June en una manifestación; flashback de ‘The Handmaid’s Tale’. (Fuente: HBO España)
El fin de semana pasado vi el documental Feminists: What Were They Thinking de Johanna Demetrakas en Netflix y hubo una declaración que me llamó la atención. Wendy J.N. Lee, una directora decía: “Entre mis amigas no usamos mucho la palabra feminismo. Tendemos a ser más específicas: luchamos por la igualdad de género, por la igualdad salarial, porque haya más mujeres en pantalla… pero no decimos que somos feministas. De hecho, los únicos que son abiertamente feministas y usan la palabra son mis amigos varones, porque a ellos los hace quedar bien”.
Entiendo lo que quiere decir porque sé que vivimos en un mundo absurdo. La última parte de su declaración es la que más me llegó, porque el feminismo está demonizado y, últimamente, la tendencia es que otros se apropien del término y de todo lo que representa la lucha feminista para adaptarlo a la ideología de turno. Si habéis visto The Handmaid’s Tale, esto es justamente lo que hizo Gilead y lo que representa la Tía Lydia con sus discursos retorcidos, como este del episodio 2×03: “Libertad de y libertad para. Puedes gozar de algunas libertades, pero también puedes liberarte de ciertas cosas. En los tiempos de la anarquía, se os concedían ciertas libertades. Ahora se os concede vivir libres de según qué cosas. No lo menospreciéis”.
Serena Joy en un flashback de ‘The Handmaid’s Tale’. (Fuente: HBO España)
En España estamos ahora de campaña electoral y hay un circo espeluznante: el autobús de Hazte Oír con el eslógan #StopFeminazis, Rocío Monasterio de VOX que, sobre la Huelga del 8-M, dice que denigra a la mujer porque la hace parecer débil y como víctima: “soy mujer y quiero liberarme de vuestro burka ideológico”. Feminismo supremacista, dicen ellos. ¿No os recuerda a los discursos de Serena Joy (The Handmaid’s Tale)?
También están los de Ciudadanos, que bajo la bandera del que llaman feminismo liberal se apoderan del movimiento y defienden la gestación subrogada como un acto de libertad de la mujer, o Pablo Casado del PP, que es partidario de derogar la actual Ley del aborto de plazos (2010) y volver a la de de 1985, “si queremos financiar las pensiones y la salud, debemos pensar en cómo tener más niños y no en cómo los abortamos”.
La “gestación subrogada” en ‘The Handmaid’s Tale’. (Fuente: HBO Españ
2019, varones decidiendo qué hacer con nuestros cuerpos.
“Ahora he despertado al mundo. Antes estaba dormida. Así es como dejamos que pasara. Cuando arrasaron con el Congreso, no despertamos. Cuando culparon a los terroristas y suspendieron la Constitución, tampoco despertamos. Dijeron que sería algo temporal. Nada cambia instantáneamente. En una bañera que se va calentando gradualmente, puedes hervir hasta la muerte antes de que te des cuenta”.
Que nunca tengamos que identificarnos con este extracto de El cuento de la criada. La serie es un buen recordatorio. No callemos ante ninguna injusticia, ni en los grupos de Whatsapp, ni en las comidas familiares ni en la panadería. No nos durmamos en los laureles pensando que tenemos todos los derechos garantizados y que cualquier reivindicación es innecesaria. Usar siempre las gafas moradas (todos, son unisex) es la mejor forma de ver el mundo y nos hace mejores personas. Nos vemos en las calles.
Nolite te bastardes carborundorum.
“No dejes que los bastardos te machaquen”
‘The Handmaid’s Tale’ se ha convertido en un símbolo de resistencia ante políticas ultraconservadoras hacia las mujeresfueradeseries.com