamos un minuto y catorce segundos de episodio, Mary Alice se suicida. Mary Alice es desde que aparece la narradora omnisciente de la historia, un recurso que, acompañado de su voz en off, servirá para presentarnos a los principales personajes.
El primero es el de Martha Huber. La transición que hace la serie del disparo al plano de Martha en su cocina mojando un dedo en una salsa roja sirve también para decirnos que la ironía y el humor negro serán señas de estilo y el tono de la serie. La excusa con la que Martha se presenta en casa de Mary Alice define a su personaje como la típica vecina metomentodo, y lo que decide hacer con la licuadora añade que se adapta rápidamente a cualquier situación para sacarle partido.
A partir del minuto 02:40, la serie nos presenta al resto de personajes a través de la comida que llevan a casa de los Young después del funeral. Brie lleva muffins caseros, porque es el ama de casa perfecta que tiene tiempo para hacerlo todo y estar siempre impecable. Lynette lleva un pollo que compró en un restaurante de comida rápida; en otro momento, lo habría preparado ella misma, aunque trabajaba, pero ahora tiene trillizos y un bebé en brazos y tiene menos tiempo. Gabrielle lleva una paella picante, un toque especiado que le falta a su matrimonio con Carlos. Y Susan lleva macarrones con queso, una receta simple que no ha logrado perfeccionar, según nos cuenta la evolución de la relación con su exmarido con el plato como excusa.
Al minuto 08:00, Susan entra en el salón y en la mesa hay cinco sillas, tres ocupadas por Brie, Lynette y Gabrielle; las dos restantes, una le corresponde a ella y la vacía a Mary Alice. Estas cinco mujeres son más que vecinas, son (eran) amigas. Se preguntan qué problemas podía tener Mary Alice y cómo es posible que no lo supieran, su vida parecía perfecta. La cámara se aleja del grupo de amigas y nos responde a la pregunta centrándose en Paul Young y sembrando la sospecha.
Luego, siguiendo con la excusa de los macarrones con queso, la serie presenta a Mike Delfino, un nuevo vecino del barrio. Para cuando llevamos 15 minutos de episodio, la tercera parte de su duración total, el piloto de Mujeres Desesperadas ya ha hecho todo su trabajo: ha presentado su universo, la premisa, quiénes son los personajes principales, cómo se relacionan entre ellos y cuáles serán su tono y su estilo narrativo. Cada escena ha aportado información complementaria y hasta la forma de vestir de cada personaje nos dice algo sobre ellos.
En los siguientes 15 minutos, la serie introduce a otros personajes como Edie y desarrolla más al resto de desesperadas al dejarnos entrar en sus hogares. Descubrimos que Gabrielle está manteniendo una relación con John, su joven jardinero; que todo el trabajo que hace Brie en casa no es valorado por nadie, y que Rex quiere el divorcio; que Lynette miente a los demás, pero no a ella misma, cuando responde estar satisfecha por haber dejado la vida laboral por la doméstica; que Susan y su hija Julie tienen una relación muy sana y abierta, que no ha tenido una relación desde que se divorció y que está dispuesta a solucionarlo.
Este segundo bloque cierra alimentando el misterio; el hijo de Mary Alice se despierta por un ruido que ya había escuchado años antes, el de un secreto familiar, y encuentra a su padre cavando un gran agujero en el patio trasero.
En los últimos 15 minutos, conocemos cómo es la vida en pareja de Lynette: frustrante. Brie deja caer en la intimidad su fachada de perfección, Gabrielle demuestra que está dispuesta a todo por mantener su romance clandestino y Susan se confirma como el alivio cómico de la serie con la primera de sus locas aventuras incendiando la casa de Edie (su secreto particular).
Cuando parece que ya están todas las cartas sobre la mesa y que Susan tendrá un final feliz con un romance en el horizonte, la serie revela que Mike no es un simple fontanero y que su mudanza a Wisteria Lane tiene un objetivo oculto.
Y por si todo esto fuera poco, la guinda final: Mary Alice recibió una carta que la amenazaba el día en que se quitó la vida. Wisteria Lane está llena de secretos y necesitamos descubrirlos durante el resto de la temporada.
El piloto de Mujeres Desesperadas cumple las reglas de un piloto perfecto y lo hace de forma atractiva, manteniendo nuestra curiosidad y sorprendiéndonos a cada paso.
Entonces, ¿cuántos episodios debemos darle de margen a una nueva serie antes de abandonarla? Podemos decidir ser pacientes, pero con el piloto debería ser suficiente; conquistarnos y convencernos es su principal propósito.
Todos los pilotos 2017, puntuados del mejor al peor
Recogemos todas las series nuevas estrenadas en las networks en Estados Unidosfueradeseries.com