Esta crítica está escrita tras haber visto The Pacific por lo que contiene spoilers.
Hace poco hicimos la crítica de la primera serie que crearon Spielberg y Tom Hanks Band of Brothers y, lógicamente, no podíamos dejarla sin su continuación la maravillosa miniserie: The Pacific. Contó con un presupuesto superior a 200 millones de dólares y la convirtió en la producción televisiva más cara de la historia hasta ese momento. Se estrenó en el año 2010 y, al igual que su predecesora, está ambientada en la Segunda Guerra Mundial y llegó de la mano de HBO.
En esta ocasión, nos alejamos de Europa y nos centramos en la intervención militar estadounidense en el Teatro del Pacífico basándose en las memorias de dos marines, Robert Leckie y Eugene Sledge. La miniserie narra la historia de ambos autores y la del marine John Basilone en las batallas contra el Imperio del Japón. El equipo de guión de The Pacific está encabezado por uno de los principales escritores de Band of Brothers, Bruce C. McKenna y Hugo Ambrose, hijo de Stephen Ambrose (autor del libro Band of Brothers), es asesor histórico del proyecto. Para darnos aún más emoción, la banda sonora de esta serie fue escrita por Hans Zimmer, que escribió el tema principal «Honor», junto a Geoff Zanelli y Blake Neely. Me postro a lo pies de tanto talento junto.
Aunque soy absoluta y totalmente fanática de la original Hermanos de Sangre, en mi mente soy totalmente consciente de que The Pacific es muchísimo más cruenta y brutal que su hermanísima y ésto tiene su lógica. Aunque ambas nos muestran un combate salvaje y cruel, la violencia gráfica que podemos ver en The Pacific sobrepasa la que vimos en la anterior y se nos hace mucho más duro su visionado. Cierto es también, que Europa nos pilla más cerca y nos han mostrado en muchas más ocasiones cómo fue ese lado de la guerra, además, en Band of Brothers encontramos la cercanía con sus personajes con las entradas antes de cada episodio conociendo a los verdaderos héroes y nos hace que sintamos más afinidad hacia esta miniserie. Sin embargo, aunque la temática de ambas la podemos mirar como un círculo que por fin se cierra, no hay duda ninguna del tono visceral y oscuro que aporta la segunda entrega frente a la primera. Ambas campañas son crueles, toda guerra lo es, pero la geografía del terreno, el enemigo a batir y la climatología fueron totalmente en contra de la Guerra del Pacífico.
Los combates contra los japoneses fueron especialmente duros ya que, al contrario de lo europeos, la rendición jamás estaba en sus mentes. La prohibición ante un acto tan humano, es lo que hacía que la lucha fuera más lenta y que cada trozo de terreno se tuviera que ganar con mucho esfuerzo y tremenda violencia. El Pacífico fue testigo de numerosas atrocidades que desafiaban el Tratado de Génova de 1929 lo que explica la crueldad y violencia que llegamos a ver.
Por otro lado, pese a que vimos cómo el frío machacaba a los aliados y a los propios alemanes en la guerra en Europa, fundamentalmente en el combate más conocido el de las Ardenas, la climatología es mucho más similar a la que vivían ambos bandos en sus lugares de origen pero, en el Pacífico, estamos frente a un clima monzónico atroz que los dejaba empapados o muertos de calor y llenos de picaduras con fiebres altísimas: no había un término medio. Las luchas en pleno barro intentando poder moverse, dormir en trincheras cuando el agua te está calando hasta el último hueso y un minuto más tarde tener que pelear contra un enemigo que no entiende una bandera blanca, es de absoluta locura. De aquí lo magistral de esta serie y de esos bravos soldados.
Los combatientes fueron Japón por un lado, y las potencias Aliadas de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a China, Estados Unidos, Reino Unido (y su India colonial), Australia, Filipinas, Holanda y Nueva Zelanda por el otro. La Unión Soviética rechazó un temprano ataque japonés en 1939, y permaneció neutral hasta el primer bombardeo atómico sobre Hiroshima. Tailandia fue convencida tras el inicial ataque japonés de unirse a su bando. La Alemania nazi y la Italia fascista también eran aliados de Japón y unidades testimoniales de sus Armadas operaron en el Pacífico entre 1940 y 1945.
Japón se rindió incondicionalmente el 15 de agosto de 1945, siendo ocupado por tropas estadounidenses. Esta guerra significó la caída del Imperio japonés, convirtió a Estados Unidos en la primera potencia del Pacífico, inició el declive anglo-francés en el sudeste de Asia, y el gobierno nacionalista chino fue reemplazado luego por el gobierno comunista de Mao Zedong.
En cuanto a esta serie, pese a contar con actores de primera fila, no les cogemos el cariño que le tuvimos a los personajes de Hermanos de sangre, sin embargo, sí que sufrimos más por ellos. Las atrocidades que pasan por sus ojos ¿cómo las borran? El síndrome de estrés post-traumático, un gran tabú para muchos soldados, será el otro protagonista silencioso que veremos claramente plasmado y nos llegará al alma.
