Una imagen de ‘Breaking Bad’. (Fuente: AMC)
El último capítulo de una serie puede definir, para muchos espectadores, cómo se sienten sobre ella. Se culmina la experiencia de haber estado años siguiendo con fruición cada nuevo capítulo y cada nueva temporada, y si el cierre es satisfactorio, puede dejar tanto un vacío como una sensación de final del viaje que lo hace crecer en nuestra memoria.
Una de la sseries más relevantes de la última década, Juego de tronos, ha arrancado su temporada final, así que es el momento para que la redacción de Fuera de Series elija sus últimos episodios favoritos.
‘Girls’ — Álvaro Onieva
(Fuente: HBO)
El final de Girls es perfecto. Aunque mucha gente lo leyó como si de un epílogo se tratase, añadiendo una información extra a la conclusión de las cuatro chicas, lo cierto es que la de Lena Dunham nunca fue una serie coral, sino la serie de Hannah. Por eso, tras cerrar la etapa de la veintena en Nueva York, debían darnos un verdadero final para la protagonista y este fue todo lo que no esperábamos: Hannah convirtiéndose en madre en vez de alcanzando el éxito profesional, haciendo las cosas a su manera (mal) pero, en cierto modo, intentando ser la mejor versión de sí misma. Nadie hubiese previsto esta vuelta de hoja al feminismo de la serie, pero tuvo todo el sentido del mundo.
‘Sherlock’ — Antonio Rivera
(Fuente: BBC)
Con la adaptación contemporánea de los relatos de Sir Arthur Conan Doyle, la BBC reescribió (en cierto modo) la identidad y cultura británicas, y es muy difícil no considerar la cuarta temporada de la serie como la definitiva por dos razones: por lo complicado que será ver una quinta (a pesar de los rumores), y porque ofreció el final perfecto, y el único posible, para el personaje.
The Final Problem, el último de los tres macroepisodios de la temporada, enfrentaba al cínico detective al único caso que nunca podría resolver. Estirar más el chicle por la vertiente racional no tenía mucho sentido, y Mark Gatiss y Steven Moffat decidieron abordar el único frente en el que el protagonista estaba indefenso: los sentimientos. Un caso que tuviera que resolverse por la vía del corazón, con su hermana (más inteligente que él) como enemigo a batir, era la única manera de cerrar el círculo del personaje y de esta serie maravillosa.
‘Breaking Bad’ — Francis Arrabal
Feliz cumpleaños, Walter. (Fuente: AMC)
La tarea que tenía por delante Vice Gilligan no era fácil: el creador de Breaking Bad, que había pasado sus primeras temporadas bastante desapercibida para el público general, se enfrentaba a su final con la serie convertida en icono pop y trasladada por la crítica al panteón de la tercera edad de oro junto a Los Soprano o The Wire. Las expectativas estaban en todo lo alto, y no decepcionó. El final de Walter White fue tan desgarrador y coherente como el viaje del propio personaje, y supuso un broche dorado para una de las mejores series que ha visto jamás la televisión. Baby Blue, del grupo Badfinger, se encargó de que cada vez que suena la canción se quiebre un poco nuestro corazón al recordar que ese ser tan despreciable, con el que conectamos emocionalmente cuestionando nuestra propia moral como si de Hamlet se tratara, nunca volverá.
‘The Americans’ — Marina Such
(Fuente: FX)
Hay muchos finales de serie que me gustan (yo soy de las defensoras tanto de los cierres de Battlestar Galactica como, sí, Perdidos), pero quizás por proximidad temporal, el primero que se me ha venido a la cabeza es el de The Americans. La serie de FX tenía un reto muy complicado de terminar la historia de sus dos espías soviéticos infiltrados en Estados Unidos en la primera mitad de los años 80, y lo superó con creces. ¿Cómo? No perdiendo de vista que su centro siempre estuvo en el matrimonio de Philip y Elizabeth Jennings, en lo que estaba en juego a nivel personal para todos los personajes, y manejando a la perfección la tensión dramática.
‘Parks and Recreation’ — Valentina Morillo
(Fuente: NBC)
El final de Buffy, la cazavampiros es una de mis respuestas a esta pregunta, pero hoy destacaré el final de una comedia, ese género que siempre queda olvidado en las listas de “las mejores cosas” de las series. Elijo un final reciente, el de Parks and Recreation, que tuvo en realidad una gran temporada de cierre pero que, en una despedida perfecta, nos permitió reencontrarnos con todos los personajes, nos regaló muchos momentos emotivos y nos permitió echar un vistazo a cómo sería el futuro de todos que, como no podía ser de otra manera, y porque se lo merecen, será muy luminoso.
‘The Shield’ — C.J. Navas
(Fuente: Sony TV)
El epílogo perfecto para la mejor serie de todos los tiempos. Y digo epílogo porque, como ocurriría unos años después con Breaking Bad y Ozymandias, para mí el final de The Shield no se produce en su último episodio. Es en su penúltimo episodio, Possible Kill Screen, cuando el horror de las veces que hemos sido cómplices de las andanzas del Strike Team nos sacude en la cara, cuando la serie culmina 87 episodios irrepetibles en una fría sala de interrogatorio. Recuerdo estar cinco minutos con la boca abierta en el borde del sofá sin poder moverme, y se me vuelve a poner la carne de gallina. Después de eso, en la vida de Vic Mackey solo quedaría la nada. Y un epílogo perfecto.
21 canciones memorables de final de serie
Terminar un último episodio con una canción también es un artefueradeseries.com