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Carlos Cuevas: “Una serie filosófica en el siglo XXI es un gol por la escuadra”

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Pol Rubio es el prota de la nueva ‘Merlí’. (Fuente: Movistar+/DanielCarmona)

Ya fuera por la universalidad de los temas (filosóficos y mundanos por igual) que se trataban en la trama o por el mismo carisma del actor, el personaje de Pol Rubio fue una de las figuras con las que el público de Merlí empatizó en mayor medida. Su intérprete, el catalán Carlos Cuevas, regresará al papel en el spin-off que Movistar+ ya está rodando, Merlí: Sapere Aude. El que fue alumno predilecto del personaje de Merlí en la serie anterior será aquí un estudiante más, recién llegado a la Facultad de Filosofía.

Entrevistamos al actor en el aula donde impartirá sus clases la nueva profesora de la materia, María Bolaño (interpretada por María Pujalte), durante el rodaje en el céntrico campus de la Universidad de Barcelona. El intérprete parece ya la única elección imaginable para interpretar al personaje con el que tanto ha compartido: ese desasosegante primer día de clase que pondrá en jaque la chulería de Pol ya lo vivió aquí mismo el propio Cuevas, al inicio de sus estudios de literatura.

Mientras termina de grabar esta nueva encarnación de la serie de TV3, el actor ha liquidado su intervención en Cuéntame cómo pasó porque “era imposible compaginarlo con todo lo demás” y prepara una película del triplete Atresmedia-Bambú-Warner con Blanca Suárez y Javier Rey, El verano que vivimos.

¿Cómo te llega la noticia de que va a haber más ‘Merlí’?

Pues un día me llamó Héctor Lozano [creador de la serie original y el spin-off] para ir a comer. No me extrañó porque somos amigos y nos vemos a menudo. Y ya en los postres, casi a punto de terminar, aunque no iba a decirme eso porque es tímido, me dice “oye, me han propuesto desde Movistar+ seguir con Merlí, y tanto ellos como nosotros creemos que debe ser la nueva vida de Pol, porque es el heredero de Merlí y el único que estudia filosofía; pero me tienes que decir que sí porque, si no, yo no me puedo poner a escribir”. Y yo le dije “¡corre, corre!” [ríe]. Encantado.

Es verdad que era un poco un secreto a voces. Ya acabando la tercera temporada, tal y como terminaba Merlí [con un flashforward que mostraba a Pol de profesor], había gente del equipo técnico que me decía “oye, y el año que viene, ¿qué? ¿Vas a seguir tú, de profesor?”. Y yo decía: “Hostia, no sé, yo creo que con Merlí termina la serie, ¿no?” Yo veía que se estaba pidiendo, era la evolución natural. Y lo pensaba, pero yo no decido nada.

Vuelves así a un papel que ha supuesto tanto en tu carrera como es Pol.

Cuando un personaje está bien escrito, para un actor es lo más agradecido. Es un tío que ha tenido una evolución brutal, que tiene muchísimas capas y corazas, inseguridades y miedos. De cara a la galería se vende como un superhéroe y un líder, pero es un chavalín que no tiene madre y que está cagado de miedo y no sabe qué hacer. Es un personaje con muchísimas aristas y muy agradecido de interpretar. Pasa por todos los lugares, y en esta temporada me atrevo a decir que más.

En Merlí, Pol era una persona muy importante, pero aquí es el protagonista. Veremos sus contradicciones y cómo lleva el duelo, un tema importante para él, que ya se enfrentó a la muerte de la madre, de la abuela y ahora del máximo referente. Bueno, veremos cómo va aprendiendo.

¿Qué diferencias hay en interpretar al mismo personaje en una etapa más infantil y en esta, que es más madura?

Me viene muy bien, porque es la misma evolución que estoy viviendo yo. Empecé Merlí con 19 y ahora tengo 23; pues son estos mismos cuatro años de aprendizaje, en los que la vida me ha ido dando palos. Desde el guion ya se plantea un tono un poco más sereno. Los pilares fundamentales de Merlí siguen estando: la juventud, las ganas de vivir, la filosofía como máximo estandarte y como link entre tramas, la reivindicación de la libertad sexual, el tratar a los estudiantes como adultos… Todo esto sigue estando, pero tiene un tono más maduro; y yo, como actor, intento abordarlo también desde ese lugar sin perder de vista al Pol original.

Pol Rubio tendrá una nueva vida en la universidad. (Fuente: Movistar+DanielCarmona)

¿Cómo será ese proceso de reformular la identidad de Pol, sobre todo ahora que no está el gran referente, Merlí?

