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Crítica: ‘The Handmaid’s Tale’ 2×06 — ‘First Blood’

(Fuente: HBO España)

La expresión First Blood hace alusión a la primera muerte o herida al enemigo en una batalla, también a la ventaja inicial ganada por una de las partes enfrentadas en una competición; dentro del contexto de este episodio de The Handmaid’s Tale podemos relacionar este concepto tanto con el flashback de Serena como con la explosión final. Y, aunque First Blood transcurre en su mayor parte dentro del entorno doméstico, las dinámicas de poder, estrategias y la revolución son los temas que se exploran en todas sus tramas.

Después de la visita al ginecólogo, que nos permitió ver un cambio de actitud en Serena, la mayor parte de la acción transcurrió dentro de la casa de los Waterford, con dos escenas en la vivienda de los Blaine y otras dos en el nuevo Centro Rojo: el Rachel and Leah Center. Siguiendo la norma de la serie, fuimos testigos de escenas muy incómodas, pero también pudimos disfrutar de momentos de humor negro (la escena del brunch entra ya en mis momentos del año), de una explosión con cliffhanger y de un cierre musical de esos que nos dan subidón y que echábamos tanto de menos. En este episodio tuvimos de todo.

(Fuente: HBO España)

Dinámicas de poder y estrategias

Después del susto del episodio pasado, Serena (cuyo objetivo es tener en sus manos al bebé) cambia su estrategia y con ella su actitud hacia June. En su cabeza todas sus acciones son una muestra de generosidad, y aunque son ventajas para June, la realidad es la que es y el problema (uno de ellos) es que la relación de poder que existe entre ellas impide que cualquier vínculo se sienta genuino y sea recíproco.

(Fuente: HBO España)

En medio de su delirio, pretende que las Criadas hablen con ella con confianza, como si fuera una más del grupo. Como mujer, está en el gran grupo de oprimidas por Gilead, pero este gran círculo de opresión tiene intersecciones, y su estatus de Esposa, una situación para la que labró el camino con sus propias manos, la pone en una situación de privilegio del que no puede escapar: ella también es opresora.

En una sociedad totalitaria cada sujeto busca sus propios subterfugios para aferrarse a cualquier situación en la que sienta que disfruta de poder, por mínimo que sea. “Aprovecha mientras puedas”, le dice Rita a June. Y así lo hace. Su estrategia es abrirle las puertas a Serena y a Fred, seguirle el juego a la primera e iniciarlo con el segundo, a quien siempre ha pensado que puede manipular de forma más fácil, y tiene razón.

(Fuente: HBO España

La estrategia con Serena falla cuando intenta manipularla y hace una petición personal demasiado pronto. Lo cierto, es que probablemente nunca habría sido un buen momento, pero la reacción emocional que tiene Serena en ese momento nos deja entrever que ella realmente creía que existía una conexión a nivel personal, algo que será imposible mientras June le esté prestando un servicio para el que, además, no ha firmado de forma voluntaria. Serena quiere que la intimidad exista bajo sus propios términos, sin tener que ceder ni una pizca del poder que cree tener.

(Fuente: HBO España)

De Fred consigue algo, una valiosa foto, que paga al instante con humillación y vejaciones sexuales que, afortunadamente, evita sean mayores usando como excusa el embarazo, porque sabe es la carta más poderosa, quizá la única que posee. Él, es un miserable como siempre, y repite la frase “es nuestro secretito”, para convertir en cómplice a su víctima.

(Fuente: HBO España

Ese poder es el que también usa June para dar el jaque mate en el juego que inicia Serena en la escena de la aguja de tejer. La distancia entre ellas queda clara con la puesta en escena, enfrentadas, cada una en un extremo de la larga mesa. Están sentadas al mismo nivel, pero Serena decide demostrar su superioridad, y June le demuestra que esa superioridad es relativa. Las reglas entre ellas vuelven a quedar claras.

Saber elegir las batallas

(Fuente: HBO España)

“¿Tienes que follar con alguien con quien no quieres hacerlo? Pobrecito”.
-June a Nick.

El gesto de repulsión de June cuando Fred la toca es elocuente, pero se traga el asco y calla, porque sabe que esa es una batalla que no puede luchar ahora. Lo mismo ocurre con Nick y Eden, una situación que ya sabíamos iba a ser complicada y muy difícil de digerir.

