Se está discutiendo mucho si era necesario conocer el devenir de Jesse Pinkman. (Fuente: Netflix)
Llevar a Jesse Pinkman por el mal camino nunca resultó demasiado difícil, como apunta Richie Fintano en nuestro podcast del top de episodios de Breaking Bad. El chaval, arrastrado por Walter White (profesor de química reconvertido en haute cuisine de la droga), entró en una espiral de tragedia de la que pudo salir, por fin y de milagro, en el último episodio de la serie. El Camino, la recién estrenada película de Netflix que le sirve de secuela, ha despejado las dudas sobre qué ocurrió con ese personaje y le ha dado un final más justo. Pero estuvo a punto de no ser así.
Vince Gilligan, el creador de Breaking Bad, que también escribe y dirige El Camino, declaró en una entrevista para Vulture que estuvo sobre la mesa de guiones un cierre muy distinto al que finalmente hemos podido ver en la película. Ese otro desenlace que Gilligan planeó para el personaje de Aaron Paul habría hecho la misma justicia al personaje, aunque quizá no tanto a los fans.
Hablemos con spoilers: El Camino concluye con el bueno de Jesse alcanzando la anhelada Alaska tras la huida de los nazis que lo retenían en los últimos capítulos de Breaking Bad. Pinkman cruza la frontera hacia el paraíso blanco sin cuentas pendientes, con una nueva identidad y listo para empezar de cero. Eso era, más o menos, lo que todos habíamos imaginado ya, pues Gilligan mantuvo desde que acabó la emisión de la serie que, aunque no pudiéramos verlo en pantalla, un futuro feliz era lo que él tenía en su mente para el personaje.
“¿Has perdido la cabeza?”
Sin embargo, a la hora de sentarse frente al folio en blanco que acabaría convirtiéndose en el libreto de El Camino, Gilligan asegura que intentó levantar una historia en la que Jesse acababa encerrado en prisión. Sabiendo el fervor con el que la audiencia deseaba la libertad del personaje, al guionista le divertía especialmente la idea de recurrir a un “giro irónico”: Jesse, por su heroicidad innata, se entregaría a la justicia para salvar a otro personaje (uno nuevo, que aún estaba por escribir). En el plan de Gilligan, Aaron Paul cerraba el telefilme en paz consigo mismo tras los barrotes de una cárcel de Montana.
“¿Has perdido la cabeza?” fue la reacción de Holly, su novia, cuando el creador de la serie le expuso su idea. “No puedes dejarlo en una celda, tienes que dejar que se vaya o habrá una revuelta”, le advirtió. Gilligan se excusó: “¿No lo pillas? Es artístico”. Pero parece que eso nadie lo pilló ni hubiera querido pillarlo jamás: la reacción de Peter Gould y el resto del equipo de Better Call Saul (el spin-off de la serie madre sobre el abogado Saul Goodman) fue exactamente la misma, un silencio incómodo y algunas dudas sobre la salud mental del director.
En su defensa, tenemos que reconocer que habría sido una decisión verosímil en el honrado y raído Jesse: si alguien del plantel protagonista de Breaking Bad tuvo alguna vez papeletas para considerarse buena persona, ese era el pobre exalumno de Walter. Y no nos habría extrañado que, después de su cautiverio forzoso, el personaje se entregara a otra reclusión, esta vez elegida, si con eso hacía algún bien a un ser querido. El pequeño Brock habría sido un buen resorte en esa historia alternativa, por ejemplo; no obstante, Gilligan nunca llegó a tener claro quién sería esa figura clave en la catarsis de Pinkman. Ni siquiera se molestó en pensarlo: “A veces simplemente hay que darle a la gente lo que quiere”.
Con el debate sobre si la película era o no necesaria aún candente, Gilligan confirma con estas declaraciones de boca pequeña que la cuestión importante es otra. El Camino es una elegía, una carta de amor y reparación a un personaje maltratado; un epílogo servido con cariño a los que llevaban seis años muriéndose por poder pasar un puñado de minutos más en el mundo de Breaking Bad y volver a deambular por las viscosas calles de Albuquerque. Por eso habría dado igual el final de Jesse, mientras fuese un final. Gilligan no está tan seguro: “Holly y los chicos me salvaron de que alguien, al acabar la premiere, me persiguiera hasta un callejón para intentar matarme”. Eso sí que sería puro Breaking Bad.
‘El Camino: Una película de Breaking Bad’ está disponible bajo demanda en Netflix.
Aaron Paul: “Vince deseaba darle a Jesse un adiós en condiciones”
En ‘El Camino’, Vince (Gilligan) vuelve al universo de Breaking Bad. Pero esta vez el protagonista es Jesse (Pinkman)fueradeseries.com