Pol empieza el primer capítulo muy perdido y no sabe qué hacer, porque cree que sin la figura del mentor no va a ser capaz de nada. Pero, al final, por él y por Merlí, en su honor, decide estudiar filosofía y tirar pa’lante. Porque, cuando encuentras algo que se te da bien, es muy inteligente apostar por ello. Pero esto no es el instituto, ya no estamos jugando y esto ya va un poco más en serio. Aquí Pol va a tener que aprender a crear nuevos lazos y vínculos, entendiendo que la personalidad que lleva arrastrando toda su vida aquí no sirve: en este espacio no gana el fuerte, sino el listo.

¿Qué supone que una serie hable tan frontalmente de filosofía hoy en día?

Yo creo que es un gol por la escuadra. Si Merlí ha llegado hasta aquí, y con “aquí” me refiero a una serie que era autonómica y solo autonómica, que compró Atresmedia y luego Canal+ Francia, y luego Netflix con su fenómeno internacional, y ahora Movistar+ la revive… Si ha llegado hasta aquí es por el guion. Porque actores buenos siempre ha habido en otras series de TV3, pero esta idea es brillante. A mí, hablar de filosofía en el siglo XXI, en la era del marketing, la publicidad y el neoliberalismo económico me parece un buen anclaje. Además, justo cuando íbamos a rodar, creo que el ministro Wert se planteaba quitar la filosofía, entonces… Encantado.

¿Cómo viviste el furor de Argentina por la serie original?

Llegamos al aeropuerto, se abren las puertas del avión y hay fans, fotógrafos, televisión… ¿Sabes cuando llega Marc Márquez de un Gran Premio? Pues así. Una realidad que no es la mía y que tampoco me gusta en exceso: yo no busco esto, entiendo mi trabajo desde la artesanía. Quiero decir, estudié literatura por algo. Nunca voy a buscar el flash, pero si es consecuencia de que un trabajo bien escrito llega a estos niveles, lo aceptamos deportivamente y contentos. Y, al final, si estamos haciendo el spin-off es por esto, porque en toda España y en Latinoamérica mucha gente ha visto la serie y tienen ganas de seguir viéndola.

¿Ese nivel de celebridad lo vives aquí también?

Hay tres planos, el plano catalán, el español y el latinoamericano. Donde más tranquilo voy es en el español, porque aquí en Cataluña he trabajado muchísimo desde muy pequeñito. Fui niño actor [en Ventdelplà, también de TV3, desde los nueve años hasta los 14], siempre se me ha visto y Merlí caló muy hondo aquí, así que en Cataluña me atrevería a decir que es un poco el mismo rollo que en Latinoamérica. Eso sí, en Latinoamérica había paparazzi, cosa que aquí en Cataluña no existe y estamos muy agradecidos. Y en el resto de España, de vez en cuando, me paran por Merlí o Cuéntame cómo pasó, pero es más ‘relajao’. Por 45 Revoluciones también me paran, la vio su gente [bromea].

¿Crees que un fenómeno como el de ‘Merlí’ podría repetirse con ‘45 Revoluciones’?

Hostia, ojalá. Ojalá, porque yo creo que es una serie superchula. Creo que es muchísimo mejor serie que muchísimas de las que este año se han emitido y han tenido muchísima más audiencia, y lo pienso sinceramente. Obviamente, cuando estoy trabajando en un proyecto lo defiendo a capa y espada porque es mi trabajo; pero, una vez terminas, eres capaz de ver con perspectiva si estaba mejor o peor y no se me caen los anillos por decir que he participado en algunos que no estaban tan bien. Te podría decir 50, pero ya han prescrito [ríe].

En el caso de 45 Revoluciones, sin embargo, yo estoy encantado con nuestro curro, con cómo quedó. Creo que había una propuesta estética y narrativa muy interesante. Sí es verdad que el público joven al que estaba enfocada no sé si está con el mando [de la tele, para ver su emisión en Antena 3] a las diez y media de la noche, esperando que corten para anuncios cada diez minutos… Sé que esta serie va a ir a otro sitio ahora, creo que no puedo decir cuándo pero pronto, y espero que tenga una segunda vida. No tanto para que reviva o no, eso no lo controlamos; pero a mí me haría ilusión que la viera un poquito más de gente.

‘Merlí: Sapere Aude’ traerá de vuelta la filosofía, pero con más madurez
El ‘spinoff’ de la serie de TV3 llegará a Movistar+ en diciembre de 2019 y lo protagonizará Pol, el personaje de Carlos…fueradeseries.com

antonio

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