Elena Martín es una de las directoras de ‘Vida perfecta’. (Fuente: Movistar+)
El próximo 18 de octubre se estrenará en Movistar+ la serie Vida perfecta, que lleva emparejada un nombre propio, el de Leticia Dolera. Ella es la creadora, coguionista del proyecto y una de las tres directoras. Para los capítulos que no firma ella, Dolera ha confiado en dos realizadoras jóvenes Ginesta Guinda y Elena Martín. Con esta última, que firma los capítulos 4 y 5, hemos hablado de la serie y sus referentes y de la dificultad para abrirse paso en una profesión donde los iconos son todos masculinos.
¿Qué pinta alguien como Elena Martín, que debutó en el cine dirigiendo y protagonizando un film independiente como Júlia ist, en una serie como esta? Es una pregunta que ella misma se hizo: “Cuando me llamaron para proponerme dirigir los capítulos les dije: ‘¿por qué yo? ¿qué os habéis fumado?’ Me dijeron que les gustaba mucho Júlia ist y la forma de tratar a los personajes. Quedé con Leticia, que me había mandado los guiones aún sin cerrar, y rápidamente nos pusimos de acuerdo en cómo el guion pedía ser filmado. Me parece importante el ejercicio de empatizar con el material como si fuese mío”.
La conexión entre ella y la creadora fue rápida: “Nos entendimos fácil y la serie tiene unos conflictos que a mí me interesan mucho. Así que al final sí entendí por qué pensaron en mí después de Júlia ist; la serie intenta traspasar lo televisivo e irse a un lugar muy orgánico, con cámara muy viva y con cierta flexibilidad en la improvisación para que prime la naturalidad. Ahí me siento muy cómoda”.
Aunque en las series de televisión en las que trabajan varios directores es normal que uno sea quien defina la líneas maestras y el resto le sigan para que todo tenga unidad, Elena explica que en Vida perfecta ha sido un proceso muy colaborativo entre las tres: “Desde el principio hablamos mucho, compartimos referentes y ella ha estado abierta a cambiar cosas que proponíamos”. Sobre esos referentes comunes, apunta: “No se puede decir que Vida perfecta sea ‘como esto a la española’, pero sí teníamos claros algunos. A raíz de empezar en el proyecto, Leticia me recomendó una serie noruega que se llama Young and promising; y me gustó mucho, aunque tiene menos comedia que la nuestra. También hay momentos de realización de Transparent, Girls o Catastrophe; ese tipo de comedias dramáticas han sido referentes.
Una serie con tres directoras, ¿paso adelante o puro marketing?
Desde que se presentó Vida perfecta -por entonces titulada Déjate llevar– se vendió como una serie de mujeres. Creada, protagonizada y dirigida por mujeres. Algo inusual y que llama la atención, pero que también levanta las suspicacias de si no es más que una maniobra de marketing para dar cierta imagen y tapar agujeros, pero sin una verdadera conciencia de dar espacio a las mujeres.
Fotograma de ‘Vida Perfecta’. (Fuente: Movistar+)
“Hay contradicciones dentro de eso”, opina Elena, “Me gusta que se visibilice porque faltan referentes; es importante que las estudiantes sepan que hay mujeres que dirigen. Me parecería mal si fuera solo una herramienta de marketing y no fuese coherente con el contenido de la serie. Que la dirijan mujeres y luego la serie tuviese personajes femeninos poco fuertes, ahí me llevaría las manos a la cabeza. Pero en este caso me parece interesante que se cuente que hay mujeres en el equipo, en muchos departamentos. Y tiene una repercusión en la historia. La serie tiene personajes muy fuertes, pero que la cagan mucho, y eso es muy bonito”, asegura.
La importancia de la visibilidad de la mujer
Para ella, esa falta de referentes de mujeres directoras es un gran obstáculo que salvar: “No se trata solo de oportunidades que se dan a mujeres para dirigir. Es un problema estructural que parte de las universidades y las escuelas de cine donde se transmite a las mujeres que estudian que no son capaces de dirigir. Faltan referentes. Por ejemplo, en historia del cine se habla muy poco de mujeres directoras. Hay muchas pioneras y yo desconozco a la mayoría y he estudiado cine. A nivel inconsciente, si como mujer ves solo hombres, y con ese discurso del director megalómano que tenía su idea superclara y controlaba cada detalle, te supone un reto más grande verte ahí. Lo ves inaccesible”, expone.
Ese enraizamiento del patriarcado en la industria audiovisual da lugar a situaciones tan absurdas como esta que cuenta Elena: “Una amiga mía, Alba Cros, que también es directora y además hace publicidad, me decía que se muere por hacer una campaña de coches porque hay mucha pasta ahí y muchos recursos, te permite hacer muchas cosas y es muy divertido. Pero en cambio a nosotras nos tocan campañas de tampones”. Es tan grotesco que no te lo crees, pero es cierto: “Eso está sucediendo hoy día. Y en ficción corremos el riesgo de que pase igual”, avisa.
En busca de la mirada contemporánea
Sin embargo, Martín no establece en su discurso una oposición conflictiva entre masculino y femenino, sino que apuesta por una forma de narrar actualizada: “Como espectadora me interesan las historias contadas desde un punto de vista complejo y contemporáneo. En esa sensibilidad, que pasa por cómo cuentas las historias y por cómo diriges al equipo, me gusta lo que se asocia a la energía femenina, pero no hace falta tener vagina para tener una energía femenina”, comenta.
“Tengo amigos que dirigen y yo me siento totalmente identificada y no hablan de ser mujer sino de una forma de ver el mundo”, añade la realizadora, “Por ejemplo Ruben Östlund, director de Force Majeure o The Square, me interesa mucho y sus personajes son masculinos, pero hace una reflexión sobre los conflictos vitales desde una masculinidad contemporánea”.
Leticia Dolera, una showrunner que se deja domar
Tener al creador de la serie en el set de rodaje como uno más de los actores puede llegar a ser conflictivo, pero Elena Martín aclara que no han tenido lucha de egos: “No ha habido ningún momento de tensión que pensase ‘Ahora como Leticia lo ha escrito y está actuando no se deja dirigir’. En los capítulos que dirijo yo el equilibrio es muy claro: yo decido dónde va la cámara, si doy una indicación u otra, cuándo se llega a la toma buena o no”.
Dolera, como decía el anterior título de su serie, se ha dejado llevar, pero también ha sido muy útil para sus compañeras. “Es muy bueno tener a la guionista cerca”, dice Elena Martín, “Mantienes todo el rato un diálogo abierto. Ella tiene una consciencia de toda la temporada, así que yo estoy a la escucha e incluso le consulto cosas. Leticia es la creadora, quien más conoce la serie y quien toma las decisiones que afectan a todo. Luego la planificación y dirección de actores de cada capítulo es de cada una”.
‘Vida perfecta’ se estrena el 18 de octubre en Movistar+.
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La serie de Leticia Dolera para Movistar+ se ha visto en primicia en el Festival de San Sebastiánfueradeseries.com