Conozcamos a algunos de sus protagonistas:
Las memorias de Robert Leckie, ‘Helmet For My Pillow‘, fue una de las fuentes de inspiración para recrear esta serie. Este artillero de la 1ª División de Marina sobrevivió a las horribles batallas que tuvieron lugar en Cabo Gloucester, antes de ser herido en la batalla de Peleliu por la que volvió a casa a causa de la gravedad de sus heridas recibiendo la distinción del Corazón Púrpura al valor.
El libro de Eugene Sledge, ‘With the Old Breed’, fue la otra fuente de recursos en esta historia. El que fuera inicialmente rechazado por los marines para entrar en combate debido a un soplo en el corazón, se convirtió en unos de los protagonistas de esta gran historia por su tenacidad y valor. Consiguió su objetivo y en 1943 partió hacia esas islas en las que tanto sufrió. Sirvió en la unidad de infantería encargada de los morteros de la 1ª División de Marina.
El mejor amigo de la infancia de Eugene Sledge en Mobile Alabama, era Sidney Phillips que se alistó en los marines sin haber cumplido los 18 años, de hecho, los celebró en la batalla de Guadalcanal. Más tarde escribió también su memorias acerca de las vivencias en la Segunda Guerra Mundial : ‘You’ll be Sor-ree‘ dejándonos otro punto de vista de todo lo que sufrió en el Pacífico.
John Basilone es uno de los grandes protagonistas de esta historia. A este militar estadounidense se le concedió la Medalla de Honor por sus acciones en la batalla de Guadalcanal siendo el único marine de la Segunda Guerra Mundial que recibió las dos condecoraciones militares norteamericanas más altas, la Medalla de Honor y la Cruz de la Armada, además del Corazón Púrpura. Antes de unirse a los Marines en 1940, Basilone sirvió tres años en el Ejército estando destinado en Filipinas y tras el entrenamiento, estuvo destinado en la Bahía de Guantánamo, Cuba, las Islas Salomón y, finalmente, en Guadalcanal, donde sus actos contribuyeron en gran medida a contener el ataque de 3000 soldados japoneses después de que su unidad de 15 miembros se redujera a dos en la batalla de Henderson Field. Tras este acto de heroísmo, lo reclutaron como símbolo de la propaganda militar, de hecho, hasta se hicieron comics sobre él. Basilone odió esta etapa en su país porque no podía estar en combate con sus compañeros y, para mí, es la parte más aburrida de la serie. Regresó al frente y murió en acción el primer día de la batalla de Iwo Jima por un disparo en el pecho, tras lo cual le fue concedida a título póstumo la Cruz de la Armada. Convertido en leyenda, ha recibido múltiples honores incluyendo llevar su nombre el destructor de la Armada de los Estados Unidos, el USS Basilone (DD-824).
Por último, el personaje favorito del alma de Fuera de Series, Cj Navas: el conocido Rami Malek
Merriell «Snafu» Shelton sirvió como artillero en la 1ª División de Marina donde conoció a Eugene Sledge, uno de los reemplazos que se unió a la Compañía K en 1943. Ambos pelearon juntos en las batallas de Peleliu y Okinawa y, a su regreso de la guerra, volvió a su ciudad natal Jackson en Louisiana. No volvió a ver o hablar con Sledge hasta que leyó su libro y se reunieron 35 años más tarde. Como curiosidad, os diré que su casa paso de ser la propiedad de un héroe de guerra a ser la residencia del asesino en serie Derrick Todd Lee.
The Pacific es otra serie inolvidable y os debo confesar que también tiene un toque personal para mí. Una de mis personas favoritas del mundo era mi tío y ambos hablábamos de esta guerra que tanto dolor trajo al mundo constantemente. Tengo estanterías llenas de libros de él sobre esta temática, e incluso, reliquias en fascículos que llegaban a España en aquella época y recuerdo que siempre me decía lo mismo: ¡Qué infravalorada está la guerra en el Pacífico frente a la de Europa!». Es imposible que no le dé la razón, igual que lo era que no lo mencionara en este artículo. Queridos míos, como ya he pasado la frontera de los años en los que me importaba lo que opinaban de una servidora, quiero poner una foto de él junto a estos héroes de guerra porque, para mí, él fue el mío superando obstáculos desde la niñez que poca gente podría haber conseguido. Ésta va por tí titín, aunque sé que me dirías: «Niña, ¿para qué me sacas a mí?» porque en el fondo te habría encantado pelear en esa guerra aunque por tu condición no te habrían dejado.
En las junglas y montañas de esas islas, ahora completamente olvidadas, se empezó lo que años más tarde desembocaría en la Guerra de Vietnam y, en ambos casos, nos encontramos con unos soldados que acaban yendo a morir sin saber ni cómo ni por qué para terminar conquistando unas islas que serán abandonadas al final de la guerra.
Os recuerdo que ya está en marcha ‘Masters of the Air’ la que será la nueva entrega de la saga y aquí estaremos esperándola con muchas ganas.
The Pacific está disponible en HBO Max.