Joe sigue siendo un encanto que está fatal de la cabeza. (Fuente: Netflix)
Esta crítica se ha escrito después de ver la temporada 2 de ‘You’.
La segunda temporada de una serie exitosa es un punto delicado. Caer en la repetición de una historia puede ser empalagoso y, por contra, encerrarse en aquello que ya se ha contado tiene el riesgo de convertirse en un chicle insulso. You tenía que enfrentar ese reto después de un estreno que causó sensación y que cosechó un montón de buenas críticas. Y sin duda lo hace muy bien.
La de Joe Goldberg (Penn Badgley) es una historia accidentada, uno de esos asesinos en serie que parece que vaya matando por error y sin malas intenciones. Él solo quiere querer. Ama ciegamente y se entrega a sus relaciones. De una forma enferma, acosadora, preocupante y dejando cadáveres a su paso. Pero en su cabecita todo sucede desde las pretensiones más puras. Si algo vemos en esta nueva temporada es más de eso. El enamoramiento con Love (Victoria Pedretti) sería otro más, pero la forma en la que se nos presenta, y cómo va desvelando que sigue siendo el mismo perturbado, engancha muchísimo.
Con un principio en donde parece que estaremos de nuevo un poco ante lo mismo, vemos cómo encaja nuestro protagonista en una familia con un montón de asuntos que solucionar. Y entonces aparece Candace (Ambyr Childers). Jugando a su juego. Pero en bueno. O no tanto. Es decir, aún hay ligas. Y coleccionar muertes te coloca en el podio de lo malo malísimo, pero delante tenemos a una perturbada, aunque la entendamos.
Es posible que en su situación muchos cayéramos en algo así. Ha intentado hacer las cosas bien, denunciar, pedir ayuda y hacer que persigan a quien intentó matarla. Pero no lo ha logrado. Y ha decidido no quedarse con los brazos cruzados. Todo eso hace que tiemble el labio antes de decir que menuda otra pirada. A fin de cuentas, no deja de ser alguien que, para destapar a Joe, engaña y hace que otro ligue su vida a ella. Entendemos el motivo y comparativamente se encuentra en otra liga. Pero está mal.
En ese pulso entre los dos, y el triángulo extraño que se forma entre Love, Forty y Joe (el ahora Will), transcurre buena parte de la temporada. Sería entretenida si no fuera por ese bucle final en el que todos se meten. Joe ha matado de pequeño. Forty también. Aunque resulta que en realidad fue Love, quien le ha cogido gusto al asunto y protege a Joe, que ha secuestrado a Delilah, hermana de Ellie, que ahora trabaja para Forty después de huir del asqueroso Henderson. ¿En serio? Casi sin darnos cuenta, la segunda temporada nos mete en un embrollo de arcos, relacionados entre sí, prescindibles cada uno por separado y a la vez parte de un entramado fantástico.
La primera temporada de You nos sorprendió. Estos nuevos episodios empezaron bien. Con más retranca (hay momentos verdaderamente graciosos) y, a su vez, un tono más serio. No hay duda, Joe Goldberg es un mal tipo, no vamos a seguir jugando con hasta qué punto desearlo es un placer culpable. No se toca. Malo. Se llama a la policía y que lo arreglen ellos. Todo parecía indicar que íbamos a seguir el recorrido de alguien que o bien lograba ventilarse a Candace y salirse con la suya, o era arrestado. Nadie podía esperar todo lo que vino después.
(Fuente: Netflix)
Despertar curiosidad cuando ya se ha visto a qué juega una serie es muy complicado, y hacerlo sin que sea un sinsentido incomodante, más. Lo que hemos visto esta semana en Netflix no tiene sentido. Son dos almas perdidas encontrándose. Y sería romántico si no se perdieran entre cuerpos en descomposición. Pero hacerlo de un modo tan retorcido es pura maravilla.
El relato de Will, o Joe, o como lo queráis llamar, no se ha cerrado. Y ahora ya podemos vaticinar que no lo hará nunca. O no hasta que alguien acabe con él.
‘You’ está disponible en Netflix.
No, no es sano sentir atracción por Joe Goldberg en ‘YOU’
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