(Fuente: HBO España

La llegada de Eden y su revelación como firme creyente de la ideología de Gilead se manifiesta como problema con todas sus letras cuando interpreta la falta de interés sexual de Nick como señal de que es traidor de género. Una vez más se demuestra que sobrevivir en Gilead implica grandes sacrificios. Ver a Nick en la cama con Eden y asumiendo las consecuencias de su complicidad con el sistema nos exige mucho esfuerzo como espectadores.

La revolución

(Fuente: HBO España)

Es imposible no venirse arriba con esta escena. Ver a Ofglen 2.0, a quien le habían robado la voz, encender así la llama de la revolución fue simbólico y muy potente. No le hicieron falta las palabras para comunicar sus mensajes, primero, alertando a sus compañeras, y después corriendo hacia el enemigo con el brazo en alto.

Como declaración de guerra, la estrategia de atacar el nuevo Centro el día de su inauguración no puede ser más significativo: lanzar una bomba al patriarcado, castrar a Gilead. ¿Puede algo ser moralmente problemático y aún así satisfactorio? En este caso lo es. No podemos decir que los señoros Comandantes no se lo merezcan, y no podemos evitar aplaudirlo, pero esta revolución fue un acto terrorista y, como tal, se ha llevado vidas inocentes, las Criadas que estaban en la parte superior no tuvieron tiempo de darse cuenta de lo que estaba ocurriendo.

Alma le dijo a June que Mayday ya no estaba ayudando a las Criadas, pero eso no significa que como organización haya desaparecido, parece que simplemente han cambiado sus objetivos. Si ayudarlas a escapar no dio resultados, quizá atacarlas sea su nueva estrategia, al fin y al cabo, ellas son el recurso más valioso de Gilead. La revolución no es la que esperábamos, pero ha llegado.

(Fuente: HBO España)

Notas al margen:

  • La escena del brunch es una maravilla. Lo es a nivel técnico (está rodada en un plano fijo y abierto que nos permite ver las reacciones de todas las presentes) y también lo es a nivel emocional. Es una situación bizarra, con humor negro (¡la cara de Serena cuando Ofglen le enseña por qué no puede responder su pregunta!) y la conversación impagable sobre aquel sitio en el que comían “Tortilla francesa liberada con patatas eclécticas”. Un sitio en el que podían haber coincidido Alma, June y Serena en otros tiempos, unos en los que la vida era tan sencilla que podían pagar platos con nombres ridículos y ellas no eran tan diferentes. Y, como broche de oro, uno de esos momentos de sororidad que tanto necesitan las mujeres de Gilead y nosotros.
  • Conversaciones como la del brunch, cuando June dice el nombre de su hija en la visita al ginecólogo o la de Serena con Eden en el episodio pasado muestran cierta laxitud con relación a las rígidas reglas de aquello de lo que está permitido hablar en Gilead. Quizá sirva para establecer contraste con las medidas que se tomen después del atentado llevado a cabo por Ofglen 2.0.

(Fuente: HBO España)

  • En este episodio tampoco hemos escuchado los monólogos interiores de June y no han hecho falta porque ha tenido voz, y cuando se vio obligada a callar, sabíamos perfectamente lo que estaba pasando por su cabeza.
  • Rita sigue siendo ese personaje que todo lo ve y que nos regala siempre algún momento de humor. Se merece su propio flashback.
  • El personaje del ginecólogo es el mismo de la primera temporada, el asqueroso que le proponía a June una salida alternativa a su problema.
  • “Imagina cuántas Criadas pueden ser procesadas aquí”. Lydia hablando de sus niñas como si fueran ganado.

(Fuente: HBO España)

  • Las escenas de flashback de Serena funcionan muy bien como yuxtaposición a la profunda miseria y eterno aburrimiento a los que la constriñe su vida actual. El paralelismo con la realidad social de Estados Unidos se establece con el recibimiento que han tenido en varias universidades las figuras de varios representantes de la ideología de la extrema derecha. No sólo políticos, como también era el caso de Serena en ese momento, Milo Yiannopoulos (referencia que tuvimos en The Good Fight) también se encontró con gritos que acallaban su discurso en esas visitas.
  • Todos los flashbacks siguen siendo un espejo de la realidad sociopolítica actual, con la excepción del dato del descenso del 61% de la natalidad durante el año anterior al momento en el que Serena está presentando su libro en la universidad.
  • El flashback de Fred en el bosque no muestra el punto de vista de Serena, lo que sí nos muestra es que el Comandante Waterford tiene más sangre en las manos de lo que podíamos imaginar. No sabemos si esa fue la primera vez, tampoco si fue la última.
  • La apoteósica canción del final es Oh Bondage Up Yours! de X-Ray Spex.

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