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‘La otra mirada’ se prepara para una temporada 2 con más ritmo

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Melina Matthews, Ana Wagener y Macarena García, en una imagen de la nueva temporada. (Fuente: Michael Oats/TVE)

La Sevilla de 1920 se puede reproducir con bastante fidelidad en una nave industrial del noreste de Madrid. El patio acristalado alrededor del que se estructura una escuela para señoritas, el vestuario de época y detalles como un juego de té de porcelana o unas sillas de madera transportan a casi un siglo atrás, aunque estén iluminadas por unos focos que simulan la luz del sol y los actores pasen los ratos de espera mirando sus teléfonos móviles. El plató en el que se rueda la temporada 2 de La otra mirada transmite esa sensación peculiar de estar entre dos tiempos, de conectar pasado y presente de una manera que sus responsables buscan desde sus primeros capítulos.

“Es muy difícil ver el momento presente. Desde el futuro puedes hacer una revisión y puedes observarlo. Si estás dentro, no puedes ver”, explica Patricia López Arnaiz (Teresa) sobre la capacidad de la serie de comentar la actualidad a través de personajes e historias ocurridas casi un siglo atrás. Es un propósito con el que ya nacía La otra mirada el año pasado, especialmente en cómo la situacion de las mujeres no ha cambiado tanto en comparación con aquella época, y que va a continuar potenciándose en la nueva entrega.

Ésta constará de ocho capítulos, de 60 minutos, y esa duración más comprimida dotará a la serie de más ritmo. Ana Wagener (Luisa) describe la segunda temporada explicando que “es más ágil, hay más personajes, hay más tramas abiertas, hay más interrelación, por ejemplo, entre las alumnas solas, sin nosotras. A lo mejor vamos a ver menos clases y más pasillos, y más cosas que pasan fuera de clase”. Lo que se mantendrá, como hemos comentado, es el punto de vista femenino desde el que se contarán las historias. En la presentación de la temporada, de hecho, los responsables de la serie señalaron que, tal y como está la situación actual, les parecía importante seguir tratando estos asuntos.

Se hará a través de una nueva profesora y una nueva alumna de la escuela, que forman parte de un grupo de incorporaciones que incluyen también a un cartero (Joaquín Notario) que entablará una relación especial con Luisa y a un chico que entrará a trabajar como jardinero (César Vicente). La profesora, Carmen (Melina Matthews), es una vieja amiga de Manuela que tiene como cometido controlar las cuentas de la academia, y la alumna, Inés, es una joven negra huérfana cuya inclusión en la escuela causará estupor en la sociedad sevillana. “Inés, cuando llega (a la escuela), obviamente no es fácil para todas aceptarla, y es algo me ha podido pasar a mí de pequeña”, explica su intérprete, la debutante Dariam Coco.

Dariam Coco, a la izquierda, es la principal novedad entre las alumnas. (Fuente: TVE)

La otra mirada recogerá también las tramas que se quedaron abiertas al final de su primera temporada, sobre todo con Teresa y con Ángela. El personaje interpretado por Cecilia Freire se despide de la serie, pero volverá para cerrar su historia, que se quedó en al aire ante la amenaza anónima que recibió de que iba a hacerse pública su relación con otra mujer, la pintora madre de una de las alumnas. Teresa, por su parte, tendrá que convivir con las secuelas, sobre todo psicológicas, que le deja su paso por prisión.

La serie no tuvo unos datos de audiencia demasiado grandes en su emisión en La 1 el pasado verano, pero sí recibió buenas críticas y, además, obtuvo varios reconocimientos en forma de nominaciones a los Premios Iris o el Ondas a la mejor interpretación femenina que Patricia López Arnaiz compartió con Aura Garrido por El día de mañana. Probablemente, eso terminó por decantar a su favor la posibilidad de tener una segunda temporada, y la va a aprovechar. Su equipo de guionistas estará compuesto enteramente por mujeres, supervisado por Alba Lucío, y seguirá potenciando el lado más didáctico de la ficción.

¿A qué nos referimos al hablar de ello? En palabras de Ana Wagener, La otra mirada cuenta que “la herencia que tenemos ahora, en la que seguimos luchando para tener derechos y para tener pequeñas parcelas que sería lo más normal que tuviéramos, y aún no las tenemos, (viene de) estas mujeres de hace cien años, incluso madres, esposas, que luchaban desde sus pequeñas parcelas para poderlas conseguir. Me parece que ya eso es una lección tremenda para la juventud, para la madurez y para cualquier mujer u hombre que se siente delante de la televisión”.

Crítica: ‘La otra mirada’ es más que su mensaje feminista
La serie deja puertas abiertas para una hipotética segunda temporadafueradeseries.com

marina

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